Ahora más que nunca tenemos medios para combatir la dictadura de los medios de comunicación, sobretodo la tele, la peor de todas y su programación sexista, racista, clasista y atontadora.
Por lo mismo, aquí te ofrecemos reseñas de películas poco difundidas y que puedes descargar gratis desde internet. El ejercicio de apagar la tele durante dos horas y mirarte una película entretenida y crítica puede que no cambie tu vida, pero el gustito de conocer historias diferentes, nuevos enfoques a las bellezas y a las miserias del mundo te hará sentir un poco más libre, con más ideas para enfrentar el día a día, prueba, bájate esta película y apaga la tele.
Dirigida por María Novaro en 1991, es una película que va entre el DF y Veracruz, en México, muestra de un cine que ya no se hace en latinoamérica, aquel cargado de elementos antropológicos. Justamente el valor esencial de este filme, es el afán por dibujar los seres humanos que habitan el mundo del danzón. Todo adobado por el peso de la cultura mexicana, un peso que en este caso no pesa, más bien, vale
El danzón, baile urbano del méxico del siglo XX es de aquellas creaciones culturales, mestizas y bastardas que la globalización ha ido desterrando al olvido a punta de regetones y música de y para televisión. Este mundo popular es un personaje más de la cinta y se nos muestra desde la coherencia entre la cultura y gestualidad de los personajes y la estética de la música, el baile y los locales donde se reúnen los parroquianos.
El danzón, como lo refleja la película, tiene ese punto de sensualidad contenida que se define entre requiebros y pasos sincopados por una música sueve, tibia pero de ritmo muy marcado, un deleite para los sentidos. En torno a ella se desarrolla el guión, que indaga en el mundo femenino y sus deseos. De paso construye hombres más bien idealizados y amigos travestis que hacen el papel de ángeles. Como lo ha señalado alguna feminista por ahí, el amor es el opio de las mujeres, cuanta razón tiene y que manera de ser visible en esta cinta mexicana.
La situación social no es una preocupación evidente en esta cinta, pero al ser un película sólo protagonizada por personajes populares, sentimos que se habla con honestidad, contribuye a ello unas actuaciones sinceras y tiernas, descollante en el caso de la protagonista, plenas de verdad como dirían en el teatro.
Danzón es un relato que vive en la imaginación de las mujeres, que por lo mismo es hermoso, a veces, una utopía, por que está hecho desde la precariedad, la necesidad de las mujeres por hacer sonar su voz en el cine, en la vida, en la cultura popular de la que son forjadoras y herederas. Tal vez la deuda queda en el desenlace de esta película, que se preveía de otra forma por el desarrollo de la misma, decepciona un poco.
Sin haber una producción cuidada en los escenarios y maquillajes, vestuarios y etcéteras, ni que el argumento sea original ni único, la gracia está justamente en la simplicidad de lo cotidiano, en lo realista que es todo, en la coherencia que muestra la directora, reflejado en el casting, los exteriores y la simpleza de la vida de la protagonista, que conmueve por lo identitaria que es, una historia como la de tantas latinoamericanas.
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