Desde que el sindicato conformado por 61 socios inició una huelga indefinida el pasado 9 de marzo, una serie de secuelas han tenido en su paso las y los trabajadores de la educación al luchar por sus exigencias: Desde brutal represión policial en manifestaciones hasta demandas laborales que se mantienen lejos de resolverse.
Por Constanza Ulloa Millaguir
Entre las exigencias del sindicato se encuentran el reajuste de sus sueldos acorde al IPC, gratificaciones, aspectos de materiales referidos a las condiciones de trabajo y la actualización de un contrato colectivo que data del año 2019 pero que la corporación se niega a negociar colectivamente.
Y es que luego de que la comunidad estudiantil, parlamentarios/as y colectivos como ''Apoderados Organizados LCH'' y ''Ex-alumnos LCH'', presionaran por la difícil situación que está afrontando la comunidad educativa, la corporación recién en el mes de junio mantuvo conversaciones a través de una mediadora del Tribunal Laboral.
La Corporación Educacional El Bosque pidió hacer llegar una propuesta de contrato colectivo, por lo que el sindicato presentó lo solicitado de acuerdo a las difíciles circunstancias que está viviendo la comunidad estudiantil. Sin embargo, la corporación respondió con una propuesta de negociación que más bien era un anexo de contrato individual, lo cual es considerada como una práctica desleal en el proceso de negociación.
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En conversación con RESUMEN, el presidente del sindicato del Liceo Camilo Henríquez, Eugenio López, afirmó que luego de las últimas reuniones por separado con la mediadora del Tribunal Laboral, no se ha logrado acordar nada: ''Ellos solo han presentado anexos de trabajo, no un contrato colectivo para ser conversado y discutido''.
Esto teniendo en cuenta que en el año 2019, la corporación realizó el mismo acto, invitando al sindicato a conversar individualmente con el fin de disolver el gremio. Por lo mismo, el presidente sindical se refiere al anexo de trabajo como una práctica antisindical: ''Por lo tanto, no estamos de acuerdo en poder continuar nuestras negociaciones colectivas''.
Detenciones y represión policial dentro de los 115 días de huelga
Además de la permanente intransigencia de la corporación por destrabar el conflicto, se suma la constante represión policial por cada vez que el sindicato de trabajadores/as de la educación desea manifestarse.
Un ejemplo de ello fue cuando a finales de abril, al concluir los 50 días de huelga, las y los trabajadores del sindicato fueron amedrentados desproporcionadamente por efectivos policiales, lo que ocasionó la detención de tres socios/as del sindicato, debido a que la manifestación no fue autorizada.
No obstante, al cumplir los 100 días de huelga el pasado 16 de junio, se realizó una manifestación autorizada por la Gobernación donde, sin previo aviso, funcionarios de Fuerzas Especiales irrumpieron de manera agresiva, afectando a adultos de la tercera edad, niñas, niños y jóvenes.
Al respecto, Eugenio López aseguró que la fuerza pública fue desproporcionada: ''Se sobrepasaron porque estábamos con autorización. Entonces la autoridad tendrá que responder al respecto".
Si bien hace dos días el presidente de la corporación, Miguel Ángel Jara, emitió declaraciones a Cooperativa señalando que los comentarios de parlamentarios sobre la compleja situación han sido muy agresivas, el dirigente sindical cree que la solución es política, por lo que planteó que ''consideramos que los parlamentarios tienen una gran tarea para destrabar esto desde el punto de vista legislativo''.