[resumen.cl] El 12 de noviembre de 2002, tras 5 días de agonía producto del disparo de carga de plomo efectuado por Marco Treuer, murió el joven Alex Lemun en Temuco. Tras casi dos décadas, condenado al autor del disparo, pero el tribunal dio por cumplida la pena.

El 7 de noviembre de 2002, efectivos de Carabineros de Chile realizaron un desalojo en el fundo Santa Alicia durante un proceso de recuperación liderado por comunidades mapuche.

En este contexto, el ahora exfuncionario de Carabineros, Marco Aurelio Treuer Heysen cambió la carga de su armamento por munición de perdigón de plomo, efectuando un disparo que dio en la cabeza del joven mapuche Alex Lemun, quien falleció en el Hospital de Temuco tras cinco días de agonía a la edad de 17 años.

El caso ha sido fiel reflejo de la impunidad que ha trascendido durante la postdictadura. Luego que Carabineros planteara que actuó en legítima defensa debido a que habría recibido disparos de parte de los comuneros, las pruebas recopiladas hicieron caer el montaje, abriendo una investigación que se vio frenada durante años y que, hasta la fecha, aún no concluye en términos judiciales.

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La justicia militar declaró, en primer lugar, el sobreseimiento del delito efectuado por el autor del disparo que dio muerte al joven mapuche, lo cual fue llevado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, organismo que, luego de años de espera, ordenó al Estado de Chile reabrir la causa; esta vez mediante la justicia civil.

Fue recién a fines de octubre de 2021, a 19 años del crimen, que el Tribunal Oral en lo Penal de Angol sentenció a apenas tres años de presidio menor Marco Treuer Heysen como autor del asesinato.

Sin embargo, el TOP dio por cumplida la pena del excarabinero tras considerar el tiempo que pasó con medidas cautelares en una comisaría de la policía y en su domicilio. En términos concretos, Treuer  no pisará la cárcel pese a ser condenado por asesinato.

Tras 19 años de espera y gestiones en organismos de Derechos Humanos, finalmente pareciera que la familia Lemun Saavedra no tendrá justicia ni reparación por la muerte de su hijo a manos de un agente del Estado. Sin embargo, tras conocerse la condena, se revisaría la eventual decisión de apelar o no a la sentencia del Tribunal.