Ruperto Concha / resumen.cl
En nuestra América Latina cualquiera podría esperar un desenlace rápido, con la victoria resonante del Washington de Donald Trump con sus "aliados" neoliberales, Jair Bolsonaro, Ivan Duque, Mauricio Macri, Martín Vizcarra, Lenín Moreno y, claro está, Sebastián Piñera, quien aprovechó la ocasión para invitar a que se vengan a Chile los militares venezolanos que se vuelvan desertores.
En su graciosa minicumbre neoliberal de Santiago, liquidaron de hecho a la unión regional Unasur reemplazándola por una nueva asociación llamada "ProSur" en la que, fíjese Ud. apegaron también Uruguay y Bolivia.
Y, claro está, el colombiano Iván Duque declaró que las nuevas posiciones adoptadas por los gobiernos de derecha no son nada de remilgadas ni excluyentes, y que los izquierdistas renovados que quieran apegar serán generosamente recibidos, igual que los desertores venezolanos.
Oiga, pero ¿tan así están las cosas en el mundo entero?… Vamos viendo.
Podemos comenzar analizando la situación estratégica mundial, puesta en relieve sobre todo por las revistas especializadas de Estados Unidos, luego de que Washington anunciara la llamada "Directiva Espacial número 4", que contempla el desarrollo de armas de combate en el espacio orbital planetario, como unidades militares espaciales, que pueden incluir bases militares en órbita y también colocar bombas atómicas en órbita.
La idea de Trump es que ahora mismo, antes de que termine el 2020, Estados Unidos tenga desplegado el llamado "espectro total de dominación militar".
Por supuesto, un anuncio tan rimbombante implica que Washington, lo que quiere, es básicamente que lo escuchen los rusos, los chinos y sus aliados, para que se pongan a tiritar de miedo y acepten someterse rapidito a la potencia planetaria de los Estados Unidos.
Eso, en momentos en que aviones de combate rusos interceptaron y obligaron a cambiar de rumbo a bombarderos estadounidenses que se habían acercado a 200 kilómetros de la ciudad de San Petersburgo.
También en momentos en que la policía venezolana capturó un alijo de armas, explosivos y documentos en poder de Roberto Marrero, asistente del autoproclamado presidente Juan Guaidó. Por supuesto las noticias dominantes afirman que las armas y los documentos fueron plantados en el domicilio de Marrero como pretexto para detenerlo, por parte de los tiranos de Venezuela.
Pero lo esencial de la situación creada es que ahora la coalición anti-venezolana tiene que decidir, ya, si las amenazas de intervención militar van a ser algo más que fanfarronadas vacías en territorio venezolano.
En tanto, en el llamado "Medio Oriente", que más bien debiera llamarse el "Asia Occidental", la influencia de Estados Unidos se ha vuelto cada vez más fantasmal.
De hecho, en Afganistán, Washington expulsó, tuvo que expulsar, al representante del gobierno afgano en las negociaciones de paz con los talibanes. Además, los talibanes se enfrentaron con una compañía de fuerzas militares del ejército afgano, dependientes de Estados Unidos. Mataron a 50 efectivos, otros 50 se rindieron entregando sus armas, y un centenar más trató de huir hacia la frontera en dirección a Turquestán, pero las tropas turquestanas les cerraron el paso, los obligaron a volver, y finalmente tuvieron que rendirse también ellos.
En Irak, dos cumbres en dos semanas reunieron a los gobiernos y mandos militares de Irán, Irak y Siria, para alcanzar acuerdos de colaboración y alianza defensiva y comercial, desafiando las amenazas de Washington.
En El Líbano, el Presidente del Congreso, Nabih Berri, rechazó de plano las exigencias del secretario de Estado norteamericano,Mike Pompeo, que pretendía obligarlos a excluir políticamente al movimiento Hizbollah.
Y, como si fuera poco, la Liga Árabe en masa rechazó la declaración de Donald Trump apuntada a que Israel se apropie definitivamente las Alturas del Golán, territorio sirio ocupado militarmente durante la guerra de 1967.
Po su parte, China anunció la instalación de plantas nucleares flotantes en varias de las islas del Mar de la China, junto con el lanzamiento del nuevo y sofisticado armamento naval, aéreo y terrestre.
Eso coincide con otras noticias muy desalentadoras para Estados Unidos. La más grave es el informe de la Organización Militar Rand, especializada en análisis y situaciones de guerra mediante inteligencia artificial.
De acuerdo a estos últimos informes, en estos momentos Estados Unidos y la OTAN perderían una guerra contra Rusia, o contra China. Además, Estados Unidos no podría impedir que China invada con éxito Taiwán, ni tampoco podría impedir una invasión de Rusia sobre los Balcanes, en Europa.
Paralelamente, otras informaciones de la prensa especializada de Estados Unidos y Europa, coinciden en que el sentimiento popular de China, en estos instantes, es de fuerte animadversión contra Estados Unidos. Y que esos sentimientos se están haciendo notar muy fuerte y muy peligrosamente en la oficialidad de las tres ramas del ejército chino. Tienen ganas de ir a pelear contra Estados Unidos.
