[resumen.cl] Desde la semana pasada, se registró la masiva varazón de peces como sardina, anchoveta, pejerrey y otros en la costa de Coliumo, comuna de Tomé.
Observaciones de Sernapesca determinaron que se trata de una surgencia costera. Este tipo de eventos podría volverse más frecuente en las próximas décadas, a medida que el cambio climático genera condiciones de aguas más frías y vientos más intensos en nuestras costas.
Los procesos de surgencia costera, los vientos sobre la superficie del océano desencadenan afloramientos de aguas frías hacia la superficie ricas en nutrientes pero pobres en oxígeno. Son eventos característicos en diversas regiones de la costa chilena y también permiten condiciones de elevada productividad y alta biodiversidad.
"La surgencia costera es un proceso oceanográfico que consiste en el ascenso de aguas profundas, más frías que el promedio superficial, ricas en nutrientes y CO2 y con bajos niveles de oxígeno, debido al esfuerzo que ejerce el viento costero sobre las capas más superficiales del océano" indicó Camila Fernández, directora del Centro Oceanográfico del Pacífico Austral (COPAS Coastal)
"En un par de días se retiraron 125 toneladas de peces de las playas de la Bahía de Coliumo. Por supuesto eso es la consecuencia inmediata de la entrada de aguas pobres en oxígeno» explica la investigadora.
Estos eventos generan preocupación entre la población por sus consecuencias ecológicas, económicas y turísticas.
Cambio climático provoca un enfriamiento y aumento de intensidad de vientos en el área costera en Chile.
Según indicó Marcelo Oliva Moreno, investigador del Instituto Milenio de Oceanografía a El Mercurio de Calama «En la zona costera de Chile vamos a tener un fenómeno sorprendente, que es un «enfriamiento regional», y eso es consecuencia de la integración de los sistemas que constituyen la Tierra. El calentamiento producirá diferencias en centros de temperatura de alta y baja presión, y eso provocará vientos más fuertes, por ejemplo, los vientos alisios que empujan las masas de agua. Considerando el efecto «coriolis» (del giro de la Tierra sobre los océanos), este impulso o arrastre del viento sobre la columna de agua superficial, las mareas llegarán un poco más a la costa. Y ese movimiento provocará un vacío que será reemplazado por aguas profundas, que es una agua fría subantártica»
El investigador recalcó que «se enfriará el área costera, dentro de un esquema de calentamiento global. Hay varios artículos que demuestran que los cambios que están ocurriendo en las costas del Pacífico Sur, por ejemplo, en Callao (Perú), Coquimbo, Antofagasta y Concepción, contrastan con las tendencias en el Continente. A nivel de sequía, tendremos una grande desde el norte hasta Chiloé, pero aquí en el norte eso no impactará demasiado, ya que nunca ha llovido.
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Previamente, el investigador del Departamento de Oceanografía de la UdeC Rubén Escribano había señalado al portal Aqua que «A pesar del calentamiento global del océano, las aguas costeras frente a Chile se han enfriado en las últimas décadas, producto del ascenso de aguas más profundas hacia la superficie del mar (mayor afloramiento), provocando una reducción en la evaporación de agua y con un consecuente déficit de lluvia que afecta a todo el país».
La nota de prensa del COPAS indica que el océano costero, en promedio, se ha enfriado a tasas que varían entre 0.4º y -0.2º a -1.0 °C por décadas durante la primavera y verano. Camila Fernández, directora del Centro de Investigación señaló que "sabemos que los eventos de surgencia que propician casos de hipoxia costera están haciéndose más frecuentes y probablemente no se restrinjan a los meses estivales. Este año hemos estado en la fase la Niña de ENSO (El Niño Oscilación del Sur), lo que hace más intenso el patrón de vientos en esta zona".
La investigadora advirtió que "Esto podría favorecer las condiciones tendientes a surgencia costera en el Biobío y sin duda podrían resultar en un incremento de estos eventos en el futuro. Lo ocurrido en la Bahía de Coliumo se ha visto en Llico, en el Golfo de Arauco, Laraquete y otras playas de Chile central en los últimos meses y años. Debemos entonces prepararnos, estudiarlos y delimitar zonas vulnerables".
¿Cómo prepararse para estos eventos?
Camila Fernández se refirió a la necesidad de adelantarse en la detección y comprensión de estos eventos apuntando a la necesidad de observar el océano costero durante el ciclo anual es una realidad "que nos pesa al momento de poder predecir eventos como los vividos en Dichato y Coliumo estos días".
"Ciertamente esta nueva normalidad requiere estudiar a fondo los ecosistemas nuevos o emergentes que dejan los eventos de surgencia y que suelen acompañarse de hipoxia» o (disminución de oxígeno), detalló la investigadora.
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