[resumen.cl] Un estudio reveló que en las próximas décadas podría ocurrir la extinción del 40% de las especies de insectos a nivel mundial generando consecuencias catastróficas para los ecosistemas del planeta y las sociedades humanas. El cambio de hábitat (intensificación de la agricultura) y la contaminación (pesticidas) son las principales causas. El estudio concluyó que se debe hacer «Todo lo que sea necesario para permitir la recuperación de las poblaciones de insectos en declive y salvaguardar los vitales servicios ecosistémicos que estas proveen». Para ello proponen un replanteamiento de las actuales prácticas agrícolas, una gran reducción en el uso de pesticidas, además de implementación de tecnologías de remediación que podrían ser aplicadas para limpiar aguas contaminadas en ambientes urbanos o agrícolas.
Hoy se tiene amplia certeza de que la biodiversidad de insectos está gravemente amenazada a nivel global. En ecosistemas terrestres, Lepidoptera, Hymenoptera y Coleoptera aparecen como los taxa más afectados, mientras que los cuatro principales taxa de insectos acuáticos (Odonata, Plecoptera, Trichoptera y Ehemeroptera) han perdido una considerable proporción de especies.
El estudio recientemente publicado en la revista Biological Conservation realizó una revisión de 73 reportes históricos de declive de insectos desde distintas locaciones a nivel global y determinando sistemáticamente sus causas subyacentes. La información presentada en el estudio se refiere principalmente a países desarrollados en Europa y América del Norte. Esto debido a que estas regiones tienen los registros históricos más completos que permiten hacer comparaciones de la biodiversidad en escalas temporales.
Los grupos de insectos afectados no solo incluyen a los especialistas que ocupan nichos ecológicos particulares, pero también muchas especies comunes y generalistas. Concurrentemente, la abundancia de un pequeño número de especies se está incrementando, estas son las adaptables y generalistas especies que están ocupando los nichos vacantes dejados por las otras especies en declive.
Entre los insectos acuáticos, especies generalistas en hábitat y alimentación, y tolerantes a los contaminantes, están reemplazando las grandes pérdidas de biodiversidad experimentadas en aguas con influencias agrícolas o urbanas.
Según el estudio, las principales causantes del declive de especies aparecen en orden de importancia:
1) pérdida de habitat y conversión a agricultura intensiva y urbanización.
2) Contaminación, principalmente de pesticidas sintéticos y fertilizantes.
3) Factores biológicos, incluyendo patógenos y especies introducidas.
4) Cambio climático.
Conclusión: se debe hacer todo lo posible para revertir el declive o nos esperan consecuencias catastróficas
Las conclusiones del estudio destacaron el terrible estado de la biodiversidad de insectos en el mundo, con cerca de la mitad de la especies rápidamente declinando con un tercio de estas siendo amenazadas con la extinción.
El cambio de hábitat y la contaminación son las principales variables en este declive. En particular, la intensificación de la agricultura en las pasadas 6 décadas se posiciona como la raíz causa del problema y con su dispersión, mediante el uso de pesticidas sintéticos es la mayor variable que incide en la pérdida de insectos en tiempos recientes.
Debido a que estos factores se aplican a todos los países del mundo, se calcula que tendencias similares ocurren en países tropicales y en vías de desarrollo.
Los investigadores señalan que la conclusión del estudio es clara: a menos que se cambien nuestras formas de producir comida, los insectos como totalidad, se encontrarán camino a la extinción en unas pocas décadas.
Las repercusiones que esto tendría para los ecosistemas del planeta son catastroficas ya que los insectos son la base estructural y funcional de muchos de los ecosistemas desde su ascenso al final del periodo Devónico, hace unos 400 millones de años atrás.
Medidas concretas: restauración de hábitat original, disposición entre cultivos de franjas de vegetación para promover la llegada de insectos y disminución drástica en el uso de agrotóxicos (pesticidas, herbicidas y fungicidas)
El equipo de investigación señala que la restauración de los hábitats, acoplada con una drástica reducción en las entradas de agroquímicos y un rediseño de la agricultura es probablemente la manera más efectiva de detener este declive de insectos, particularmente en áreas de intensiva agricultura. Por ejemplo, franjas con flores y pastizales establecidos en los bordes de los campos de cultivo aumentan la abundancia de polinizadores silvestres. El estudio también señala que la rotación de cultivos con zonas con trébol pueden ayudar a aumentar la abundancia de abejorros
El estudio señala que estas tácticas de ingeniería ecológica, no solo están a favor de los polinizadores sino también conserva a los insectos enemigos naturales que son esenciales para mantener a raya a ciertas especies de insectos herbívoros consideradas plagas en muchos cultivos. Sin embargo, el estudio recalca para que estas medidas se vuelvan efectivas es imperativo que el actual uso de pesticidas, principalmente insecticidas y fungicidas, sean reducidas al mínimo como para permitir una recuperación del número de insectos y sus controles biológicos asociados.
El estudio recalca que no existe peligro en la reducción drástica de pesticidas sintéticos, como estos no contribuyen significativamente al rendimiento de los cereales, pero gatillar la resistencia de pesticidas afecta negativamente la seguridad alimentaria y algunas veces bajos ingresos en las granjas.
Los investigadores recordaron que la implementación judicial de la integración del manejo de pesticidas (IPM) en Europa así como en países en desarrollo de África y Asia han logrado en los últimos años similares e incluso mayores rendimientos agrícolas en cereales.
El estudio indica que en muchos países, para los sistemas agrícolas el control biológico constituye una medida de bajo uso pero de buen rendimiento para resolver problemas de plagas agrícolas mientras conservan la biodiversidad tanto en los propios cultivos como más allá de estos.
Para los insectos acuáticos, el estudio propone la rehabilitación de marismas y la mejora en la calidad del agua para la recuperación de la biodiversidad. Además señalan que esto puede requerir la implementación de efectivas tecnologías de remediación para limpiar las aguas contaminadas.
Sin embargo, el estudio señala que la prioridad debería estar dada a reducir la contaminación por escorrentía, la lixiviación de químicos tóxicos, particularmente pesticidas. Solo estas condiciones pueden permitir la recolonización de las especies que sustentan esenciales servicios ecosistémicos como la descomposición de los desechos y el ciclaje de nutrientes, proveyendo comida a peces y otros animales acuáticos y son eficientes depredadores de plagas de cultivos, yerbas acuáticas y mosquitos nocivos.
Vea el estudio aquí
Fotografía principal: Bombus dahlbomii en cardón (Cynara cardunculus). Quebrada El Canelo, 2 km al sur de Los Vilos, Chile. Por: Pato Novoa, Flickr.