Este viernes, el doctor Andrei Tchernitchin realizó una conferencia sobre los riesgos y efectos de la contaminación electromagnética. El auditorio de la Facultad de Medicina de la UdeC recibió una gran cantidad de vecinos que actualmente emprenden movilizaciones contra la instalación de antenas de celulares en sus barrios, amparada en una legislación que prioriza el negocio de las empresas telefónicas antes que la salud. 

En cuanto a los efectos de la radiación electromagnética, Tchernitchin planteó que facilmente un teléfono celular en funcionamiento puede alterar la temperatura de un tejido y su vasodilatación que tiene consecuencias adversas para su salud. En cuanto al cerebro, puede sufrir la aparición de neurinomas acústicos, es decir, tumores en los conductos auditivos, producto de la exposición. 

Según el médico, las antenas de celulares emiten una radiación constante, aunque con una intensidad variable dependiendo de la infraestructura que la rodea y del flujo de llamadas, por ello es muy importante tener en consideración los picos de la radiación para determinar la saturación de un área, ya que generalmente se toman muestras en horarios de poco flujo. 

Los estudios que atribuyen efectos nocivos a la radiación electromagnética han sido puestos en duda por los centros que financian las empresas teléfonicas y también por la OMS. El médico, plantea que estos informes se contratan con publicaciones que usan una cantidad insuficiente de muestras, sin arrojar resultados confiables, afirmó. 

Al ser consultado por qué medidas tomadas en otros países recomienda para Chile, Tchernitchin contesta que la eliminación del wifi en colegios y otros centros sociales, junto a desincentivar el uso de celulares por los niños, han sido excelentes decisiones. También, replantear los criterios para definir las zonas sensibles, actualmente representadas por escuelas, jardines infantiles, hospitales o consultorios, sin embargo, aclará,  las zonas donde vive la población que acude a estos centros no tienen ningún tipo de protección. 

Ante la consulta de los vecinos sobre cuáles pueden ser las formas de detener la instalación de antenas en los barrios, el toxicólogo declaró que, hasta el momento las iniciativas que no han contado con la presión de parte de los vecinos, no han brindado resultados favorables.

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