Acusan montaje policial en Valparaíso: Estudiante resultó con fractura de cráneo y dos partes por delitos que no cometió

Una de las víctimas de la represión efectuada por las fuerzas policiales en el marco de las históricas jornadas de protesta en la que se encuentra Chile es de Los Ángeles y estudia Restauración Patrimonial en DUOC UC de Valparaíso. Diego Cifuentes sufrió una grave golpiza por parte de Carabineros, que tuvo como consecuencia una fractura en el cráneo. Su familia acusa que no se le brindó ayuda médica real hasta que se aprobó el recurso de protección interpuesto a su favor.

Por Makarena Sierra / resumen.cl

Cuando Chile estalló de rabia el 19 de octubre, Diego Cifuentes fue uno de los estudiantes que salió a protestar en Valparaíso, pero él, a diferencia de los demás, terminaó con una fractura de cráneo y dos partes policiales por supuesto robo en lugar no habitado y porte de armas encontradas en su bolso. Lo que no saldría en el acta policial, es que el estudiante no portaba ningún bolso o mochila al momento de la detención, solo andaba con su vestimenta y un pañuelo.

Tras ser reducido con la culata del arma del carabinero en la nuca -lo que le provocó la fractura-, frente a plaza Victoria, lo subieron al furgón policial y constató lesiones en el Hospital Carlos Van Buren, lugar en el que, si bien se encontraba aturdido por el impacto, tenía la certeza de que habían sido los efectivos policiales los que le habrían causado la grave lesión en la cabeza.

Aunque personal médico señaló que debía ser llevado a un especialista en traumatología por la gravedad de la herida, Carabineros se lo llevó a la Segunda Comisaría de Valparaíso, haciendo caso omiso de las indicaciones. Ahí Diego dice que vio a personal militar entregando un bolso negro a Carabineros y sacando bombas molotov con materiales para fabricarlas, junto con especies robadas.

Cuando tuvo que declarar sus pertenencias y firmar el acta de detención, Carabineros plantó una serie de especies en una mesa: al lado del pañuelo que portaba Diego antes de la detención, estaban las mismas cosas que había visto que los agentes estatales sacaban del bolso: bombas molotov, materiales para fabricarlas y especies robadas.

A pesar de su agotamiento por la herida, se percató de la situación y se negó a firmar. Se leía en el documento que lo habían encontrado con distintos objetos robados (desde polerones hasta perfumes) de la multitienda Ripley, lugar de la detención. Diego señala que debe tratarse de algún tipo de revancha por haber denunciado a personal médico que Carabineros lo había herido gravemente.

Al día siguiente, el domingo 20 de octubre, pasa a control de detención. En la Sala 1 del Juzgado de Garantía de Valparaíso, el caso queda a cargo de la jueza Sylvia Quintana Ojeda, quién desestima la versión de Carabineros por ser "poco creíble", ya que "no están los suficientes antecedentes para acreditar la existencia del delito". Esto, sumado a la irreprochable conducta de Cifuentes, llevó al Tribunal a considerar desproporcionada la medida de prisión preventiva.

No obstante, el fiscal a cargo apeló la decisión de la jueza, por lo que la causa pasó a la tercera sala de la Corte de Apelaciones de la ciudad. El lunes 21 de octubre, los ministros Raúl Mera Muñoz, Pablo Droppelmann Muñoz y María del Rosario Lavín Valdés de la corte revocaron la decisión y declaró la pena de prisión preventiva por 90 días -luego de los cuales debe recibir una nueva audiencia-, sin preocupación por la atención médica que Diego debía recibir de forma urgente.

La abogada del caso, María Pía Bécquer calificó este cambio como una "cuestión política". "Dentro de este movimiento social hay muy pocos casos de personas que han sido encontradas con bombas molotov. Entonces, en mi opinión, Diego fue como un chivo expiatorio que, curiosamente, le tocó en una sala de la Corte de Apelaciones con tres ministros de derecha. Además, la resolución que emitieron fue de apenas cinco líneas y la de la jueza fueron casi dos páginas. (...) Hicieron todo lo posible para justificar la lesión que tenía Diego", afirma.

Al llegar a la Penitenciaría de Playa Ancha, sufrió otra golpiza por parte de personal de Gendarmería, quienes le dijeron que le había pasado por "andar protestando". Al estudiante le fue negada la atención médica que requería y permaneció sin visitas ni llamadas familiares hasta el día 25 de octubre, fecha en la que su madre, Claudia Venegas, recién pudo verlo. "Vamos a tener que ir investigando con abogados para que salgan a la luz las pruebas y todas las contradicciones de Carabineros porque sus partes policiales que son totalmente inconsistentes", expresa su madre.

Diego pudo acceder al hospital de la penitenciaría recién el día domingo 27 de octubre para que se le hicieran exámenes médicos, esto como consecuencia del recurso de amparo interpuesto por el defensor público. Además, esta mañana se revisarán las medidas cautelares a las que está sometido.

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