"La Tita, no muere...solo ha dejado de vivir". (Noticia en Desarrollo)

altConcepción, Sábado 4 de Noviembre de 2011, 20 hrs)

La «Tía Tita» ha fallecido tras una larga y hermosa vida de amor, sufrimiento y compromiso con la lucha social y en especial con la cultura y los jóvenes universitarios penquistas.

La popular matriarca y madrina del movimiento estudiantil penquista, de la bohemia asociada, en especial pero no exclusivamente a la Universidad de Concepción, dejó de existir en el hospital Regional este sábado 4 de noviembre a las 6:45 horas, producto de un cáncer terminal, a los 83 años.

Los jóvenes, sus regalones de siempre, y los amigos, profesionales de la  salud, se turnaban en cuidarla, irla a ver y alegrarla un poco, así como darle apoyo a la familia ante lo inevitable.

Su nombre era Audita del Carmen Salazar Salazar, pero para todos era la «Tita» o «Tia Tita», quien por más de 52 años mantuvo el resturante del mismo nombre o bien «Aula Cero», en la población Agüita de la Perdiz, aledaña a la universidad de Concepción.

La «Señora Tita» o «Tía Tita» era originaria de Angol y poseedora de una profunda sabiduría popular campesina y urbana. Su profesión original era modista ("pobre del que hablara de costurera!!") y ya mayor se dedicó completamente a su «boliche» , el que ha pasado a ser mítico e internacionalmente conocido, incluyendo reportajes de TVN.

Su carácter fuerte y a la vez maternal ha sido destacado por muchos de los que han concurrido a despedirse de ella, cantando incluso canciones compuestas para esta triste ocasión, dando testimonio de sus picardías, chistes y sus arranques de mal humor – que nunca conoció el odio y sí el perdón – hacia los parroquianos que se excedían en el trago o descuidaban los estudios. Conocida era su regla de hierro: el que nombraba a Pinochet en su local, no ingresaba más !!.

Pero su corazón a veces se ablandaba cuando el carrete estudiantil terminaba de madrugada en sus puertas cantándole afuera :

«Señora Titaaaa, sea buenitaaaa y véndanos, unas chelitaaaas.»

La «Tía Tita» está siendo velada en la sede de la fundación, que lleva el nombre del asesinado ex intendente de Concepción hasta septiembre de 1973, su camarada comunista Fernando Álvarez, en Serrano 742. El velorio continuará toda la noche y el domingo, debido a que muchos ex alumnos de nuestra zona y amigos vienen viajando desde otros lados y desean despedirse de ella como corresponde. El lunes se realizará un responso a las 11 de la mañana en la Iglesia de «San José Obrero» de calles Lincoyán con Maipú para luego emprender marcha hacia el Cementerio General.

– El Ambiente de un velorio distinto, hoy sábado 4 de noviembre en la tarde.

Llegamos al local de la Fundación Álvarez éste sábado hacia las 18 horas con un ramo de rosas rojas y una tarjeta a nombre del «Centro de Alumnos de Historia y Geografía», de la U de Concepción, directiva de 1983,con una H dentro de una circunferencia roja , emblema de la «Fuerza Hache». Con ello, parte de la generación de los Ochenteros Penquistas que tuvimos estrechos lazos con Agüita de la Perdiz le presentó sus respetos.

Por cierto, nuestro humilde ramo fue uno de tantos, entre arreglos florales, coronas y emblemas en donde el color rojo predominaba, rojo como el de sus labios que siempre lucieron hermoso carmín.

Pudimos verla por última vez , descansando ya, sin su mirada escrutadora, profunda y amable a la vez, con la que nos recibía en su local como diciendo «¿te conozco, te recuerdo o éste diablo de dónde es?».

El salón principal de la Fundación Alvarez, luce digno para esta despedida: con cuatro banderas de las Juventudes Comunistas en las paredes laterales, a un costado está la bandera de la CUT y un atril con arreglo floral del Comité Central de las JJCC. En el muro de fondo entre dos banderas chilenas, el emblema partidario de seda roja, con la hoz, el martillo, las espigas doradas y la estrellita. Ahí está el escenario y enfrente el féretro semicubierto por la bandera de su amado partido y una enormidad de flores. Las sillas a ambos lados del espacioso local.

La gente mayor está sentada y adolorida, pero con ánimo para superar el trance, tal como lo dejó manifiesto una señora que contó anécdotas y recuerdos de luchas del movimiento de mujeres Independientes (MMI) en la década de los ochentas y para la venida del Papa (Juan Pablo II).

Los jóvenes entran y salen, se pasean, toman fotos, graban a los músicos con sus celulares o toman café en la cocina, dejándose ver ya algunos con su camisa amaranto.

Nuestro Payador «El Canela», Nelson Álvarez R., se hizo presente hacia las 19.35; empezó su homenaje explicándole a los asistentes: «estamos todos acongojados, despidiendo a una amiga y compañera. Me cuesta armar las rimas en estas circunstancias, pero deben salir limpiecitas y sin drama!!».

