Las redes de Carolina Echeverría y el peso de la familia militar

En 2011 egresó del curso CAOR de oficiales reservistas del Ejército, manera en la que esa institución y las otras ramas "reclutan" civiles de alto nivel e influencia. Algunos de sus compañeros de generación fueron el Defensor Nacional, Georgy Schubert; el presidente de Construmart S.A. Alfredo Enrione, Cristián Solís de Ovando -representante de Atlas Bank en Chile- y primo hermano de Joaquín Lavín (UDI). En la Armada, uno de los CAOR más ilustres y antiguos, es Agustín Edwards Eastman, dueño de El Mercurio. Estas redes en el mundo fáctico operan invisible pero eficazmente.

Cada día que pasa a la nominada subsecretaria de Fuerzas Armadas le cuesta más mantener la bandera al tope. Pese a ser confirmada tácitamente por Bachelet y respaldada directamente por Peñailillo, la ex subsecretaria de Marina navega contra el viento de la opinión pública. Los cuestionamientos que pesan sobre ella son de diversa índole, y probablemente requieren una buena y contundente explicación. En estos casos, comunicacionalmente el silencio otorga.

Las primeras acusaciones en su contra de parte de los ex marinos constitucionalistas, lejos de olvidarse con el sopor del estío, se reforzaron con los datos directos de víctimas, que acusan a su padre, ex oficial de Ejército,  de torturas y otras vejámenes en 1973.

Sin embargo, las redes que la apoyan no son menores y apuntan a estrechos lazos  en el mundo castrense. Perteneciente a un grupo de gran hermetismo dentro del PPD, Echeverría es cercana a Bachelet y todo su perfil profesional, lo que se suma a la condición de ex coronel de su padre, la hacen ser miembro pleno de eso que se denomina "la familia militar".

En 2011 egresó del curso CAOR de oficiales reservistas del Ejército, manera en la que esa institución y las otras ramas "reclutan" civiles de alto nivel e influencia. Algunos de sus compañeros de generación fueron el Defensor Nacional, Georgy Schubert; el presidente de Construmart S.A. Alfredo Enrione, Cristián Solís de Ovando -representante de Atlas Bank en Chile- y primo hermano de Joaquín Lavín (UDI). En la Armada, uno de los CAOR más ilustres y antiguos, es Agustín Edwards Eastman, dueño de El Mercurio. Estas redes en el mundo fáctico operan invisible pero eficazmente.

Antes, en 2009, siendo aún subsecretaria de Marina, fue condecorada con la Orden al Mérito Naval -con el grado de oficial- en el marco de la celebración de los 122 años de la Armada. Este gesto, uno de los más importantes que concede el Alto Mando Naval, coronaba su paso por una cartera históricamente dirigida por hombres.

Fuentes de Defensa apuntan al estrecho vínculo generado con los altos mandos. Algunos ex almirantes hablan de "la Carolita". En medio de la fuerte presión de estos días, ex comandantes en jefe de la institución habrían ejercido buenos oficios a su favor. Ya antes, ella les habría dado una mano, comentan, cuando el mundo político tenía en la mira al Comandante en Jefe de la Armada luego del 27-F por los graves yerros del SHOA en no dar la alarma de tsunami. "Efectivamente hubo lobby militar por Edmundo González", comenta un alto personero de la Nueva Mayoría.

La nominación de Echeverría, leen algunos, sería un guiño amistoso al mundo castrense, muy maltratado por el piñerismo, especialmente por Andrés Allamand (RN), que usó el Ministerio como trampolín electoral a partir del accidente de Juan Fernández. Ahí fue la Fuerza Aérea la que quedó más golpeada, particularmente por el descabezamiento de su área más sensible en la previa del fallo de La Haya: el comando de combate.

