En la cancha y con la camiseta de su equipo del barrio, falleció este viernes 24 de octubre, el periodista y militante popular Alejandro Muñoz Pérez. Su velorio se realiza en casa de su familia ubicada en la intersección de las calles Los Laureles con Lingue, a media cuadra de la Laguna Lo Galindo, sus funerales se efectuarán mañana domingo a partir de las 15:00 horas, saliendo de este mismo lugar con dirección al Cementerio General de Concepción.
En la cancha Aníbal Pinto de Concepción, mientras disputaba una nueva fecha en la serie super seniors, de la liga de la asociación de fútbol amateur (ANFA) de Concepción, vistiendo los colores de su Club, el Juventud Mackenna, falleció a los 47 años de edad.
El «Chico Jano» (o Sonrisal, como también lo llamaron en tiempos de la resistencia antidictatorial), nació y se crió en el Barrio Norte de Concepción. Al igual que la inmensa mayoria de los habitantes de Barrio Norte, los padres de Jano eran de origen campesino, llegaron desde Yumbel y Quirihue, el primer hogar de la familia fue en la Población Libertad, emblematica toma de terreno sobre la cual Isidora Aguirre junto a Manuel Rojas, escribieron una obra de teatro, llevada a los escenario por el naciente Teatro de la Universidad de Concepción (TUC), y que caracterizó este proceso de migración campo ciudad, la formación de los nuevos barrios populares.
Jano no necesitó leer ni a Marx ni al príncipe Kropotkin para darse cuenta de lo que ocurría en nuestro país, tras salir de la escuela comienza su secundaria en el Liceo Industrial de Concepción. Fueron los años de la destrucción de la educación publica en Chile, los Liceos Humanistas fueron municipalizados y los técnicos, como el Industrial de Collao, entregados a Corporaciones empresariales destinados a formar mano de obra barata para sus empresas.
En este contexto, y al igual que muchos jóvenes, comenzó a participar de la lucha contra la dictudura. Son los años del levantamiento popular de 1983, sucesivas y radicales jornadas de protesta, en ese contexto Jano comienza su militancia en una Milicia Popular de Resistencia (MPR), donde confluian militantes socialistas y miristas, Milicia que tras la masacre de la Vega Monumental pasara a adoptar el nombre de MPR «23 de Agosto».
Allí estaba el Jano, en los Comités Democráticos (CODE) de los estudiantes secundarios del Industrial, apoyando las barricadas de los compañeros de la UNED (Unión Nacional de Estudiantes Democráticos) en la Universidad del Bío Bío (ex UTE), en la Universidad de Concepción o en las noches de barricadas en Barrio Norte.
Jano fue parte de la reconstrucción política de nuestro pueblo, que intentaba revertir la derrota de 1973. El compromiso lo llevó a mediados de los 80, a vincularse al MIR, una organización fuertemente golpeada por los aparatos represivos que había visto asesinada toda su dirección en el sur de Chile y Concepción el 23 de agosto de 1984, y que a partir de 1985 comenzó a vivir un proceso de divisiones y fragmentación.
Los traidores y los cobardes impusieron a fines de los ’80 un modelo de transición pactada con la dictadura, Jano como muchos de su generación, se resistió a aquello, siguió siendo «rojo y negro», participando de diversos intentos infructuosos de reconstrucción orgánica en esta línea.
En los ’90 ingresó a la Universidad de Concepción a estudiar periodismo, carrera de la cual se tituló años mas tarde. Por su misma condición de clase, nunca logró abrirse paso en el periodismo profesional y remunerado, trabajos esporádicos y mal pagados no le permitieron desarrollarse profesionalmente, teniendo que subsistir del viejo oficio aprendido de su padre. Jano siguió siendo maestro ceramista.
En su paso por la Universidad de Concepción, Jano fundó un grupo que perdura hasta hoy: Consejos Estudiantiles y que tiene presencia en las directivas de las Federaciones estudiantiles de la UdeC y la UBB.
Jano hizo escuela además en las radios populares, heredero de un antiguo transmisor de la Radio Villa Francia, formó a diversos grupos en el uso de esta herramienta de comunicación popular, realizó diversos programas dentro de los que resaltaban los deportivos, con transmisiones desde la cancha del barrio. Tambien participó de la fundación del periodico El Quinto, que alcanzó a perdurar un par de años y en programas de la Radio Voz de la Mujer de Barrio Norte.
Su conciencia de clase brotó de su propia identidad popular, su muerte probablemente no podía haber sido otra, afectado por un infarto anterior, Jano murió en la cancha de barrio, jugando al fútbol, al de verdad, no al prostituido por el mercado, ese donde se deja todo en la cancha, por que la camiseta es tu identidad, no un trapo para estampar publicidad.
Tal vez, lo único que faltó en ese partido fue la transmisión de una radio popular, eso es lo que más hubiera gustado al Jano.
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