A ese conjunto de noticias alarmantes para Estados Unidos, se suma ahora el desastre de los carísimos súper aviones F-35, que habían sido mostrados como los "mejores aviones de combate a nivel mundial". Ahora, de acuerdo a informes de las propias fuerzas armadas estadounidenses, esos aviones no están en condiciones de combatir.
Peor aún, ya en junio pasado, sólo un 12,9 % de esos aparatos están realmente en condiciones de operar a nivel básico. Y, oiga, esa noticia se produce justo en los momentos en que Washington amenaza a Turquía con no venderle esos súper aviones F-35, si materializa la compra de baterías de misiles interceptores rusos F-400.
Bueno, en respuesta a eso, el presidente turco Tayyip Erdogan anunció su próximo viaje a Moscú para nuevos acuerdos comerciales que incluyen compra tecnología militar ultra avanzada.
Al mismo tiempo, Moscú dio a conocer que su producción de cohetes espaciales de gran capacidad de carga, contempla la puesta en servicio de 9 cohetes espaciales Soyuz en los próximos meses.
Pero las noticias que más fuerte afectan al triunfalismo de Estados Unidos y sus admiradores sudamericanos, vienen del campo económico, justo en el momento en que Sebastián Piñera y sus colegas tendrán que definir si boicotean la junta del Banco Interamericano de Desarrollo que debiera iniciarse la próxima semana en China.
Por supuesto, si aprueban el boicot estarían iniciando una guerra económica y financiera contra el principal socio comercial y financiero de los sudamericanos. La China.
El conflicto con China se produjo cuando su gobierno rehusó la exigencia de Estados Unidos de reconocer como representante de Venezuela ante el Banco a un señor Ricardo Haussmann, designado por Juan Guaidó y respaldado por Washington. China replicó que sus relaciones con Venezuela se mantienen a través del gobierno constitucional del Presidente Nicolás Maduro, y que, pese a todos los argumentos de Washington y sus aliados, el señor Guaidó no ha sido elegido democráticamente como jefe del Estado de Venezuela.
Según declaración del Vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, Washington instruyó a sus aliados latinoamericanos para que no asistan a la sesión del BID en China, con lo cual la reunión quedaría sin quorum.
La declaración de China tuvo un tono tranquilamente amenazador. Dijo, oficialmente, fíjese Ud. que "hay unos cuantos países que están desconociendo el propósito de este encuentro, intentando imponernos por la fuerza a un representante designado por Guaidó Con ello, esos países no reconocen las intenciones ni la buena disposición de China ni sus sinceros esfuerzos por favorecer el desarrollo económico latinoamericano".
Es decir, con ello el Ministro de Exteriores chino dejó en claro que el boicot decretado por Estados Unidos implicará una agresión contra China que afectará las futuras relaciones.
Y esto se da, en momento en que en Argentina el gobierno de Macri, sumido en la recesión, espera anhelosamente un paquete de inversiones de China. Y que, en Brasil, el gobierno de Bolsonaro, en medio del estancamiento económico y con una caída del 16% del apoyo popular, sólo cuenta con posibilidades concretas de inversión por parte de la China, mientras que la General Motors ya confirmó que cerrará sus fábricas de camiones en Brasil, que actualmente contratan alrededor de 10 mil trabajadores especializados con alto nivel de ingresos.
Pero América Latina es un sector muy secundario para el campo de batalla económico mundial. En realidad es casi insignificante si se le compara, por ejemplo, con la crisis que actualmente está aherrojando al Japón, cuyo endeudamiento ya alcanzó a más del 250% de su Producto Interno Bruto.
Y ello, sin haber logrado que ese enorme endeudamiento, de más de 10 billones, o sea más de 10 millones de millones de dólares, tuviera por efecto aumentar la producción ni levantar la economía real del país. Para Japón, en la perspectiva actual, no hay ninguna perspectiva de superar la crisis económica de este momento.
En Europa, la decisión del gobierno de Italia de adherir a la Iniciativa del Camino y la Ruta con China, el BRI, dejó a Estados Unidos balbuceando incoherencias. De hecho, el Ministro de Comercio de Estados Unidos exclamó que es inconcebible que una potencia económica europea como Italia haya adherido al pacto económico con China.
Francia y Alemania, por su parte, si bien no se atrevieron a sumarse al rechazo de Washington, tampoco emitieron alguna objeción en contra de Italia. Por el contrario, prácticamente todos los países de Europa Occidental ya desafiaron a Estados Unidos aceptando sin reservas la tecnología de comunicaciones china de 5 G, de Huawei.
En tanto, Bulgaria ya inició las negociaciones con Turquía para conectarse con los ductos de petróleo y gas natural de Rusia e Irán a través de Turquía.
Y, nuevamente, China confirmó que la Ruta Comercial euro-asiática llegará hasta Crimea, a través del Puente sobre el estrecho de Kerch.
