
-Han denunciado diversas deficiencias en la infraestructura del Teatro Municipal, en los lugares donde deben laborar, generando riesgos en su propia inseguridad. Cuéntanos qué sucede ahí y qué proponen.
Esta situación se arrastra por años, y han existido muchos compromisos de efectuar las mejoras en los talleres cuyas condiciones ponen en riesgo la integridad en la salud de las y los trabajadores, con peligro de sufrir accidentes.
Somos el patio trasero del Teatro Municipal, que la opinión pública no ve y que esperamos se corrija con las denuncias interpuestas, pues nos han "vendido el futuro" cada vez que pedimos una solución, y ello es una obligación legal de la Corporación, y si bien es cierto, en este momento se cruza con la negociación colectiva, ello no es una materia negociable, es una obligación legal que ha sido incumplida por años.
- Cuáles han sido las respuestas otorgadas por el directorio y su presidente ante sus demandas.
El directorio no participa de las negociaciones directas, lo hacen ejecutivos de la Corporación, que nos han entregado 4 o 5 propuestas distintas, que en términos económicos representan un aporte marginal a la problemática de desigualdad salarial y que todas tienen el mismo costo económico, es mas, no se han movido de su primera propuesta, salvo en ofertas verbales, futuras y tratando de convencernos con el mismo discurso, incentivos emocionales, y el típico desgaste que siempre se busca por el mundo empresarial.
- De acuerdo al sitio del TMS el directorio está conformado por siete integrantes designados por distintas autoridades, excepto el presidente que es el alcalde de Santiago, sin ningún representante de sus trabajadores. ¿Qué repercusiones tiene esta situación en cuanto a la gestión de esta institución?
Luego de que las socias y socios del Sindicato decidieron manifestarse en el frontis de la Municipalidad de Santiago, fueron recibidos por el alcalde Mario Desbordes y su equipo de técnico y de asesores, y en aquella reunión manifestaron que nuestras demandas eran legítimas, abordables desde lo económico, pues se aproximan al monto de $2.100.000 como costo mensual total.
Finalmente una condición siempre presente en las negociaciones directas entre las partes, es la configuración de una mala fe negocial, que se traduce en la entrega de información que sustenta sus posiciones, la que hasta ahora adolece de ser cierta, incumplen compromisos de entrega de información, propuestas por escrito y velados comunicados que buscan mermar la autonomía de los trabajadores en la toma de decisiones libres de toda presión, dichas conductas no dicen relación con una estrategia negocial, pues creemos se enmarca en una abierta mala fe, por ello estamos explorando derechamente interponer una acción judicial por prácticas desleales y/o antisindicales.