Y así fue…empezando su larga y hermosa improvisación en rimas diciendo:

» ... Buenas tardes compañeros,

tráiganme agua bendita,

que ésta tarde estoy muy triste,

despidiendo a tía Tita ... "

En algunos asientos, son los más jóvenes los que se prestan apoyo y pañuelos, derramando las limpias lágrimas de cariño por esta compañera.

El músico Joel Díaz, ex alumno de los 80´s, se presenta con una guitarra acústica negra. Nos cuenta de su enorme dolor, viene de Santiago ahora, y tiene su hijo enfermo. Agrega que se casó ahí, donde la «Tía Tita» «de esto ya once años y seguimos casados, así es que no es Yeta la Tita», grita con humor.

También allí celebró un cumpleaños de su hijo y que hoy, mientras lo cuidaba, escribió la canción que cantó enseguida. Dijo que Doña Tita fue como una madre para él, que lo echó de su local una vez; por un año duró el exilio. "Que era malas pulgas, lo era, cuando pintábamos el mono nos echaba, pero sabía aconsejar y acoger, ¡si hasta matrimonios se armaron acá! " reitera.

En su canción nos cuenta:

«Me recibió en su rebaño, pero fue franca conmigo: Joel , yo te voy a perdonar, pero seré clara contigo, Si te pones a estudiar, seremos buenos amigos».

En su alocución, Joel agregó que «La Tita es patrimonio, de un Pueblo de idealistas, de soñadores, de artistas , de ángeles y demonios» , sacando aplausos de los concurrentes.

En seguida vino el homenaje y testimonio musical de Gonzalo, de Agüita de la Perdiz, quien antes de cantarle también corrobora que «compartimos momentos alegres y difíciles; cuando nos portábamos mal nos «chucheaba» sin pelos en la lengua. Le cantó «Madre», de Silvio Rodríguez.

Hacia las 20:08, de este primer día del velorio de la «Tía Tita», se presenta Gastón Gómez, muy joven, que declara: «fuimos la última generación que conoció a «La Tita». Ella nos enseñó a dejar a un lado el egoísmo y todos esos «ismos», nos aconsejaba sabiamente acerca de la vida.

Le dedicó «Nuestro Paso por la Tierra», que entre sus estrofas dice :

«...lo más hermoso de este mundo son nuestras almas sencillas y bellas...»

y finalizó su intervención pidiendo, por esta razón, un aplauso para la Señora Tita.

A las 20:14 se presenta Isabel, una joven del Centro Cultural de Agüita de la Perdiz, la que expresa sus condolencias a la familia de la Señora Tita, aclarando que aún no han podido hacer el duelo ante esta pérdida colectiva.

Le canta «Elegía Para una Muchacha Roja» de Patricio Manns, en una de cuyas estrofas dijo:

«…Entonces vio la compañera

que había un mundo que cambiar;

que era preciso batallar

en busca de la primavera

y con revuelta cabellera

y con dos manos desgarradas

se confundió en la marejada

que destrozaba los cimientos

del viejo mundo descontento,

para hacer limpia la alborada….»

terminó recitándole el poema «En paz», de Amado Nervo, que termina:

» ... Hallé sin duda largas noches de mis penas;

mas no me prometiste tú sólo noches buenas;

y en cambio tuve algunas santamente serenas…

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.

¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!»

Hacia las 20.23 horas presenta sus respetos el músico y biólogo marino de la U. de Concepción, ochentero y dirigente de los Funcionarios Municipales penquistas, Álvaro Espinoza quien interpreta un sentido tema.

A las 20:35 el moderador anuncia el ingreso formal de la Guardia de honor de las juventudes Comunistas y pide el mayor respeto del público. Ingresan 8 jóvenes en camisa de amaranto, en medio de los aplausos de amigos y camaradas. Se forman en dos filas, una a cada costado, iniciadas cada una por un varón a la altura de la cabeza de la Tía Tita y luego tres mujeres hacia delante.

La fila a la derecha del féretro, es iniciada por Juan Urra, miembro del Comité Central de las JJCC, ex-presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción (FEC), durante el conflicto estudiantil secundario del 2006 ,conocido como «pingüinazo», quien actualmente tiene grandes responsabilidades en el tema estudiantil de su partido y también está Karol Cariola, también ex presidenta de la FEC penquista y hoy recientemente electa Secretaria general de las Juventudes Comunistas de Chile.

A esa hora la concurrencia está aumentando lentamente, cae ya la noche penquista, la primera que no verá en vida la Tía Tita, aunque acompañada como nunca por el cariño popular penquista. Empieza a hacer frío, hay olor a café desde la cocina y nos escabullimos por algo de mastique y a fumar un cigarro en el patio tras la cocina, para pasar las penas. Aprovechamos entonces de abrazar con afecto a Alfredo, el hijo de la Tía Tita, quien se mantiene muy sereno.

Esto también es Concepción unidos, sobre todo en los funerales, por las generaciones y afectos, por la vida de nuestros grandes y queridos «viejos y viejas».

Etiquetas
Estas leyendo

"La Tita, no muere...solo ha dejado de vivir". (Noticia en Desarrollo)