Sin duda, la noticia dominante de la semana ha sido la caída de dos de las más importantes ciudades rebeldes del este de Ucrania, Slaviansk y Kramatorsk, cuyos defensores se replegaron a otros de sus bastiones mientras la población busca refugio bajo la protección de Rusia.
El ataque del ejército de Kiev fue tan brutal que varios periódicos europeos, incluso de la centro-derecha, tuvieron que reconocer que se había tratado de una demolición indiscriminada mediante bombarderos, misiles y artillería, de casi la totalidad de esas ciudades.
El diario británico Daily Mirror, siendo de tendencia liberal-conservadora, publicó una impactante galería de imágenes que revelan cómo las tropas del gobierno de Kiev no discriminaron a la población civil. Imágenes sangrientas que ciertamente parecieran sacadas de los peores bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
Y esto a tal extremo, que la información del periódico británico menciona derechamente que las acciones perpetradas por las tropas del gobierno central de Ucrania en aquellas ciudades parecen iguales a las perpetradas por Alemania Nazi en 1941.
Demasiado tarde aquellos disidentes se dieron cuenta de que aquellos dirigentes que habían desatado la rebelión armada, desoyendo la reprobación de Rusia, finalmente los habían conducido a un sacrificio estéril a corto plazo.
Rusia, reprimiendo su rabia, tuvo que abstenerse de intervenir como Estados Unidos lo deseaba. La estrategia de Rusia exigía disciplina y orden, teniendo todo el tiempo a su favor. Pero, aún sin proponérselo, los dirigentes rebeldes en realidad estaban tratando de forzar a Moscú para alterar su bien pensada estrategia, actuar antes de tiempo, y dejarse arrastrar a un enfrentamiento tumultuoso.
En estos momentos, en Europa, ya la conciencia de la atrocidad que habría sido desatar una guerra con Rusia, está haciendo temblar las estructuras burocráticas de la Unión Europea.
No es fácil prever cuál será el desenlace. Por lo pronto, una flota rusa y otra de la OTAN están iniciando maniobras de guerra en el Mar Negro, al mismo tiempo, a corta distancia una de otra, y en abierto desafío recíproco. Oiga... un error de un oficial nerviosito, y los resultados pueden ser similares a los del disparo de un revólver en Sarajevo que desató la Primera Guerra Mundial.
Pero detrás de los grandes titulares trágicos, hay otros hechos de enorme importancia de los que se está hablando muy poco. Por ejemplo, la aplicación por Estados Unidos de una multa descomunal... de casi 9 mil millones de dólares, al banco francés BNP-Paribas, uno de los más importantes de Europa.
Además de esa multa ruinosa, Washington somete al banco a suspensión temporal de todas sus operaciones en dólares, y anuncia que iniciará procesos criminales, en cortes norteamericanas, contra varios de los principales ejecutivos de la institución bancaria.
El gobierno de Francia, el Banco Central de Francia, y personeros de la Unión Europea habían intercedido para que Washington postergara un fallo condenatorio y suavizara las penas pecuniarias, que en principio se estimaban en alrededor de 6 mil millones de dólares.
Pero Estados Unidos no sólo se negó a reconsiderar sus amenazas, y de hecho la multa fue aún peor de lo que se temía. ¡De 6 mil a 9 mil millones de dólares!… Y con ello, el banco se verá obligado a hacer entrega de la totalidad de sus ganancias del último ejercicio. Puede imaginarse Ud. lo que habrán sentido los miles y miles de accionistas del banco BNP.
La dureza de la sanción, y los términos despectivos de la condena, dejaban bien claro que Estados Unidos estaba muy, muy enojado. La condena se originaba en que aquel banco había continuado realizando a escondidas operaciones financieras con países a los cuales Estados Unidos tenía sometidos a sanciones: Irán, Cuba y Sudán.
Con ello, quedaba bien claro que las sanciones estadounidenses, así como los fallos de sus tribunales, no respetan ni fronteras ni soberanías. Y, a la vez, quedaba claro que Estados Unidos había decidido castigar a Francia por haberse negado a congelar la venta de dos buques de desembarco para la marina de guerra rusa, contrato que ya estaba en gran parte pagado por Rusia y que ascendía a 1.200 millones de euros.
Es decir, Francia y toda la Unión Europea, claramente aparecía sometida a Estados Unidos según la doctrina de la zanahoria y el garrote. Pueden considerarse aliadas, sólo mientras sigan dócilmente las órdenes de Washington.
