El pasado 24 mayo la editorial Talleres Gráficos Sartaña realizó el prelanzamiento del libro «La Fábrica Textil Rayonhil. Industria, redes de sociabilidad y Poder Popular. San Antonio, 1948-1980», que fue presentado junto a la autora e historiadora Constanza Vega, con el motivo de conmemorar los 50 años de la toma de la importante fábrica sanantonina.

Constanza Ulloa Millaguir

Este año se cumplen cinco décadas de la toma de la fábrica Rayonhil de San Antonio por sus trabajadores y trabajadoras, quienes en 1971 administraron la fábrica, siendo una de las primeras en el país en pasar al Área de Propiedad Social (APS) en pleno gobierno de Salvador Allende.

RESUMEN realizó una entrevista a la historiadora y autora del libro, Constanza Vega, que con su trabajo permitió reconstruir una historia desde la memoria de San Antonio y que no solo unió a la clase trabajadora y sus familiares, sino que también consolidó su organización hace ya cincuenta años.

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– ¿Cómo construiste esta investigación?

Yo empecé con esta investigación de la fábrica cuando me encontraba trabajando como profesora en San Antonio, además siempre supe que me gustaba mucho la investigación.

En 2017 estaba preparando lo último que me quedaba de mi tesis del Magister en la Universidad de Chile y en el que estaba abordando justamente un período de la Unidad Popular. Entonces, leyendo me encontré con el nombre de Rayonhil, como una de las primeras fábricas que había sido intervenida por un trabajador y que había sido tomada por los trabajadores.

Eso despertó el recuerdo de que tenía un compañero  que sabía de la fábrica. No es la primera vez que oía su nombre y de a poquito empecé a indagar y me di cuenta de lo tremendo de esta historia que estaba ahí botada, sin ser recuperada. Y de ahí empecé a investigar acá, fue todo un desafío la investigación, porque a diferencia de otros lugares o de otras fábricas, como por ejemplo la rayon taller de Quillota, acá no hay archivo donde consultar. Está todo como desperdigado, todo disperso en manos de familiares o privados. Entonces fue un trabajo  un poco minucioso y que también gracias a ellos fue posible.

– ¿Qué tipo de relaciones se daban en el contexto de la fábrica Rayonhil? Más allá de lo laboral (empleador-trabajador), sino que entre las y los mismos trabajadores. Asimismo, ¿Se logran vislumbrar otros tipos de relaciones para con el modelo de la industria? 

Sí. Por ejemplo, Rayonhil también fue un ejemplo de aquello. En el libro también mencionó el tema de la sociabilidad en ella, en el sentido de que fue formado equipos de béisbol o equipos de fútbol.

Algo super recordado por todos los familiares de trabajadores y trabajadoras de Rayonhil es que pasaban las navidades en la fábrica junto a toda la familia, porque desde muy temprano se hicieron dos sindicatos: el de empleados y el de trabajadores. Los sindicatos se organizaban y compraban los regalos a los niños.

En esa época eran regalos de buena calidad, entonces era todo un logro. En el caso de los empleados, por ejemplo, los días lunes en la tarde tenían funciones de cine y los hijos asistían.

– ¿Cómo caracterizas la organización de las y los trabajadores al interior de la fábrica y su relación con el ejercicio del poder popular?

Es super interesante porque previo a  la toma de la fábrica en mayo de 1971, ya habían existido otras huelgas, unas de tres meses e incluso de paralización, en donde estaban presionando mejoras salariales y también otros beneficios. Ellos supieron cómo organizar a los trabajadores de la fábrica en busca de sus derechos.

Alguna vez lo consiguieron, otras veces no. Pero claramente hubo una ocasión en la que formaron alianzas con Rayón Said de Quillota, como ambas producían rayón y era una materia muy importante en la industria textil y de las pocas que existían en Chile, se unieron como en una especie de federación para para lograr presión. O sea, si una estaba en huelga, la otra se sumaba también.

Comprobé eso porque fui a los archivos del Museo de Quillota y habían algunas referencias a Rayonhil también, o sea ya había extendido su capacidad organizativa, incluso más allá de la industria misma. Y en el 71, cuando se toma la fábrica, una de las cosas que siempre me han repetido las entrevistas los trabajadores, el logro, por ejemplo, de que hubiera existiera un casino para todos, eso había sido una de las prácticas más notorias de ese espacio. 

