Yo no voté por el NO por Hugo Montecinos(*)
Me inscribí recién en 1992. No quise sumarme a la masa de borregos que tiraron la rayita vertical y creían que todo se resolvería mágicamente, sin leer la letra chica de la "transición pactada", cocinada en la embajada de USA 1986. NO quise confundirme con los cobardes demócratas de última hora. Ni avalé la transaca de los que sí sabían que las cosas iban a ser así de asquerosas , porque les convenía y les garantizaba un rol clave como alcahuetes del control social, esos que apoyaron el golpe y finalmente les resultaba lo que esperaban el 73 tas un año de dictadura que llamara a elecciones (Frei). No voté ese día; mi voto fue luchar diariamente durante 17 años, con todos y de manera amplia, más sin dejar de decir lo mío: el cambio debía ser profundo o no sería (ya había leído a Lempedusa). El triunfo electoral del No simplemente constató un estado de la opinión pública a esas altura obvio, formado por las luchas masivas desde mucho antes, pero lo desvinculó completamente de las metas y de los votantes ("váyanse para la casa, en orden, muchas gracias, sería todo").