Conversatorio abordó crítica situación del agua en Tirúa

Este 22 de marzo se realizó un conversatorio en la comuna de Tirúa titulado "Situación del Agua en Tirúa". En el evento se reunieron diversas personas a debatir sobre el conflicto del agua que se vive en Chile, Wallmapu y Tirúa. La actividad fue organizada por la Red de Mujeres del Lavkenmapu y la Fundación Lican.

Nicolás Salazar / resumen.cl

La actividad tuvo una modalidad híbrida, ya que para respetar el aforo del recinto solo pudieron congregarse 20 personas. Sin embargo, se realizó una transmisión en vivo por Facebook Live que tiene los contenidos de la actividad.

El expositor Juan Fuenzalida, coordinador del área de medio ambiente de la Fundación Lican, explicó que 1 de cada 7 personas de la comuna reciben agua de camiones aljibe, lo cual representa una gran cantidad de personas que solo reciben 50 litros diarios del vital elemento. Hay que considerar que lo mínimo según la OMS para consumo diario por persona son 100 litros, por lo que se estaría vulnerando el derecho humano al agua en la comuna, de una parte considerable de su población.

El conversatorio se realizó en el centro cristiano de Tirúa

Fuenzalida además enfatizó que al menos 5 escuelas reciben agua en camiones aljibe en la comuna. Cabe señalar que esta agua viene de fondos de la ONEMI, por conceptos de emergencia, y la pagamos todos por medio de de licitaciones de camiones para distribuir el agua. Se debe destacar que las comunidades más afectadas son de carácter rural. Asimismo, reflexionó críticamente sobre la distribución de agua en camiones, considerando que no es sustentable a largo plazo y que solamente se está considerando el agua para las personas, pero no para las huertas, animales y procesos agrícolas de las familias campesinas. Fuenzalida además describió cómo en los meses de verano cae mucha menos lluvia que antes, por lo que estos meses son críticos para el abastecimiento de agua en la zona.

 

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Otra expositora fue Carmen Carrillo, dirigenta de la Red de Mujeres del Lavkenmapu. La expositora realizó una presentación en donde relató la historia de la concientización en torno al tema del agua en Tirúa desde el año 2014. Carrillo recalcó lo medular de tomar conciencia de la diferencia entre un monocultivo y un bosque para la retención de aguas en los suelos. Considerando a un bosque como un ecosistema diverso, con múltiples especies, y un monocultivo como una plantación de una sola especie, con menor diversidad de plantas, animales y microorganismos que permiten la salud y permanencia de los suelos fértiles y húmedos. Destacó experiencias importantes como las visita de Claudio Donoso, Carol Acevedo, Gonzalo Silva, capacitaciones sobre producción de arboles nativos en la Senda Darwin a Chiloé, entre otras.

Ademas Carrillo explicó que han llevado un proyecto pionero de protección de microcuencas en Tirúa Sur, en donde sacaron los pinos y eucaliptos, y plantaron arboles nativos, junto a un proceso de cierre de la microcuenca (para que no entre el ganado), generación de zanjas de infiltración y curvas de nivel, lo que ha permitido que vuelva el agua a la microcuenca.

Río Tirúa junto a la ciudad

Por último fue el turno de Cristian Frene, ingeniero forestal, magíster en recursos hídricos y doctor en ecología, el cual puntualizó que más que "crisis del agua", en Chile existe un "conflicto por el agua", el cual es constante y contrapone diversos intereses. En ese punto, por ejemplo destacó a actividades productivas que están contaminando y consumiendo el agua, empresas que son de carácter extractivista, es decir sacan la mayor cantidad de recursos en el menor tiempo posible sin considerar a las comunidades de los territorios. Además, realizan prácticas extremadamente nocivas para el medio ambiente y directamente sobre el agua.

 

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Según Frene el sector forestal es uno de los principales responsables de los conflictos por el agua en el sur de Chile. Solo las empresas CMPC (Mininco) y Arauco concentran cerca de 1,7 millones de hectáreas, y parte importante del agua que consumen los sectores rurales se encuentra en terrenos de propiedad de estas empresas forestales. Frene detalló que las talas rasas son una de las peores prácticas de las empresas en términos de la retención del agua en el suelo, ya que disminuyen su capacidad de retener el agua y liberarla paulatinamente para la comunidad y los ecosistemas. También explicó que las forestales contaminan el agua a través de pesticidas y las industrias de celulosa. Enfatizó que el código de agua chileno es el más extremo del mundo, porque pone al agua como un bien de mercado, entregado de forma gratuita y a perpetuidad. Frene además enfatizó en la necesidad de alternativas que pongan en el centro el cuidado del agua, como la regeneración ecológica, el cuidado de los cuerpos de agua, las zanjas de infiltración, entre otras buenas prácticas con nuestros ecosistemas.

La actividad además contó con la participación de diversos concejales como Yohana Ankaten, Luis Sandoval y Juan Carlos Vargas, así como dirigentes de comunidades, del área de la salud, estudiantes, profesores, funcionarios municipales y otras personas de la comuna.

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