Preocupación han generado las declaraciones de la Presidenta Michelle Bachelet en la cena anual organizada por la Sociedad Nacional de Minería (Sonami) respecto a la «judicialización» de los proyectos mineros -la misma frase que fue acuñada por el gobierno de Piñera- y el decidido apoyo a través de la gestión del Ministerio de Energía a los proyectos empresariales de generación eléctrica.

Una relación enfermiza entre la generación de energía eléctrica y la implementación de proyectos de la gran minería, es la que predomina en la Agenda Energética del gobierno de Michelle Bachelet. Como buen representante de la gran empresa, pero en el gobierno, el Ministro Máximo Pacheco -ex mano derecha de Angelini en Copec, ex presidente en América Latina de International Paper, la mayor forestal del mundo y ex director de AFP Provida, entre algunos- ha señalado sin rubor alguno a la prensa, que los proyectos que cuenten con su respectiva Resolución de Calificación Ambiental contarán con el respaldo de la cartera de energía, a través de la gestión de una serie de permisos con otros ministerios.

En declaraciones a pulso.cl, Pacheco explícito su apoyo a la central Alto Maipo y a proyectos hidroeléctricos en Hidroyasén, pese a la férrea oposición de las comunidades que se verían afectadas.

Desde la cartera de Energía se ha implementado una agenda comunicacional similar a las de otros gobiernos, solo que con un gatopardismo exacerbado pues el gobierno de Michelle Bachelet ha sido quien se comprometió a no dar apoyos a proyectos a los que la comunidad se opone, mientras se compromete recientemente a gestionar los proyectos empresariales privados.

Se ha intentado sensibilizar acerca del costo de la energía eléctrica en los hogares indicando que se espera que suban las cuentas entre 600 y 1000 pesos, pero de manera cínica se omite que, como señala un informe del INE Distribución de energía eléctrica por tipo de cliente (2007-2010) el 34.8% de la energía va hacia el sector minería,  un 23.9% a industrias y solo un 16.2% a clientes residenciales. La gran industria y la minería tienen tarifas especiales y además muestran un bajo porcentaje de ahorro energético.

Bajo la premisa de que el crecimiento traerá igualdad, ideología ampliamente cuestionada no solo a nivel nacional, sino también internacional, desde el gobierno se justifica el apoyo a la iniciativa privada. El cuestionamiento es entonces ¿No debiera estar el gobierno de parte de las comunidades en vez de convertir su Ministerio de Energía en un departamento administrativo de la iniciativa privada?

El rubro empresarial del señor Pacheco y su declarado apoyo al nefasto extractivismo chileno también se ve reflejado en otros personajes dentro del gobierno. El Subsecretario de Medioambiente Marcelo Mena trabajo para Octopus, hoy BioBio Genera, haciendo los modelos de emisiones. Este personaje, disfrazado de medioambientalista, apoya la entrada del Shale Gas a Chile pese a la cuestionada Fracturación Hidráulica, su método de extracción que ha producido severos daños en los lugares en los que se extrae y cuyo principal exportador es EEUU.

Es bastante inmoral y alarmante lo que sucede tanto en las carteras de Medioambiente como de Energía, pues ambas no son una instancia para servir de puente o facilitar la consumación de proyectos energéticos contaminantes, sino proteger el bien común del país. Que decir de Michelle Bachelet, cuyas consignas ciudadanas, a solo meses de haber asumido se desmienten con sus propias declaraciones.

Fuente Imagen: Pedro Cerda. Agencia UNO