Amplia convocatoria de organizaciones sociales, comunitarias, de estudiantes y de los gremios de la salud tuvo la II Asamblea Interregional "Movilizándonos por Justicia y Dignidad en Salud", convocada por Fundación EPES. Más de cien dirigentes participaron del encuentro este 16 de octubre, que profundizó en el debate en torno a las estrategias que permitan fortalecer las articulaciones regionales de organizaciones sociales y gremios, de manera de avanzar hacia un movimiento social que reivindique salud digna, gratuita y de calidad.
Cambio en la Constitución que garantice el derecho a la salud, fin al lucro, aumento del ingreso per cápita en atención primaria, no más traspaso de fondos públicos a la red privada, fondo único solidario e integral, desmunicipalización y descentralización de la salud, son parte de las propuestas surgidas en el plenario de la asamblea. Para ello existe consenso en la importancia de la movilización y articulación social; fortalecimiento de las mesas regionales y territoriales de salud, junto con expandir esta experiencia a otras localidades del país; y una mayor participación comunitaria en salud, que sea resolutiva y propositiva.
La asamblea dio a conocer los problemas y propuestas de salud identificadas por organizaciones sociales y gremios de la salud en las Jornadas Regionales de Valparaíso y del Maule, en el marco de la iniciativa Movilizándonos por Justicia y Dignidad.
María Eugenia Calvin, encargada de Planificación de Fundación EPES, destacó que "las Jornadas de diagnóstico y elaboración de propuestas, además de visibilizar los problemas cotidianos que enfrentan las y los ciudadanos de cinco regiones del país, para acceder a servicios de atención en salud, muestran que en las organizaciones existe una visión amplia de salud, que reconoce la desigualdad, discriminación y vulneración de derechos humanos que afecta a las mujeres, a migrantes, pueblos originarios y diversidad sexual en el sistema de salud, así como el impacto del daño al medioambiente en la salud y calidad de vida de las personas. De manera que los ejes de propuestas se centran en salud como derecho humano garantizado por el Estado y participación en salud".
Además se expusieron las estrategias de articulación y acción impulsadas por las Mesas de Salud de las regiones del Biobío y del Maule, y la Mesa Social por la Salud a nivel nacional.
Lautaro López, coordinador de EPES Concepción, integrante de la Mesa Regional por la Salud del Biobío, señaló que "es importante conocer las iniciativas que se están desarrollando en otras regiones, quedando en evidencia gran nivel de coincidencia en cuanto a los diagnósticos y problemas, con algunas particularidades regionales. Las propuestas son similares siendo la más política el cambio constitucional que reconozca el derecho a la salud y otras aspiraciones que dicen relación con democratizar Chile".
"Para nadie es difícil comprender que el lucro se instaló en la salud y para cambiarlo la movilización debe articular a diferentes actores sociales, de manera que tenga la fuerza política para imponer los cambios que Chile necesita", precisó López.
Guacolda Saavedra, del Centro Social Quidell de Talca, integrante de la Mesa por la Salud del Maule, afirmó que "rechazamos la privatización progresiva de la salud. El gobierno busca construir hospitales concesionados en Linares y Curicó. Existe un problema estructural de financiamiento en el sistema de salud público, lo que genera carencia de profesionales especialistas, por ende largas listas de espera para la atención; déficit de recursos humanos; falta de medicamentos en la asistencia pública y consultorios; inequidad e infraestructura inadecuada, entre otras falencias".
Edgardo Jarpa, dirigente de FENATS Nacional, integrante de la Mesa Regional por la Salud del Biobío, sostuvo que "hay coincidencia en el diagnóstico y en las propuestas para cambiar el sistema. La salud pública que está en crisis ya no es un tema técnico, ni está bajo la mesa, sino que hemos avanzado en socializar y expandir el conocimiento más allá de los espacios institucionales. El poblador, no el dirigente cupular, tendrá que salir a la calle a poner en jaque al mundo político para exigir cambiar la estructura del sistema. La salud pública es un patrimonio nacional que debemos defender".
Formación sobre sistema de salud
La II Asamblea convocada por EPES logró generar una base de información común sobre el sistema de salud para alimentar el debate y el desarrollo de propuestas que permitan abordar los problemas del modelo actual. Esto a través del panel denominado "Una mirada crítica a la estructura organizacional y financiamiento del sistema de salud chileno".
Carlos Molina Bustos, médico, Subsecretario de Salud Pública del gobierno de la Unidad Popular, señaló que "nuestras instituciones de salud han sido el producto de la articulación dialéctica de las contradicciones entre los intereses de clases y grupos sociales confrontados en los escenarios políticos nacionales y de la forma como ellas se han resuelto en cada etapa".
El Dr. Molina puso como ejemplo lo ocurrido en 1950-1952, cuando el Congreso Nacional no aprueba y rechaza un proyecto de Servicio Nacional de Salud universal, con financiamiento autónomo a través de un Fondo Único Nacional que incluía a todos los ciudadanos. También en el 2004, el Parlamento condicionó la aprobación de las leyes de reforma a la supresión del Fondo Solidario que desvinculaba el acceso a la atención de la capacidad de pago y el riesgo individual.
Agregó que "desde el Estado Asistencial hasta hoy han estado presentes, en las instituciones sanitarias, la relación crítica no resuelta entre universalidad y exclusión, entre integralidad y fragmentación y entre solidaridad y mercado".
Camilo Cid, Economista de la Salud, Doctor en Economía, Profesor de la Universidad Católica, señaló que "Chile es el país más alejado del esquema promedio de distribución del financiamiento. Se caracteriza por el alto financiamiento privado y dentro de ello, por ostentar el gasto de bolsillo más elevado".
El gasto público en salud es menos de la mitad del gasto total (47%). El gasto de bolsillo es el más alto de la OECD (38%). La OMS sugiere que no debe sobrepasar el 10 al 15%. El nivel de cobertura del sistema de salud chileno es cuestionado por la baja protección financiera. La OMS sugiere un gasto en salud cercano al 6% del PIB para países como Chile, sin embargo es inferior al 4%.
El economista expuso que "el surgimiento del sistema ISAPRE fue equivalente a implementar una reforma tributaria regresiva. Los recursos que estaban disponibles para el conjunto de la sociedad (la gente que pasa a ISAPRES existía y aportaba a un sistema público) pasan a estarlo para sólo una parte de ella, la mas beneficiada, además. El diseño del financiamiento/seguro parece ser la causa de la segmentación y desigualdad en salud".
Matías Goyenechea, cientista político, Fundación Creando Salud, explicó que "desde el 2005 y considerando presupuesto 2014; el Estado habrá transferido un total de 8.836 millones de dólares. Entre el 2005 y el 2006 es cuando se produce la mayor expansión 24,9%. Por cada 1$ invertido en Salud, el Estado entrega $2,9 a las Clínicas privadas. La lógica subsidiaria termina desmantelando la salud pública".
Expuso que los mecanismos mediante los cuales el Estado transfiere recursos a la salud privada son la modalidad libre elección de FONASA; compras de servicios centralizadas (FONASA); Bono AUGE; compra de servicios descentralizadas; hospitales y servicios de salud. La política de subsidiar la demanda y transferir recursos públicos a los privados, termina por ser regresiva y aumenta el gasto de bolsillo (el mayor financiador de la salud en Chile) y debilita el sector público, que termina cayendo en un círculo vicioso de baja la inversión que finalmente va provocando un aumento de estas perniciosas transferencias.
Foto: Mesa Regional por la Salud, Concepción, 2013.