Sin embargo, más allá de los altibajos de una economía mundial decadente, la verdadera gran alternativa que está surgiendo parece implicar ya la peor de todas las noticias para Estados Unidos y sus socios chicos.
Se trata de la irrupción ya formal del dinero digital, como el bitcoin, como moneda dominante del comercio internacional a través del sistema llamado "Blockchain".
Luego de un período de ataques, con algunas estafas, y muchísima desconfianza de los gobiernos, en estos momentos muchos de los gobiernos actuales neoliberales y además, el gigante financiero que es el banco JP Morgan, anunciaron oficialmente que se lanzará al mercado y se pondrá en funciones un sistema de dinero digital.
Por su parte, China y Rusia ya están elaborando un cuerpo legal para controlar la existencia y las operaciones con ese dinero digital, o cripto-dinero, que, mediante un sistema de redes digitales llamado Blockchain, establece un flujo financiero que, siendo anónimo e imposible de rastrear, es también y además, imposible de falsificar.
De hecho del Blockchain hace imposible, por ejemplo, que los países hagan emisiones inorgánicas de dinero sin una planificación de economía real que las justifique, y eso, además, en plazos bien determinados.
El retorno del bitcoin, en gloria y majestad, hace prever que la unidad -el bitcoin- se mantendrá en un valor de alrededor de 7.800 dólares actuales. Y que se mantendrá en un nivel equiparado al valor del oro.
El economista Oskar Flecher, directivo máximo del grupo financiero europeo AB Capital, señala que el dinero digital, la cripto-moneda, se perfila como el gran factor que permitirá sacar a la economía mundial del marasmo en que se encuentra hoy.
Y es en ello que Estados Unidos parece hallarse al borde de la catástrofe, pues el sistema de Blockchain y el comercio mediante dinero digital anula por completo toda posibilidad de que Washington pueda controlar la aplicación de sanciones contra otros países.
Más aún, la irrupción del dinero digital inevitablemente tendrá por efecto eliminar al dólar americano como divisa del comercio y las finanzas mundiales.
De hecho, el Fondo Monetario Internacional ya ha confirmado la necesidad de crear un nuevo sistema monetario internacional, que inicialmente fue llamado el "Derecho Especial de Giro" o DEG, que en inglés se llamaría Special Drawing Right o SDR. Esa sería la nueva divisa mundial destinada a reemplazar al dólar.
Esta nueva divisa operará como criptomoneda, mediante el sistema de Blockchain, que hace imposibles tanto la falsificación como las emisiones fraudulentas de dinero.
Está claro que para Estados Unidos perder el privilegio de controlar monetariamente toda la economía mundial implica, en la situación actual, nada menos que la ruina económica por su endeudamiento que ya superó el 100% de su producto interno bruto, y por su situación de balanza comercial negativa, ya que ese país es incapaz de producir los bienes que consume, sólo produce dólares.
En un plazo todavía indeterminado, pero dentro de un futuro angustiosamente cercano, el destino del dólar tendrá que ser una desvalorización enorme e inevitable.
No es todavía posible prever cuán rápido será el proceso, pero sus efectos comenzarán a hacerse sentir ya muy pronto, sobre todo en los países subdesarrollados, como Chile, cuya economía es dólar dependiente.
En estos días circula por los principales sitios de Internet una publicación del ya legendario economista estadounidense Jim Rickards, quien saltó a la fama por sus cerceras predicciones sobre las crisis económicas y políticas de este siglo.
En esa publicación, Rickards señala que ya hay una decisión tomada por las cúpulas financieras internacionales, con participación del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
Esa decisión es poner en marcha ya, o a muy corto plazo, la operación de iniciar el reemplazo del dólar por la nueva cripto-moneda.
Previendo que el efecto de la devaluación del dólar será muy dramático sobre los países dólar-dependientes, se procurará que el proceso no sea demasiado rápido, pero, según el mismo Rickards, el efecto para Estados Unidos será literalmente ruinoso.
En su publicación, Rickards señala que posiblemente en la reunión del 14 de abril próximo, el Fondo Monetario Internacional dará a conocer las primeras informaciones sobre la desaparición del dólar como divisa del comercio y las finanzas mundiales
Y agrega que si no es el 14 de abril, o sea en apenas 3 domingos más, inevitablemente será en la siguiente cumbre.
Ud. ve, un mal momento para boicotear a la China para derrocar al gobierno venezolano.
¿Es esa una mala noticia para todos? Como fuere, ese sí parece ser un desenlace para la teleserie de crisis económicas y amenazas de guerra mundial que ha caracterizado el período neoliberal en todo el mundo.
Hasta la próxima, gente amiga. Hay que cuidarse. Y los que tengan cositas de oro o plata, más vale que las guarden.
Pero, me pregunto, ¿cuál es esa pobreza tan peligrosa y tan terrible?
*Imagen: Firma de la declaración para lanzar la iniciativa regional Prosur en el palacio presidencial de La Moneda en Santiago | AFP