Cuando algunos vecinos de la Villa San Pedro levantaron la voz y se organizaron para defender la Laguna Grande de San Pedro y el humedal contiguo (Los Batros), el apoyo ciudadano fue unánime en todos los sectores de la comuna y más allá de esta inclusive. Sin embargo el escenario de hoy es otro, la legítima defensa de esta reserva natural choca con el derecho legitimo a la recreación de los sectores populares de la comuna. El dudatativo nuevo gobierno municipal, en deuda tanto con los ecologistas, como los sectores populares, ha cambiado de opinión con respecto al tema en cuestión de días, en un primer momento pensó en invertir en una playa artificial y al día siguiente a sacar con carabineros a los humildes bañistas.