[resumen.cl] Argentina comenzó a perfilar este domingo quién será su futuro presidente a través de las elecciones primarias, denominadas como Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), la dupla peronista compuesta por Alberto Fernández y Cristina Fernández se impone con el 47,36% de los votos sobre la dupla de derecha liderada por Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto que alcanza el 32,24% con 88% de las mesas escrutadas.
La participación de 33 millones de personas superó a la PASO anterior. Por su parte, el retraso en el recuento de votos con un sistema electrónico (a cargo de la empresa Smartmatic) que se anunciaba haría mas expedito el recuento, generó sospechas de fraude que el peronismo y la izquierda manifestaron desde antes de las elección.
Cuatro horas después del cierre de las urnas, el Frente de Todos (kirchnerismo) demandó al gobierno la entrega de información y liberación de los datos.
El resultado de la PASO esta vez no decidió nada en las presidenciales, las duplas de los principales bloques no tenían contenedores al interior de estos para dejar abajo, fueron simplemente un antecedente del escenario que podría presentarse el próximo 27 de octubre.
Recordemos que en Argentina basta el 45% de los votos en primera vuelta o el 40% con más del 10% sobre la dupla que llegue en segundo lugar para conseguir la victoria, por lo cual estos resultados sugieren que el escenario más probable el retorno del kircherismo, y transformando en una derrota para el proyecto neoliberal de Mauricio Macri.
En las últimas presidenciales, Macri revirtió 8 puntos porcentuales de la PASO detrás del peronista Scoli (30%-38%), en las primaras quedó a 3% del candidato oficialista (34%-37%), para en segunda vuelta vencer con el 51%.
El 2015, Macri subió de 6.700.000 a 8.600.000 votos en la segunda vuelta, sumando nada menos que 1.900.000 sufragios descontentos del kirchnerismo. Esta vez el escenario no podría ser más lejano, el presidente candidato a la reelección no sólo quedó más lejos, sino que la condiciones para revertir o volcar este resultado se plantea muy difícil, ya que el desgaste es hoy de su gobierno y su fracaso económico, social y político.
Hoy Alberto Fernández está 15% por enciman, en unas PASO en que votó más gente que el 2015, por lo que el giro de los nuevos votantes en octubre no será tan decisivo, pero por sobre todo, porque esta vez el desgaste ya no lo paga el kirchnerismo, sino el macrismo.
La contienda electoral Argentina, es una de las tres elecciones presidenciales que vivirá América del Sur en octubre (junto a Bolivia y Uruguay) plantea una posibilidad que podría revertir el ciclo conservador iniciado por el mismo Macri (2015), que siguió al ciclo progresista inaugurado por Chavez (1999).
«Quiero que se me juzgue por si pude o no reducir al pobreza», pidió Macri en septiembre del 2016 unos diez meses después de asumir la presidencia, hoy tras años de apagón estadístico oficial en Argentina de más de 3 años, se puede establecer que sumó unos cuatro millones de pobres, llevando de 26,9% a 35% la población en condición de pobreza en Argentina.
Además, el peso argentino se devaluó un 473% respecto del dólar (de 9,8 a 46,6). El PIB se redujo en tres de los cuatro años de gestión. La deuda externa creció hasta el 80% de su PIB, 27% más de lo que recibió.
Buenos Aires
El macrismo gobernaba la capital desde la época de Kirchner, por lo que la dupla Fernández-Fernández ya era feliz con una derrota estrecha en Buenos Aires, sin embargo el candidato Axel Kisillof vence por 17,8 puntos porcentuales a la candidata oficialista y actual gobernadora Maria Eugenia Vidal, por lo que el escenario para el futuro político de Macri se configura bastante negro, aunque en política, nada está dicho hasta el último momento.