Pero el color de asesinos no borrarán de su cara. Victor Jara.
Este lunes se cumplió 3 años del asesinato de Rodrigo Cisternas. El obrero curanilahuino era uno de los más de 6 mil trabajadores subcontratados, que Bosques Arauco tenía hasta ese momento y que estaban en huelga por un mejor salario.
El asesinato de Rodrigo es un símbolo del estado represivo con que la Concertación protegió los intereses de los grandes empresarios, como Angellini.
El Estado de Chile mantiene en completa impunidad a ministros y carabineros que oredenaron reprimir y hoy este asesinato, junto con los de otros jóvenes, mapuche y chilenos, es un recordatorio constante del servilismo empresarial de la Concertación.
Ahora, es necesario tener siempre presente que la misma Concertación, que intentó figurar en las celebraciones del Día del Trabajador, son los mismos que asesinaron a Rodrigo Cisternas y mantuvieron una legalidad y un servicio represivo al pedido de los empresarios.