En la que fue la única declaración oficial en su visita a Chile, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se refirió a los intentos para desestabilizar y derrocar gobiernos en América Latina, tras lo ocurrido en Brasil. En su repaso, hizo alusión, aunque sin mencionarlo directamente, a la destitución del expresidente de Perú, Pedro Castillo, que desató una profundización de una crisis social que ya ha causado un número de 47 muertes en protestas callejeras.
Por Alejandro Baeza
Gustavo Petro realizó una visita oficial al país, que si bien pretendía extenderse por más días, finalmente se circunscribió al lunes 09 de enero debido a una vuelta anticipada a Colombia por motivos de un desastre natural. Este día, luego de una serie de reuniones bilaterales de la comitiva de ministras y ministros, hicieron una declaración conjunta junto al presidente Boric en La Moneda, en la que el mandatario colombiano realizó una serie de declaraciones en un extendido discurso.
En la instancia en que firmaron una serie de compromisos bilaterales en materia de medio ambiente, cultura, energía, Petro finalizó con un discurso cargado a la integración latinoamericana, con constantes referencias a Pablo Neruda y Gabriel García Márquez, la situación histórica de violencia en Colombia y las negociaciones de paz, así como la necesidad de proteger a la Amazonía como «pulmón» del planeta.
No obstante, lo más llamativo fueron sus intervenciones en relación al escenario latinoamericano de la radicalización de las derechas y sus posturas antidemocráticas.
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«Hay un tema que está en cuestión en nuestro continente, entre varios, pero que hoy asoma como asoman los lobos las orejas y en este sitio [La Moneda] sí que es bueno decirlo: está en peligro la democracia, está en peligro el pacto democrático de las américas, porque lo mismo que pasó en Brasilia pasó en Washington», señaló Petro para luego agregar que «Es un golpe de las extremas derechas contra algo que no quieren, la democracia. Y no quieren la democracia porque permite que la diversidad de nuestras poblaciones».
Además, se refirió a lo que significó el golpe de Estado en Chile de 1973 para América Latina y toda una generación, así como los cambios que han habido desde entonces: «Estamos ante un peligro, en este mismo recinto [La Moneda], se olía en 1973 el miedo». «Cuando aquí entraron disparando y acabaron al primer presidente de izquierdas elegido popularmente en América del Sur» añadió, para luego comentar lo que significó para el continente entero este momento histórico: «Ahí se fue una adolescencia y una juventud, no la mía, la de millones de latinoamericanos. Mi generación joven.»
«Luego de 30 años de dictaduras y guerras, de armas en manos de la izquierda y uniformes en manos de la derecha se acabaron y dejamos que la gente decidiera, que votaran como quisieran. Y eligieron allá a izquierdas y por allá derechas, por allá indígenas y por acá campesinos y maestros de escuela. Y a veces no les gustaban porque hablaban mal el español o porque se ponían sombreros raros, o porque las parlamentarias iban con atuendos que las señoras de la [alta] sociedad nunca habían visto, pero fue la democracia latinoamericana la que se creó, se empezó a construir y va en su camino» este último punto, en alusión a la destitución del presidente Pedro Castillo que no ha hecho sino agravar la crisis social y política que atraviesa Perú y que ya ha costado la vida de 47 personas.
«Hoy quisieran volvernos a los tiempos de Allende, quisieran otra vez bombardear esas ilusiones, porque no aguantan la democracia, la pérdida de privilegios, que como dice la canción de antaño ‘el niño vaya sano a la escuela’, no les gusta que se pueda afrontar las nuevas realidades y problemas del mundo, que la gente pueda decidir, entonces quieren usar la violencia. Lo acabamos de ver en Brasil, pero no solamente ahí, entonces es hora de volver a decir que eso que pasó en este mismo lugar hace 50 años no va a volver a pasar» señaló haciendo un punto en el cuidado que debemos tener contra este tipo de movimientos fanáticos y antidemocráticos.
«Por eso hay que detener lo que sucedió en Brasil, hay que anunciar y gritar que no es posible repetir la historia porque se pierde América Latina definitivamente dentro de la humanidad, que es un momento latinoamericano», concluyó.