El fin a la Evaluación Docente ha sido una de las demandas centrales del gremio presente en todas las movilizaciones recientes. Eduardo González. vicepresidente del Colegio de Profesores y Profesoras, señaló a RESUMEN que «a más de 15 años de implementación, lo que hay es que los resultados de aprendizaje se mantienen, eso significa que el enfoque de entender el trabajo docente de manera estandarizada, individual, totalmente alejada de lo que ocurre en la escuela y del contexto de los estudiantes ha sido un error».

Por Alejandro Baeza y Juan Contreras Jara

El proyecto que suspende la «Evaluación Docente» para este año cumplió todos sus trámites legislativos en Congreso y fue despachada para la firma final del presidente.

Consultado por RESUMEN, el vicepresidente del Colegio de Profesores y Profesoras, Eduardo González, comentó que este sistema se enmarca en la lógica neoliberal que instaló la idea que el resultado de la calidad de la educación y el aprendizaje de los estudiantes dependía fundamentalmente del trabajo  individual del cuerpo docente y no de las condiciones estructurales de la educación.

«Hoy día lo que ha ocurrido es que esa premisa es absolutamente errada, porque a más de 15 años de implementación, lo que hay es que los resultados de aprendizaje se mantienen, eso significa que el enfoque de entender el trabajo docente de manera estandarizada, individual, totalmente alejada de lo que ocurre en la escuela y del contexto de los estudiantes ha sido un error», señaló el dirigente.

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González apunta a un dogmatismo ideológico en las políticas educativas en Chile durante los últimos 30 años, en donde «la Concertación y la derecha no toman la evidencia científica, porque si uno revisa lo que dice la investigación educativa sobre este tipo de evaluaciones a nivel internacional y nacional, señalan de manera clara y contundente que estas evaluaciones incluso pueden generar desmejoras en el sistema escolar. En segundo lugar también hay un afán privatizador, pues implicara al Fisco 7000 millones de pesos según Dipres», indicó.

Desde el gremio docente se señala que se intentó crear una nueva cultura docente, más bien entendida como el trabajo individual «meritocrático» y descontextualizado del trabajo en aula, tanto a nivel socioeconómico como territorial. Así, el dirigente comenta que «lo que está en juego hoy día es efectivamente la idea de construir una nueva cultura docente, de entender la docencia en una lógica de la reflexión que hacen los profesores sea producto de su trabajo, y como eso no es lo mismo en una escuela que está en Concepción a una que esté en Santiago o en Arica, esa reflexión debe ser extremadamente situada y debe ser un trabajo colaborativo».

El Colegio de Profesores y Profesoras valora la importancia que han tenido las movilizaciones docentes que desde un inicio se han opuesto a la imposición de este sistema: «El gran avance de la movilización de 2019 fue instalar la discusión sobre la Evaluación Docente, que hasta entonces no había sido instalada como política sindical a nivel nacional y eso se expresó en un primer momento en la necesidad de poner fin a esta doble evaluación, porque hoy día los profesores del sistema público se someten a dos sistemas: al tradicional de 2014 y el que creó la carrera profesional docente».

En este sentido, González apunta al problema de doble evaluación y agobio laboral que ha sido rechazo desde un principio por parte de las y los docentes «existe una sobrevaluación, se ha planteado al Gobierno poner fin a esto, dos procesos de leyes paralelos y simultáneos con consecuencias distintas hacia los profesores y profesoras, que exista un sólo sistema nacional unificado y no dos, y la segunda, que es la discusión más de fondo, más de concepciones del trabajo docente, de avanzar en una evaluación que permita la mejora en el trabajo, que sea formativa pero que no tenga consecuencias de despido y contextualizada al trabajo en las comunidades. La Evaluación Docente es un debate sobre qué se entiende por trabajo docente» indicó.

Finalmente, el dirigente fue enfático en señalar que debe desaparecer este sistema de evaluación. «El Gobierno se ha mostrado favorable -al menos a nivel discursivo- pero, esto va a decantar en posiciones mucho más claras en las negociaciones que estamos teniendo que ya se iniciaron hace dos semanas. Estamos pidiendo al Gobierno que para el próximo año definitivamente no se implemente la doble evaluación, se derogue un sistema y se avance en las perspectivas que nosotros estamos planteando» concluye González.