Pese a que las legítimas movilizaciones populares en Ecuador -principalmente de grupos indígenas- tienen al gobierno del banquero Guillermo Lasso contra las cuerdas, el mandatario cortó la mesa de negociación horas después de iniciada utilizando como excusa la muerte un militar.
Por Alejandro Baeza
Una crisis política de proporciones se vive en Ecuador luego de 16 días de paro nacional que se han traducido en masivas manifestaciones populares, encabezadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).
Ante la alta presión de las manifestaciones callejeras, el gobierno encabezado por el especulador financiero, Guillermo Lasso, estableció una mesa mesa diálogo con las comunidades indígenas que reclaman una serie de demandas que van desde el fin de políticas que cancelarías subsidios a los combustibles, hasta otras reformas que apuntan a profundizar la precariedad laboral de la clase trabajadora como lo son las disminuciones de salarios e incluso que funcionarias y funcionarios públicos trabajen gratis un día al mes.
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Si bien gran parte del país estaba expectante respecto a los resultados de esta mesa de trabajo, apenas horas más tardes de su inicio el presidente Lasso comunicó al país el fin de este espacio, utilizando como excusa la muerte de un soldado y apuntó directamente contra Leonidas Iza, dirigente de la Conaie, señalando que ésta «cuando se cuente con legítimos representantes» y que en sus palabras «estén abiertos a un diálogo real y franco» podría retomar el espacio.
Por su parte, desde la Conaie calificaron en Twitter que apuntaron a la falta de voluntad de diálogo de Lasso indicando que «el Gobierno rompe el diálogo confirmando su autoritarismo, falta de voluntad e incapacidad» y lo responsabilizaron «de las consecuencias de su política belicista. Exigimos respeto para nuestro máximo líder. Lasso no rompe con Leonidas, rompe con el pueblo«.
En el mismo día, Guillermo Lasso logró salvar de su destitución en el Congreso debido a que no se consiguieron los votos necesarios.
La excusa para quebrar el diálogo
Lasso encontró un argumento para salir de una mesa de negociación en la que nunca estuvo de acuerdo utilizando como excusa la muerte de un soldado luego de un ataque a un convoy que custodiaba el traslado de diésel a un campo petrolero, el que además dejó a otras 12 personas heridas.
Si bien el Gobierno trata de imputar esta muerte al mismo Leonidas Iza, grupos como Acción Ecológica señalaron que su muerte fue provocada por la intención de los uniformados de abrir los pozos petroleros que fueron cerrados.
«Los militares, con el fin de abrir los pozos petroleros, arremetieron contra los manifestantes (...) se produjo una batalla campal», publicaron en su cuenta en Twitter.