Ayer, sábado, el señor Christian Noyer, Gobernador del Banco Nacional de Francia, y miembro del directorio del Banco Central Europeo, dijo algunas claridades bastante catastróficas en una entrevista a la publicación económica Investir, que fue luego publicada en Estados Unidos por Bloomerg.
Noyer dijo directamente, preste atención, que los crecientes riesgos legales debidos a las normas de Estados Unidos que ese país aplica en el resto del mundo y sobre todas las transacciones en dólares, tendrán por efecto que se prefiera efectuar las transacciones no en dólares sino en otras monedas.
Todos los empresarios y financistas saben que Estados Unidos está imponiendo multitud de sanciones a multitud de países, y que en el futuro seguramente va a imponer todavía más.
Es decir, uno de los más altos directivos de la banca privada de Europa, y miembro del Banco Central Europeo, Christian Noyer, está admitiendo que el dólar ya está siendo dejado de lado, y que los delirios imperiales de Washington en realidad están acelerando la desaparición del dólar como divisa universal y de reservas internacionales de los Estados.
Mientras tanto, aquí en nuestra América Latina, el gobierno argentino llevó hasta la OEA el caso de los fondos buitres y el fallo perentorio de un juez norteamericano, que desconoce los pagos ya realizados por Argentina, y le exige a Buenos Aires la liquidación total de la deuda en un solo pago de más de dos mil millones de dólares.
Recordemos que se trata del brutal endeudamiento de Argentina durante la dictadura militar y luego durante los gobiernos neoliberales de Carlos Menem y Fernando de la Rúa, que llevaron al país a situación de default. O sea, de insolvencia.
Recuperada la normalidad con el gobierno de Néstor Kirchner, Argentina ofreció diversas fórmulas de pago a sus acreedores, y llegó a acuerdo con muchos de ellos. Otros optaron por obtener dinero rápido, vendiendo los bonos soberanos de Argentina, a las instituciones bancarias conocidas como Fondos Buitre, que compran estos bonos a bajo precio y luego se dedican a la cobranza obteniendo utilidades usurarias.
Estas administradoras de fondos buitre lograron que un tribunal de Estados Unidos anulara todos los acuerdos de Argentina con sus deudores. Más aún, decretó que los acreedores que habían recibido el pago tendrían ahora que devolver ese dinero, haciendo entrega de esas sumas al tribunal, que los mantendrá congelados hasta que Argentina haya pagado la totalidad de la deuda.
Obviamente, la mayoría de los que ya cobraron no aceptarán hacer entrega de su dinero, y con ello Estados Unidos se encontrará aplicando más sanciones y bloqueando las operaciones en dólares de los afectados.
¿Se fija Ud?… Por cierto, en estos momentos Argentina ya está realizando la mayor parte de sus operaciones internacionales usando euros o yuanes, y con ello aminora el daño de las sanciones de Estados Unidos.
Pero la discusión en la OEA, una vez más, llevó a un acuerdo unánime de los países latinos y caribeños, y con el aislamiento de Estados Unidos y Canadá. Detrás de ese divorcio entre angloparlantes y el resto de las naciones, por cierto se despertó la conciencia de que usar dólares es peligroso, es inconveniente y conlleva un sometimiento de nuestra soberanía a los dictados y a los intereses de Estados Unidos.
Por lo pronto, quedó también claro que Estados Unidos está tratando de dañar a la Argentina, como castigo por su adhesión a la integración latinoamericana y del Caribe, y su desafío a las políticas de Washington.
En los próximos días, el presidente de Rusia Vladimir Putin iniciará una gira por países amigos sudamericanos, previa a la Cumbre de los países del Brics en Brasil.
El presidente Putin iniciara su gira en Cuba, donde formalizará nada menos que la condonación de una deuda de 25 mil millones de dólares, por créditos contraídos durante el período soviético. Ahora Cuba sólo deberá pagar una décima parte de esa cifra, y podrá hacerlo a través del intercambio comercial durante un plazo de 10 años.
¡¿Qué tal regalo?… 25 mil millones de dólares!
Y mientras tanto, Estados Unidos sigue repartiendo sanciones y amenazas
De Cuba, el presidente Putin viajará a Argentina, y de ahí, en compañía de la Presidente Cristina Fernández y su delegación de gobierno, seguirán a Brasil, donde se realizará la Cumbre de los países del Bric, los días 11 a 16 de julio.
