Coronel: Empresas salivan con la desgracia de su gente.

altA mediados de abril, Piñera evitó dar discursos en Talcahuano, pues temía que lo increparan por las paupérrimas condiciones en que viven sus damnificados. Por ello es que llegó a Coronel, pero estaba mal dateado, allá también habían damnificados cansados de la negligencia municipal y gubernamental. En la Caleta Lo Rojas, pobladores de la población Mártires del Carbón, Camilo Olavarria y de los cerros Merquín y La Colonia, le exigieron soluciones habitacionales.  

En este momento comenzó a ser conocida la situación de los pobladores del Cerro La Colonia que sufren, desde los inicios de la construcción de la termoeléctrica Bocamina 2, el movimiento de sus casas, causado por los trabajos que ahí se realizan.

El martes 13 de abril, muchos días después del terremoto apareció un socavón en medio del cerro y bajo las casas de unos vecinos. El socavón tiene de profundidad, alrededor de 20 metros y 15 metros de diámetro, aunque aumenta paulatinamente, por lo que SERNAGEOMIN (servicio nacional de goelogía y minería) determinó que los vecinos de 30 mts a la redonda, debían ser evacuados del lugar.

Los vecinos declararon a Resumen que Endesa, empresa dueña de las termoeléctricas Bocamina 1 y 2, hace constantemente excavaciones que provocan el movimiento subterráneo en el cerro La Colonia, y que últimamente estaba extrayendo agua de las napas para construir el paso de una correa subterránea que transportará el carbón desembarcado en la orilla del mar hasta la termoeléctrica misma.

Los vecinos plantean que estos trabajos han descompactado el terreno del cerro, más si se considera que este tiene antiguos pirquenes donde antes se extrajo carbón y fue afectado por el reciente terremoto. Sin embargo, Endesa no ha paralizado sus faenas y el alcalde dice que el no tiene la facultad de parar los trabajos, pero pidió un «informe». Los vecinos comentan que están cansados de los abusos de Endesa y de que las autoridades de la comuna y el gobierno sean sus defensores.

En estos momentos, la única alternativa que está dejando ver el gobierno y la municipalidad es el de la erradicación de estas familias. Esta política representa los intereses del empresariado portuario, forestal y energético que salivan con la idea de expandirse por todo el territorio donde hoy habitan los coronelinos.

Un Plan Regulador a la medida del dinero. alt

El caso del cerro La Colonia representa la situación de vecinos de distintos sectores de Coronel. Su calidad de vida ha sido deteriorada por la instalación de termoeléctricas a carbón frente a sus casas, por la instalación de terminales portuarios que le han cortado el acceso les han obstruido el acceso al mar y por el emplazamiento de industrias pesqueras.

Hoy las empresas energéticas, forestales, pesqueras y portuarias quieren dar el golpe final a una comuna que ha soportado años de abusos, arrebatándole todo el espacio en que hoy viven. Para ello han elaborado un Plan Regulador que reorganiza el uso del suelo de la comuna a la medida de sus intereses.

El año pasado, los vecinos de Coronel se organizaron en un Comité para participar en la discusión de un Plan Regulador al servicio de la comunidad y rechazar el Plan que el alcalde Leonidas Romero y los empresarios querían imponer. En esta lucha lucha, Romero dio muestras de que ya todo lo tenía «cocinado»; había presentado el proyecto a un reducido número de coronelinos y obstaculizaba por diferentes medios la participación de los vecinos agrupados en el Comité.

El Plan Regulador de los empresarios y el alcalde tiene medidas como las siguientes:

-Ensancha más de 150 calles, lo que implica un montón de expropiaciones.

-Amplía en 40% de hectáreas las zonas industriales, dejando el borde costero de Maule a Manco, a disposición empresarial, incluyendo la construcción de más termoeléctricas y todo tipo de industrias.

-Reconoce la existencia de sólo 3 canchas.

-No se reconoce la existencia de ninguna Plaza Pública, ni siquiera la Plaza de Armas.

-No se creó ningún área para el uso social como escuelas, centros deportivos, hospitales, parques urbanos, etc.

En síntesis, Coronel se convierte en patio de acopio de contenedores, recintos para más termoeléctricas y fábricas de harina de pescado. Su costa queda al servicio del negocio portuario y forestal, pues por aquí salen, a la exportación, gran parte de los productos forestales.

Este Plan Regulador parte de una premisa: los coronelinos molestan y hay que erradicarlos. El terremoto es el momento preciso para ello, porque ofrece fuertes excusas. Sin embargo, las empresas y sus políticos serviles no tienen el camino fácil, pues hay vecinos que no creen que ellos sean los que tengan que irse.

Una vecina del cerro La Colonia preguntó: Si nosotros llegamos antes que Endesa ¿por qué somos nosotros los que nos tenemos que ir?

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