Las fuentes señalan el rol que cumplió Juan Carvajal, ex director de la Secretaría de Comunicaciones durante el primer Gobierno de Bachelet, al delatar el lugar en el que se encontraba prófugo Marco Ariel Antonioletti, militante del Movimiento Juvenil Lautaro (MJL) asesinado el 15 de noviembre de 1990 por efectivos de la Policía de Investigaciones.
Por J. Arroyo Olea
El 15 de noviembre de 1990 Marco Ariel Antonioletti, militante del Movimiento Juvenil Lautaro (MJL), fue asesinado por funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI) un día después de ser rescatado del Hospital Sótero del Río -donde fue trasladado desde un recinto penitenciario para una diligencia médica-, operación que dejó un saldo de cuatro gendarmes y un carabinero muertos, además de una militante del MJL herida por un proyectil en su columna, quedando inválida de por vida.
Antonioletti ha sido señalado como el «primer asesinado en democracia» a manos de agentes policiales a inicios de la postdictadura, en un contexto donde la impunidad -como en la actualidad- se encontraba anclada en la médula de los organismos del Estado.
Al igual que en casos de violencia policial, este cuenta con responsabilidades políticas relacionadas con el despliegue del Ejecutivo y las direcciones correspondientes de los organismos. Sin embargo, también ha permitido visibilizar las redes basadas en la acción de delatar o el conocido «sapeo» durante la postdictadura.
En ese sentido, el caso de Antonioletti no está excluido de esto. Relatos de militantes del MJL y de Andrea Osorio (su pareja), artículos de investigación y reportajes de prensa han señalado el rol que cumplió Juan Carvajal, ex asesor de la Concertación quien formó parte de la Secretaría de Comunicaciones (Secom) durante el primer Gobierno de Michelle Bachelet, en el resultado de muerte de Marco Ariel.
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La secuencia indica que en 1990, luego que Antonioletti fuera trasladado a la comuna de Estación Central, concretamente a la Villa Fernando Gualda, este fue hospedado en la casa donde habitaba una colaboradora del MJL, cuya pareja de la época era el mismo Juan Carvajal quien entregó, señalan los antecedentes, la información al Gobierno de turno liderado por el presidente Patricio Aylwin.
De esta forma, los datos llegaron al ex subsecretario del Interior de la época, Belisario Velasco, orquestándose un amplio y contundente operativo para detener Antonioletti. Sin embargo, desplegada la Policía de Investigaciones en el sector, le dieron muerte mediante el disparo de sus armas de fuego.
Hasta la actualidad la memoria histórica ha cumplido un rol fundamental en esta y tantas otras situaciones. El nombre de Antonioletti es recurrentemente citado para referirse a la impunidad y el rol de los aparatos de inteligencia en la postdictadura, mientras que periódicamente se realizan conmemoraciones en su nombre.
En este sentido, se ha tornado esencial señalar y profundizar el entramado de los casos de violencia policial más allá de las y los ejecutores, considerando las responsabilidades políticas como elemento central en la constante lucha contra la impunidad.