[resumen.cl] Desde el sábado avanza un voraz incendio en diversos sectores rurales de Florida. Hasta ahora, se contabilizan 1600 hectáreas quemadas en las localidades de Cancha los Monteros, Peninhueque, San Antonio de Dadi, entre otras. Según el medio Florida Informa, trabajan en la extinción del fuego bomberos de Florida, Concepción, Quillón, Talcahuano, Arauco, Yumbel y Chiguayante.
Si bien las causas de los incendios que persistentemente han afectado a la comuna no han sido dilucidadas, la fácil propagación de éstos se debe a sus condiciones ambientales. Hace años, los habitantes del pueblo consumen agua transportada por camiones aljibe desde Quillón. Quienes viven en zonas rurales y tienen secas las napas de agua que sustentaban sus pozos, también deben esperar los camiones. Los reclamos ante la mala calidad del agua, son generalizados en la población, y han sido reconocidos por la Superintendencia de Servicios Sanitarios, la cual ha detectado en sus muestras, concentraciones de hierro y manganeso sobre la norma sanitaria y una turbiedad excesiva.
El abastecimiento de agua con camiones aljibe, se impuso como única alternativa, luego que el antiguo tranque, alimentado por vertientes y capas freáticas de los cerros circundantes, bajara su profundidad hasta su inutilización, debido a la sustitución del bosque por plantaciones forestales.
Un monocultivo forestal tiene árboles de la misma especie que plantados a una razón de 1600 individuos por hectárea, extraen agua como si fueran verdaderas bombas, ya que todos están en periodo de crecimiento hasta que son talados. Y así, cada 9 u 18 años, según según sea eucalipto o pino, estas rotaciones van menguando las capas freáticas, hasta llegar a las circunstancias que ahora presenciamos.
Si se considera la sequedad imperante, junto con la combustibilidad de pinos y eucaliptos, contenedores de compuestos inflamables, como trementina y terpeno, respectivamente, podemos concluir que las condiciones de ambientales de Florida propician la ocurrencia y propagación del fuego.
Actualmente, bomberos y brigadistas de CONAF han reconocido lo dificultoso de su labor, entre otros factores, porque no existen fuentes de agua suficientes para aprovisionar los equipos destinados a extinguir los incendios. No obstante, esto se agrava si se considera que Bomberos de Florida advirtió de esta situación en el contexto de un Recurso de Protección, presentado en octubre pasado por campesinos de la comuna en contra de Forestal Arauco, demandando la no forestación con pinos ni eucaliptos una zona recientemente talada, sino que la restauración del bosque.
Con el Decreto 701 y la permisión para forestar indiscriminadamente bajo la falacia de control de la erosión y recuperación de suelos, el Estado ha propiciado este desastre y es hora que implemente una política destinada a revertirlo, para lo cual el territorio de Florida debe ser entendido y tratado como un espacio con un ecosistema degradado y frágil, por lo cual, las prácticas desarrolladas en él deben ser coherentes con criterios de reparación y sustentabilidad. Esto implica que la industria forestal se debe retirar, pues sus métodos convierten en inhabitables los espacios donde, hasta ahora, mal vive la comunidad floridana.