Crisis en liceos de Lebu: Estudiantes del Isidora Ramos se suman a la toma de establecimientos acusando faltas a la ley de Inclusión, casos de acosos sexual y paupérrima infraestructura

Los dramas infraestructurales en los establecimientos educacionales de Lebu quedaron al descubierto, tras las tomas de los liceos Polivalente Rigoberto Iglesias Bastías e Isidora Ramos de Gajardo, este último ocupado por sus estudiantes este lunes.

Por Juan Contreras Jara

Exigiendo la reparación de la techumbre de su gimnasio, acceso a agua caliente en los camarines y calefacción en las salas y talleres, las y los estudiantes del liceo Isidora Ramos de Gajardo, se tomaron sus instalaciones la mañana de este lunes.

A las paupérrimas condiciones de la infraestructura del establecimiento, hay que agregarle problemáticas con el acceso al almuerzo, para el que solo disponen de 20 minutos, además de incumplimientos con la ley de inclusión, existiendo incluso una acusación de acoso sexual contra un docente que la dirección del liceo aun no remitiría a las autoridades educativas de la comuna.

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La toma del liceo Isidora Ramos de Gajardo se suma a la efectuada el pasado jueves por las y los estudiantes del Polivalente Rigoberto Iglesias Bastías. Desde ambos establecimientos acusan abandono por parte del Daem de Lebu, en cuanto a la mantención de techumbres, baños, acceso a calefacción, entre otras.

¿Sobra la comida en el liceo Isidora Ramos de Gajardo?

Además de las problemáticas en baños, camarines y techo de su gimnasio, el acceso al almuerzo entregado al estudiantado también es parte de su petitorio, el que denuncian, se dificulta debido al poco tiempo que tienen para comer y que cuando sobran alimentos, estos de botarían. Lo anterior, debido no solo alas y los estudiantes que quedan sin almorzar por el poco tiempo para hacerlo, si no que además porque existe una disposición de 180 bandejas de comida y solo se le permite acceder a 60.

Según Williams Ulloa, vocero de la toma del liceo Isidora Ramos de Gajardo de Lebu, comentó que, «la encargada de convivencia se para con una lista donde se entregan las bandejas y uno tiene que mostrar un carnet para almorzar. Nos privan la comida porque hay que darle espacio a los compañeros inscritos, pero después sobran bandejas de comida. Ahora con el nuevo horario, no alcanzan todos a almorzar y cuando se hace tarde directamente cierran, dicen que ya es tarde, que tenemos que ir a clases y que tenemos que si queremos almorzar debemos llegar más temprano, cuando nos dan apenas 20 minutos».

Al ser consultado por el destino de las bandejas restantes de comida, que no distribuyen entre el estudiantado, independiendo de que esten o no inscritos, Ulloa expresó que «la botan».

Faltas a la ley de Inclusión y acusación de acoso sexual

Otra de las problemáticas que viven las y los estudiantes del liceo Isidora Ramos de Gajardo tiene que ver con prácticas discriminatorias, contra la comunidad LGTBIQ+ «y sobre todo por nuestras compañeras que son acosadas diariamente en nuestro liceo y por los mismos docentes», enfatizó Constanza Retamal, parte de la vocería de la toma.

En este sentido, la estudiante movilizada explicó que la dirección del establecimiento no fomenta el respeto por las disidencias al interior del establecimiento, poniendo por sobre la normativa el reglamento del liceo. «Por ejemplo, a compañeros le han llamado la atención por como visten o a las compañeras por tener la falda corta, les han dicho que han provocado a sus compañeros, cuando a los compañeros les deberían enseñar que a nuestras compañeras no se les debe ver la falda, ni por cuanto mida la falda se mide su respeto».

A estas irregularidades hay que agregar la gravísima acusación de acoso sexual que las y los estudiantes firmaron y presentaron al director, Carlos Rebolledo, quien se comprometió a seguir el protocolo, pero después de dos semanas no concretó, motivando la toma del estudiantado.

«Compañeras han sufrido acoso por parte de los docentes, ya sea por comentarios sexuales que les han hecho o tocarlas de una manera indebida. Esto llegó a la dirección del liceo y en el reglamento del liceo dice que si una de nuestras compañeras o curso como en este caso, hace un reclamo, tiene que haber un seguimiento, pero esto no se hizo cumplir».

La respuesta del director del establecimiento, Carlos Rebolledo, comentan desde la toma del liceo Isidora Ramos de Gajardo, «es que hay temas que se pueden ver a corto, mediano y largo plazo», negando una respuesta concreta a aspectos tan importantes como las acusaciones de acoso sexual y faltas a ley de Inclusión.

Las y los estudiantes movilizados aseguraron a Resumen que no depondrán su toma mientras el Daem y la dirección del establecimiento aseguren respuestas concretas a sus problemáticas, que al igual que en el liceo Polivalente, se arrastran hace años y se profundizaron tras la pandemia y el retorno a clases presenciales.

 

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