En el contexto de la exhibición del documental «El Cobre ¿Sueldo de quién?», en la Universidad Federico Santa María, Resumen conversó con el presidente de la Federación de Estudiantes, Gonzalo Rojas quién hizo una revisión de la situación por la que pasa el estudiantado sansano y cuales son sus orientaciones.

Gonzalo plantea que lo que logró el movimiento estudiantil el año pasado fue abrir la posibilidad de que muchas personas, que estaban al margen, pudiesen integrarse al debate sobre la educación y el lucro que se hace con ésta.

Las demandas de gratuidad y democracia, claramente no se consiguieron, sin embargo quedó de manifiesto que estas conquistas exigen una mayor organización de parte de quienes luchen, quienes no sólo deben ser estudiantes. Para ello, -dice Gonzalo- no se debe ir a convocar a otros sectores (trabajadores y pobladores) a sumarse a estas demandas, sino que los estudiantes son quienes deben vincularse con las luchas del resto del pueblo y de esa manera llegar a plantear el derecho a la educación como una garantía más que se ha convertido en un negocio y que es necesario recuperar. La vivienda, la salud, el medioambiente, son áreas donde los estudiantes deben estar presentes, manifestando que hay un sistema económico que condena a la sociedad en general en beneficio de unos pocos.

En el ámbito interno, los estudiantes de la Universidad Santa María enfrentan diferentes situaciones vinculadas a la mercantilización de la enseñanza. La primera es la escacez de profesores de planta. Calculan que un hay un 30% aproximado de profesores contratados y el resto sólo hace su clase y se va, pues trabaja a honorarios, lo que no permite que los estudiantes puedan disponer de una atención mayor en su proceso académico.

La falta de profesores contratados es sintomático de una despreocupación de los Directivos de la Universidad. Gonzalo relata que, para ellos es muy alarmante que cuando un estudiante de la sede de Hualpén intenta convalidar sus asignaturas con las carreras de la sede Viña del Mar, no es permitido. Para el representante estudiantil, este hecho expresa que la propia institución reconoce que la sede de Hualpén está en un estado de abandono y en consecuencia, la calidad de su enseñanza está en riesgo.

Gonzalo afirma que la Universidad, hace mucho tiempo que no invierte en la sede de Hualpén y que sus gastos son sólo para hacerla sobrevivir, pero no para desarrollarla. A los estudiantes, les interesa que la universidad ofrezca mayores oportunidades de desarrollo académico y esperan obtener respuestas de los directivos, quienes perversamente han afirmado que la universidad «está en números rojos» y que las movilizaciones agravan más aun su situación, lo que ha sido desmentido por las investigaciones que los propios estudaintes han hecho, llegando a la conclusión que el problema es de distribución de los recursos entre las sedes de la institución.

Foto de Archivo: Movilizaciones y toma de la universidad, 2011.

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