– ¿Cómo fue el proceso de toma de la fábrica y cuáles fueron sus consecuencias?

La fábrica amaneció tomada el 24 de mayo en 1971,  ya se había conversado alguna vez esta idea de tomarse la fábrica, además la atmósfera misma que existía en el país, estaba afectando este tipo de movilidades.

En el caso de la fábrica textil Rayonhil, los dirigentes de la fábrica en gran parte eran del Partido Socialista. Había algunos del FTR (Frente de Trabajadores Revolucionarios), del MIR y del MAPU, como Ceferino Santis que actualmente es un detenido desaparecido.

Entonces tomada la fábrica, dejan resguardando  ahí a un grupo, mientras que otro se movilizaba en una micro hacia Santiago para tomarse la fábrica. Asimismo, había un grupo de una decena de trabajadores/as  que estuvieron en las oficinas de la administración por tres días.  Entonces llegó el ministro Vuskovic e hicieron un acuerdo para pasar al Área de Propiedad Social y nombraron a un interventor socialista.  

– ¿Cómo vivió la fábrica la instalación de la dictadura y lo referido a la represión-desarticulación sindical?

A partir del sindicato, obviamente sacaron a todos los dirigentes que habían sido elegidos por los trabajadores/as hasta el momento. No disolvieron los sindicatos, pero sí nombraron a trabajadores que no tuvieran ninguna militancia política, o las asignaban ellos mismos ya que pusieron como administrador a un militar.

Yo conversé con una trabajadora, me contaba que ella justo le tocaba el turno cuando sucedió el tema del Golpe, el 11 de septiembre. Observó cómo llegaron los militares, y fue un amedrentamiento brutal el que sufrieron ese día. La fábrica a partir de ese momento, según lo que contaban los testimonios,  progresivamente fue bajando la producción de la fábrica, entre otros porque habían muchos trabajadores que habían sido detenidos.

Después del Golpe, al encontrarme un documento, Ismael Edwards, uno de los tantos accionistas ejecutivos de la industria, exige que se le devuelva la fábrica que había sido estatizada e intervenida, por lo que pide que se le regrese en sus manos a los bancos privados. De ahí en adelante la fábrica empezó a vivir su tiempo de declive.

– ¿Qué elementos de aprendizaje se toman para la organización de las y los trabajadores en la actualidad?

Creo que en un país incierto, donde lamentablemente la organización sindical es tan reducida, las demostraciones que se hicieron en ese tiempo desde las bases -no desde cúpulas- vale decir, lograr que haya condiciones igualitarias en los espacios de trabajo, como haber logrado presionar para tener un casino para todos y todas, haber conseguido mejorar su situación salarial. Eso es solamente producto de la unidad, de la coordinación y de la organización de las y los trabajadores. Y entender que, como dice la frase, la unidad hace la fuerza. 

La clase trabajadora estaba realmente mucho más arraigada que en este momento. Ahora hay mucho temor, hay poca posibilidad y en muchas ocasiones es difícil lograr la unidad. Yo lo digo por experiencia propia, porque yo formé parte del sindicato del colegio en que trabajaba y resulta que cuando la congregación religiosa volvió a tomar el control del colegio empezó a despedir a personas que participan activamente en el sindicato. En vez de los trabajadores unirse, y defender a los compañeros y los logros de la negociación colectiva, la respuesta fue bajar el moño. 

¿Cuándo será el lanzamiento de tu libro y dónde podrán adquirirlo quienes estén interesados e interesadas?

A raíz de esta publicación han aparecido muchos casos de testimonios que me quieren entregar. Son de enorme valor y por eso yo estimé necesario aplazar el lanzamiento del libro. Prefiero no decir una fecha, un mes exacto. El libro se saca este año sí o sí en conmemoración a los 50 años que se cumplen en 2021. Lo vamos a anunciar a través de la página de Talleres Gráficos Sartaña y de la página de la Sociedad de Historia San Antonio.

Vamos a hacer un lanzamiento oficial donde pueda valorar no solamente el período de la Unidad Popular, sino que extensivo, de la historia de Rayonhil. La adquisición será a través de Talleres Gráficos Sartaña  y conmigo.

Puedes revisar el registro del prelanzamiento haciendo clic acá.

Fotografía principal: Revista Bulevar