Perdonen lo pretencioso, pero me considero «terrorista», para usar una obsesiva denominación «oficial», por las razones siguientes: porque admiro a Espartaco y su guerra antiesclavista en la Roma imperial, admiro las insurrecciones mapuches desde el siglo XVI, admiro a la revolución francesa del 1789, admiro nuestro movimiento criollo de 1810 y toda la guerra patria independentista que le siguió, admiro a la revolución mexicana de 1910, admiro a la revolución proletaria rusa de 1917, admiro a Sandino de los 30 (admirado también por G.Mistral), admiro a los republicanos de la Guerra Civil Española, 1936 (admirados también por Neruda), admiro al grupo beligerante de las Farc como respuesta a la abyecta dictadura del general Rojas Pinilla a partir del 1953, admiro a los guerrilleros y a Fidel de la Sierra Maestra (1959), admiro la rebelión estudiantil de las barricadas del  París del 68, admiro…

Si todo lo anterior amerita ser «terrorista» y amerita que se aplique el correspondiente correlato leguleyo de la dictadura, como lo hacen los nuevos «Cornelios Saavedra» con nuestros hermanos mapuches en pleno bicentenarismo, yo lo soy y a mucha honra.

CARLOS FUCHSLOCHER C.

Socio Nº2333 de la SECH