Por: Feminista Autónoma
Ayer martes 15 de marzo, a una semana del femicidio de Magaly Carriel 1, se reunieron al mediodía alrededor de 20 mujeres en un mitin que recorrió diversos puntos importantes del centro de Talcahuano, en cada parada se leían los 11 femicidios que van durante el año 2016, centrándose en el ocurrido en el cerro Zaror de Talcahuano el pasado 7 de marzo, además de la entrega de volantes a las mujeres que pasaban por el lugar.
Esta intervención generó una respuesta inmediata y positiva en las mujeres que se encontraban en los distintos lugares; algunas de ellas se sumaban momentáneamente a la actividad, otras compartían sus opiniones y experiencias con las participantes del mitin sobre las distintas violencias que vivimos por ser mujeres. Por otro lado, no se hacía esperar la respuesta violenta de más de un hombre -que como muchas veces ocurre cuando salimos a protestar- no titubeaban en gritarnos «muchas se lo merecen», «a mi también me violentan porque me mandan a comprar y ayudar en la casa», «por eso después la matan», "infantiles", «están marcadas por el diablo» y muchos otros comentarios de esta índole. Cabe destacar que ambas situaciones no hacen más que reflejar la realidad social en la que vivimos, en donde las mujeres temerosas y en voz baja hablan de la violencia que sufrimos todas cotidianamente, y hombres, que a pesar de ser quienes nos violentan y matan, tienen el descaro de agredirnos hasta en manifestaciones en contra de los femicidios.
Esta actividad fue convocada por feministas autónomas de la zona del Gran Concepción, las mismas que el pasado jueves 10 de marzo, en el marco de la conmemoración del Día internacional de la mujer trabajadora, también realizaron un mitin que recorrió las calles del centro de Concepción denunciando la violencia patriarcal que vivimos las mujeres día a día.
La intención que hay detrás de estas actividades no es una visión victimizante y asistencialista acerca de la violencia que vivimos las mujeres -como algunas instituciones, tales como el Sernam proponen- sino que reconoce todos los tipos de violencia provenientes desde las diversas expresiones del poder patriarcal y por tanto apuesta a una solución real y profunda de esta situación, potenciando la organización entre mujeres, desarrollando la autodefensa y generando espacios de real transformación que aporte a nuestra libertad y felicidad; apuntando con esto a la destrucción cotidiana de este sistema patriarcal-capitalista.
Es por esto que se invita a seguir ocupando los espacios, a salir a la calle, a denunciar, a apoyarnos entre nosotras y a recuperar el control sobre nuestras vidas.
Ni una mujer menos, ni una muerta más! Mujeres organizadas nunca más violentadas!
Notas:
1 Magaly de 63 años, quien se encontraba postrada por un accidente cardiovascular sufría constante violencia por parte de su esposo Carlos Delgado Delgado, quien finalmente termino degollándola. La mujer había denunciado y dejado de vivir con el asesino, pero al quedar postrada no pudo hacer más por sus propios medios contra él, quien volvió a vivir a la casa donde ella estaba.