Luego de tres semanas agonizando en el hospital de Marsella, tras ser estrangulado en la cárcel francesa de Arles en presencia de un gendarme, falleció el preso político corso Yvan Colonna.
Por Joaquín Pérez
El 2 de marzo pasado, cuando Colonna (62 años) hacía gimnasia en solitario, entró a la sala un preso yihadista de 36 años de edad, Franck Elong Abé. Según registro de las cámaras de seguridad, un gendarme de la prisión acompañó al yidahista hasta la puerta del gimnasio. Allí agredió a Colonna por estrangulamiento y asfixia.
La agresión se prolongó durante 8 minutos y los guardias de la prisión solo acudieron al lugar una vez que el propio agresor les notificó que Colonna "estaba indispuesto".
Colonna, militante independentista del Frente de Liberación Nacional de Córcega, permanecía encarcelado hace ya dos décadas en cárceles francesas. Yvan Colonna había sido condenado a cadena perpetua en diciembre del 2007 por el ajusticiamiento, el 6 de febrero de 1998, de Claude Érignac, el prefecto del gobierno francés en Córcega. Colonna había logrado permanecer 5 años en la clandestinidad, fugado de los servicios policiales y de inteligencia franceses.
Desde que se supo del apuñalamiento de Yvan Colonna en la cárcel de Arles, las protestas estallaron por toda la isla de Córcega, la cual reclama su independencia de Francia, estado símbolo del modelo centralista, donde perviven las lenguas como el Corso, Occitano, Catalán, Breton, Vasco o el Alsaciano.
Francia se encuentra en campaña electoral, el candidato favorito en las encuestas para repetir un nuevo periodo en la presidencia es Emmanuel Macrom, quien tras las radicales protestas provocadas por el apuñalamiento de Yvan Colonna se ha abierto a discutir la autonomía para Córcega.
Resulta paradójico que el modelo del estado centralista para todo el mundo -Francia- se abra a discutir las autonomías regionales y que en Chile, los sectores más rancios de la política se sigan oponiendo a las transformaciones del marco institucional que demanda mayor autonomía regional.
La isla mediterránea de Córcega se declaró independiente del reino de Génova en 1729, en 1755 proclamó la República. Sin embargo en 1768 fue sometida por Francia.
Desde aquellos años ha existido un movimiento nacionalista que reclama la independencia, también hay sectores autonomistas, que reclaman mayor autogobierno dentro del estado francés.