En paro de brazos caídos se encuentran asistentes de la educación y docentes del liceo Técnico de Talcahuano, a raíz de los hechos de violencia al interior del establecimiento y la falta de personal, considerando que son más de 500 estudiantes y actualmente solo cuentan con cinco paradocentes. Hoy marcharon hasta el municipio para exigir el cumplimiento de los compromisos del DAEM relativos a sumar funcionarios y a solicitar mayor resguardo del perímetro del edificio, con el fin de resguardar a la comunidad educativa.

Por Juan Contreras Jara

Debido a los hechos de violencia dentro y fuera del liceo Técnico de Talcahuano, el último de ellos ocurrido la semana pasada, las y los asistentes de la educación, con apoyo del profesorado, llamaron a un paro para esta jornada y marcharon hasta el municipio a exigir mayor dotación de personal paradocente. 

Además, exigen al municipio mayor seguridad a las afueras del establecimiento, considerando que las peleas se han producido también a las afueras de este. La última riña se registró la semana pasada, resultando un estudiante apuñalado. Esta situación no es nueva y las solicitudes de ampliar la dotación de paradocentes se arrastra desde 2018, comentó a RESUMEN Flor Chávez, representante de los y las asistentes de la educación del liceo Técnico de Talcahuano.

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«Nosotros estamos en esta postura, por las peleas constantes que ha habido y el ofrecimiento del DAEM que no ha hecho valer. Nos dieron tres fechas estimativas, las esperamos y en la última ocasión había un correo, de parte de la jefatura del DAEM, donde nos estaban solicitando esperar hasta el 13 de abril, para que llegaran dos paradocentes varones». 

Durante las primeras semanas de marzo, la comunidad educativa del liceo se enteró del traslado de dos de sus funcionarios, uno por decisión propia y otro por orden del DAEM, pese a las constantes situaciones de violencia al interior del establecimiento y la falta de personal para contenerlos. Todo lo anterior, en medio de una baja en la dotación por licencias médicas, sumario, entro otros.

Chávez explica que, con la presencia de más paradocentes, «puedes parar el consumo de cigarros, el consumo de drogas, ahí está el tema». Sobre las posibles explicaciones que pueden darse a la creciente ola de violencia al interior de establecimientos educacionales del país, la dirigenta comentó que, «hay varios factores y uno de ellos es que estuvimos encerrados dos años y basta con que se miren mal para que se pueda armar una pelea. El consumo de drogas también es un punto muy importante y también se nos comprometió una ayuda para tratar ese tema y la contención del personal que se vea inmiscuido en la separación de una riña, pero no ha ocurrido».

Hechos de violencia y exigencias desde el Colegio de Profesores/as

Tras la muerte del estudiante del liceo de Santa Cruz el pasado lunes (11 de abril), el gremio docente exigió al ministerio de Educación desarrollar un plan nacional que permita prevenir los hechos de violencia al interior de los establecimientos.

En esta línea, Francisco Castillo, presidente del Colegio de Profesores/as comunal Talcahuano, enfatizó en que los esfuerzos gubernamentales en torno al retorno a clases deberían centrarse en los temas de convivencia, considerando los dos años de confinamiento y clases online. 

Todos sabemos que la salud mental fue uno de los temas más delicados durante la pandemia y se advirtió esa necesidad, pero el Gobierno saliente, con Raúl Figueroa a la cabeza, tenía un interés principalmente por volver a la presencialidad a toda costa, sin considerar aforos, horarios y poniendo el foco únicamente en los aspectos curriculares. Nosotros, quienes trabajamos en educación antes de abordar lo curricular, es necesario abordar los aspectos humanos también. Esto se señaló y no fue considerado y las situaciones que han ocurrido a nivel nacional de alguna manera constatan que no estábamos equivocados».

Desde el gremio docente recalcan en la importancia de focalizar los esfuerzos, en lo que queda del año, en aspectos propios de la convivencia, «porque si no resolvemos esas situaciones, va aser imposible avanzar en lo meramente curricular. Hay una necesidad central que es resolver las situaciones de conflicto y generar un ambiente propicio para el aprendizaje, ahí debería estar el foco. Para eso es necesaria la planificación y las directrices de parte del ministerio».