Paralelamente a la cumbre de los miembros titulares que son Brasil Rusia, India, China y Sudáfrica, más la invitada Argentina que posiblemente se incorpore el próximo año, han sido invitados como observadores otros gobiernos de la región que se han mostrado partidarios de construir un mundo multipolar, no sometido a ninguna súper-potencia.
Pero, más allá de un valioso entendimiento estratégico y político, en esta cumbre del Brics se tratará en profundidad el tema de liberar a las economías de su dependencia del dólar. De hecho, en la tabla de negociación del Brics se cuenta la creación de un gran banco de fomento y desarrollo que sirva de alternativa del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, dominados por Estados Unidos.
El proyecto fue inicialmente propuesto por la India, en 2012, y ha sido perfeccionado con respaldo de los países del Grupo, que reúnen un producto interno bruto de 16 millones de millones de dólares, libres de endeudamiento de consideración, y cuyas reservas monetarias internacionales suman alrededor de 4 millones de millones de dólares actuales.
O sea, los Brics tienen un respaldo de 20 millones de millones de dólares. Es decir, en sus fondos efectivos, en oro y dinero cash, tienen una suma igual que lo que Estados Unidos está debiendo en su presupuesto de septiembre próximo.
En principio, la casa matriz del súper banco Brics se encontrará en Shanghai, China, con sucursales en los países miembros y otros que se integren.
¿Se da cuenta Ud. de que ya en estos momentos todo el comercio de Europa con China y con Rusia se está realizando sin usar dólares?… De hecho también Corea del Sur ha pactado con China una integración comercial sin usar dólares.
Y lo mismo está ocurriendo con la India y Brasil, a los que se suman cada vez más países aliados por integración comercial, financiera y estratégica. Y precisamente hoy, la primera ministro de Alemania, Ángela Merkel, está llegando a Beijing, China, acompañada de toda una corte de los más importantes industriales y hombres de negocio de Alemania.
Por supuesto van a hablar de muchas cosas... de democracia, derechos humanos, necesidad de preservar la paz, etcétera. Pero en verdad van a hablar de negocios.
Según la propia Merkel, todos los temas en que haya discrepancia podrán ir resolviéndose a su debido tiempo. Pero ahora, lo primero es generar riqueza, progreso y seguridad internacional.
Y todo eso, sin dólares... Y ¿qué está ocurriendo con los dólares?
Bueno, la Reserva Federal ha seguido imprimiendo mes a mes millones y millones de billetes verdes. Ya no son los 85 mil millones de dólares mensuales que venía imprimiendo desde 2013, pero son alrededor de 50 mil millones, y se supone que la mamadera de leche verde seguirá engordando a Wall Street por lo menos hasta fin de año.
Con esos dólares de valor dudoso, Estados Unidos sigue nutriendo una supuesta recuperación económica que, supuestamente, podría finalmente permitir que comenzara a pagar algunas deudas en un futuro no demasiado lejano.
Pero eso, siempre que el dólar siga siendo aceptado en los mercados monetarios mundiales, con un valor digamos de supervivencia.
Eso, porque, según informó el ex subsecretario de hacienda de Estados Unidos, Paul Craig Roberts, en estos momentos la Reserva Federal no tiene en sus bóvedas más que papel y tinta de imprenta. El economista destacó cómo en 2013 el gobierno de Alemania resolvió recobrar y llevar a sus propias bóvedas todo el oro que tenía depositado en otros países.
De hecho, Alemania tenía 300 toneladas de oro en las bóvedas de la Reserva Federal. Sin embargo Estados Unidos comenzó a hacerse a la rastra con la devolución del oro. De hecho, en 18 meses, de las 300 toneladas sólo le ha devuelto 5.
Tras muchas conversaciones secretas, este año la jefe de gobierno alemana dijo que no insistiría en pedir el envío del oro, para no crear un mal ambiente con Washington. La verdad, según Paul Craig Roberts, es que en las bóvedas de la Reserva Federal ya no queda nada de oro.
Estados Unidos comenzó vendiendo todo su oro propio, y cuando se le acabó, siguió vendiendo el oro depositado por otros países como Alemania. Es decir, Estados Unidos no podrá devolverle su oro a nadie, porque lo vendió. Casi todo aquel oro se encuentra ahora en bóvedas de la China.
Como hemos visto muchas veces, el valor del dólar lo determinan los que compran dólares. Si Chile acepta recibir dólares a cambio de su cobre, es Chile el que le está otorgando un valor a esos dólares. Hace que esos dólares valgan lo mismo que el cobre que entregamos.
