Tras el golpe militar del 27 de junio de 1973, cerca de medio millón de uruguayos abandono su país para partir al exilio, otros centenares no correrían la misma suerte, siendo detenidos, torturados, desaparecidos o ejecutados por la dictadura.
Por Joaquín Pérez
Chile era visto como faro para las izquierdas latinoamericanas, el propio Movimiento de Liberación Nacional de Uruguay (MLN Tupamaros), "héroes de la revolución latinoamericana" como los denomino Miguel Enríquez, habían realizado un simposio en Viña del Mar, en febrero de 1972.
Por ello no es de extrañar que muchas uruguayas y uruguayos llegaran hasta nuestro país, tras el golpe militar ejecutado en la República Oriental del Uruguay.
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Tras el golpe militar en Chile, el 11 de septiembre de 1973, la persecución contra los refugiados uruguayos fue inmediata. La mayor parte de ellos eran jóvenes militantes del MLN Tupamaro de Uruguay y mantenían vínculos políticos con el MIR de Chile. El propio Mamo Contreras encabezo la búsqueda y tras sus detenciones, la mayor parte de ellos fueron trasladados al regimiento de Tejas Verdes.
Los primeros uruguayos fueron detenidos el 12 de septiembre de 1973, en Las Condes, en la región Metropolitana. Allí compartía casa y militancia política: Juan Ángel Cendan Almada, el "Buby", de 22 años de edad, soltero y trabajador del Hotel Tupahue en Santiago, además de Alberto Mariano Fontela Alonso, 26 años, empleado en el Restaurante Nahuel de la misma comuna. Ambos eran militantes tupamaros. Junto a ellos sería detenida la pareja de Fontela una ciudadana británica, que más tarde fue liberada y expulsada de Chile. Ambos fueron trasladados a Tejas Verdes, donde ya comenzaban a llegar otros detenidos latinoamericanos.
El 14 de septiembre de 1973 es detenido Arazatí López López, de 33 años, 2 hijos, trabajador de una fábrica de hamacas en Santiago, también militante Tupamaro. Su destino sería el mismo: Tejas verdes.
El 20 de septiembre 1973, es detenida en Arica Mónica Cristina Benaroyo Pencu, militante del Partido Comunista de Uruguay (PCU), de 48 años de edad, egresada de filosofía en Uruguay, traductora de oficio. Sus restos fueron encontrados en 2008, decapitada en Cuesta Chaca, a 25 kilómetros al sur de Arica.
Por otra parte, el 29 de septiembre de 1973, tres militantes tupamaros fueron detenidos en el sector del Cajón del Maipo. Se trató de Enrique Julio Pagardoy Saquieres de 21 años de edad; Juan Antonio Povaschuk Galeazzo de 24 años y Ariel Arcos Latorre, de 21 años de edad. Todos ellos fueron trasladados al centro de tortura Tejas Verdes.
Luego, el 11 de octubre de 1973, Julio Cesar Fernández Fernández, militante tupamaro de 24 años de edad, casado y con una hija, fue detenido y trasladado a Colina junto a su compañera, la chilena Alicia Cheuquepán (liberada más tarde).
Posterior a ello, el 18 de noviembre de 1973, fue detenida Nelsa Gadea Galan de 29 años de edad, casada, secretaria de la Corporación de la Vivienda (CORVI), asignada a la empresa soviética K.P.D, dedicada a la construcción de casas prefabricadas. Era estudiante de derecho en Uruguay y tras su llegada a Chile, ingresó a militar en el MIR. Tras su detención y un paso por Londres 38, fue trasladado a Tejas Verdes, donde fue vista por última vez en enero de 1974.
La desaparición de ciudadanos uruguayos, argentinos, bolivianos y brasileños en Chile fue parte del Plan Cóndor, de coordinación entre los organismos represivos de las dictaduras militares del Cono Sur latinoamericano.