Ya está en Kioscos RESUMEN Nº9

EDITORIAL

Hace un par de años la llamada revolución pingüina, puso en discusión un tema que hasta entonces tabú para nuestra sociedad: poner fin al lucro sobre la educación.

La demanda surgió  de los estudiantes (consumidores de esta mercancía llamada educación) los productores o trabajadores, en este caso los profesores ni siquiera se imaginaron levantar demandas estratégicas de este tipo.   El objetivo fundamental que perseguían los estudiantes fue derrotado, los grupos de poder (iglesia, empresarios, medios de comunicación y el gobierno) cerraron filas para que ello así ocurriese.

Sin embargo no es el único derecho humano fundamental que se ha convertido en una mercancía en nuestro país, en este sentido la Salud parece incluso llevar la delantera.

Con unos consumidores (enfermos) menos reactivos y organizados que los pingüinos, con gremios divididos y confrontados, los gobiernos de la concertación han profundizado la privatización de la salud iniciada con la dictadura militar.

El florecimiento de las clínicas privadas y las isapres, los millonarios subsidios que reciben de parte del Estado los usuarios de estas, superiores en promedio a los que reciben los usuarios de la salud publica donde se atiende la mayoría más humilde de la población son solo un botón, el plan auge vía maestra de los gobiernos concertacionistas, profundiza en ese modelo privatizador.

Sin embargo no es el único escándalo que existe en la salud.   Desde principios de octubre las isapres y organizaciones empresariales lanzaron una arremetida comunicacional de la cual se hicieron eco todos los medios de comunicación de masas existentes en la región, incluidos aquellos que propagandean su supuesta independencia, el objetivo de esta campaña articulada era uno de los pocos derechos de los que goza aún los trabajadores: el pago de las licencias medicas.

En un afán criminalizador, radios, televisión y prensa publicaron el listado regional de los médicos que más licencia otorgan, el objetivo por supuesto disminuir días de descanso de los trabajadores enfermos presionando a los médicos.

Nadie en estos medios pronuncio una palabra sobre la situación de miles de trabajadores chilenos que concurren enfermos a trabajar por miedo a ser despedíos, que aquellos que presentan licencias se les descuentan los dos días, eso si después de meses de esperar tras largos tramites que el compin le cancele la licencia (si es que se la cancela).   Nadie, absolutamente nadie dijo una palabra sobre los cientos de trabajadores accidentados que llegan a la Mutual o IST (organismo de propiedad de los grupos empresariales) que son enviados nuevamente a trabajar, o se le dan insuficientes días de descanso o simplemente se le desconoce la enfermedad laboral.  Eso si, solo cuando el empleador decide enviarlo a la mutual y no le pagan un taxi para que lo lleve a un hospital publico y luego diga allí que se accidento trabajando en su casa.

Nadie absolutamente nadie en los medios de comunicación dijo nada con respecto a este drama que vivimos día día como chilenos, simplemente por que los medios de comunicación son de propiedad de los mismos dueños de las isapres, de los mismos dueños de las mutuales o dependen económicamente de sus auspicios.

Nadie se atrave a mirar siquiera la realidad en nuestro lugares de trabajo, las relaciones laborales y el ambiente en que allí se labora, no por ello gozamos de tan altos indices de enfermedades mentales y autocosumo de medicamentos.

Tan vergonzoso como que en nuestro país se lucren los mismo de siempre con la Educación, la salud o el agua, como que los medios articulen estas verdaderas ofensivas comunicacionales, destinadas a cuestionar los escasos derechos de que gozan los trabajadores de este país.

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