Ahora, al conocerse la ausencia de respaldo real para la moneda estadounidense, y sobre todo, en respuesta al autoritarismo judicial de Estados Unidos, ciertamente se acentuará el desinterés por comprar dólares. Incluso los famosos petrodólares, en un porcentaje creciente, ya están siendo reemplazados por petroyuanes o petrorublos.
Este fin de semana, Wall Street estuvo de fiesta, en una euforia de compras especulativas que se basaban en un informe del gobierno según el cual la cesantía ya estaba por completo bajo control. Pero incluso la prensa más oficialista, como el New York Times, admitía que ese entusiasmo no se justificaba y que sus fundamentos son dudosos.
Súper millonarios, como Donald Trump, insisten en que la economía se está desbarrancando, y que hay que sacar las inversiones cuando antes a otros países, y según la última encuesta de Gallup sobre opinión pública en Estados Unidos, el pueblo norteamericano siente desconfianza, desaprobación y hasta repugnancia por las instituciones políticas de su nación.
Las cifras dan al Poder Judicial, la Corte Suprema, una aprobación de sólo un 30%. O sea, de cada cien estadounidenses, 70 desaprueban a la Corte Suprema. En cuanto a la presidencia, a Barack Obama sólo le queda una aprobación del 29%. O sea, es menos popular que George Bush en su peor momento.
Y en cuanto al Congreso de Estados Unidos, la aprobación se reduce, fíjese bien... a apenas un 7%. O sea, de cada 100 estadounidenses, 93 consideran que el Congreso, los senadores y disputados, son entes despreciables, son basura.
En realidad, en estos momentos el prestigio de Estados Unidos está a la altura del unto. En lo internacional, resultó estruendosa la publicación del periódico Wprost, de Polonia, revelando una conversación entre el Canciller de Polonia, Radoslav Sikorski, y el Viceprimer ministro Yacek Rostowski, en que se dice que la alianza con Estados Unidos no vale nada y es dañina, que pondrá a Polonia enfrentándose a Rusia y a Alemania, y afirma que Polonia ha aceptado las imposiciones de Washington como quien le chupa los genitales a otro, y que los polacos han quedado en condición de sirvientes negros.
La grabación de esa charla de rabiosa obscenidad, no ha sido desmentida como falsa. El gobierno sólo hace la salvedad de que son expresiones fuera de contexto.
A ello se suma el escándalo de que el gobierno de Estados Unidos, mediante sobornos, corrompió a un importante funcionario de los servicios de inteligencia alemanes, convirtiéndolo en espía al servicio de la CIA.
Este caso aparece agregado al espionaje de Washington sobre las comunicaciones personales de la primera ministro Angela Merkel, y, ahora, también a las evidencias de brutalidad neonazi del gobierno de Ucrania en su ofensiva contra los separatistas pro-rusos..
Y, dentro de Estados Unidos, el gobierno simplemente no sabe qué hacer ante el escándalo de la invasión masiva de inmigrantes ilegales, que siguen penetrando por miles cada día y que ya están provocando reacciones de furiosa hostilidad por parte de la población.
De hecho, el jueves una poblada en California impidió el paso de una caravana de buses cargados de estos inmigrantes que eran conducidos a campos de acogida, y otras caravanas similares o incluso mayores, intentarán pasar por rutas alternativas.
Es decir, estamos presenciando un proceso de dramática descomposición de una nación que llegó a presumir de ser juez y policía de todas las demás naciones.
Parece que el dólar va hacia su colapso, y con él, toda la economía estadounidense. Europa está mostrándose, con disimulo o abiertamente, como postulante a una gran integración económica y estratégica con Asia, lo que implica por cierto integración con Rusia.
Pero todo eso es una especie de catástrofe o de revolución en cámara lenta. ¿Cuánto tardará en producirse la desvalorización extrema del dólar?… Aquéllo que denunció el presidente colombiano Juan Manuel Santos, de que los países latinoamericanos que siguen comerciando en dólares, pueden terminar sentados sobre cerros de billetes que no valen nada.
El proceso puede tomar varios años todavía, y durante ese tiempo, no faltarán los militaristas locos que imaginen que una Tercera Guerra Mundial sería la solución.
Y, sin embargo, incluso después del derrumbe del Imperio de Estados Unidos, esa nación puede resurgir con fuerza y creatividad, integrándose ahora con sencillez a la fraternidad de las naciones.
Eso puede ocurrir cuando uno descubre que tener amigos es mucho mejor que tener lacayos.
Hasta la próxima, amigos. ¡Cuídense! Es necesario. Hay peligro.
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