Y es que pese a que nadie discute la preparación y experiencia del futuro ministro Jorge Burgos (DC) en materias de Defensa y Seguridad, como miembro de la Comisión respectiva de la Cámara, fue el responsable de "hundir" al buque Aquiles y sus onerosos viajes de marinos con autoridades y personajes influyentes. Burgos torpedeó la plataforma más eficiente de Relaciones Públicas de la Armada logrando un dictamen de Contraloría que impactó en el mundo naval, y que lo instaló como férreo fiscalizador de la probidad, ajeno a las regalías y la manga ancha con que buena parte de la Concertación privilegiaba al mundo castrense a cambio del sometimiento al poder civil, luego de los traumáticos primeros años de la Transición.

A CARGO DE LAS PLATAS

Desde su militancia PPD y con título de asistente social, Echeverría fue representante para Chile del "Diálogo de gestiones de Colombia", jefa de proyectos de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y administrativo del Ministerio del Interior, asesora del gabinete del Mineduc y coordinadora de la mesa de trabajo MINEDUC-FF.AA.

En ese contexto, ya en 2005 -de la mano de Sergio Bitar- Echeverría fue nombrada coordinadora de la comisión programática para el sector Defensa de la candidatura de Bachelet. Esto pavimentó su camino hacia la  Subsecretaría de Marina. Para entonces Echeverría ya establecía un vínculo privilegiado con el grupo de jóvenes del PPD conocido como la G-90, liderados por el actual ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo. Su jefe de gabinete en el Mindef, en ese entonces era Adolfo Galindo, también miembro del  grupo.

Al igual que Bachelet, también hija de militar, Echeverría apostó por formarse profesionalmente en al área de la Defensa. Si la Presidenta obtuvo su posgrado en la ANEPE, ella consiguió en 2009 su Magíster en Ciencias Militares con mención en "Política de Defensa" en la Academia de Guerra del Ejército.

Las complicidades con la Mandataria generaron vínculos de lealtad y cercanía entre ambas. En su antigua oficina como subsecretaria de Marina, colgaba un cuadro de Bachelet autografiado: "Para Carolina con mucho afecto y gratitud por tu compromiso con nuestra patria. Por tu trabajo y lealtad con el Chile que queremos y en el que nos esforzamos día a día. Michelle Bachelet". No por nada, en su nueva aventura electoral de 2013, la ex directora de ONU Mujeres la eligió para el estratégico cargo de jefa de recaudaciones, al que sólo acceden los más leales y disciplinados. Su esposo, Clovis Osorio, aportó $ 10 millones y ella hizo lo mismo con $ 5 millones.

Bachelet confió férreamente en Echeverría pese a que, cuando era subsecretaria de Marina, estuvo sumariada por posible corrupción en la tramitación de concesiones marítimas solicitadas por la empresa franco-belga Suez-Energy para su proyecto Barrancones, en la IV región.

A través de Echeverría Consultores Asociados Ltda, sociedad que pertenecía a la subsecretaria y su esposo, se consultó por las concesiones e incluso realizaron un estudio de suelo para la empresa energética. Tal como consignó CIPER hace algunas semanas, la suma cancelada por el trabajo realizado a Suez fue de $7 millones. Monto que fue depositado en la cuenta de la consultora, mientras Echeverría aún estaba en su cargo.

El sumario fue favorable para la actual subsecretaria de Fuerzas Armadas y resultó sobreseída. En ese proceso contó con el fuerte respaldo de Peñailillo quien oficiaba entonces como jefe de gabinete de Bachelet.

El 21 de octubre de 2009 la subsecretaria denegó el permiso de concesiones al proyecto Barrancones. Afirmó no contar con los antecedentes suficientes que dieran una seguridad legal y administrativa para resolver favorablemente la solicitud. De acuerdo a ex funcionarios del ministerio de Defensa, Echeverría nunca entendió por qué la estaban investigando y solía repetir que ella no había hecho nada.

Hoy, dentro del PPD, Jaime Quintana y Felipe Harboe son sus principales soporte.

Original: http://www.elmostrador.cl/pais/2014/03/04/las-redes-de-carolina-echeverria-y-el-peso-de-la-familia-militar/

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