Por Ruperto Concha / resumen.cl
La Inteligencia es la facultad de percibir, entender y actuar racionalmente ante la realidad. Y la Inteligencia política es la búsqueda de información, por parte de los estados y las instituciones políticas, con el fin de prevenir y controlar oportunamente las dificultades latentes. Sobre esa Inteligencia, los estados y las instituciones hacen la estimación de los peligros, elaboran su estrategia, calculan los riesgos que incluso pueden ocultarse tras un triunfo, y recién entonces toman sus decisiones y ordenan la acción.
Supuestamente, si se dispone de una buena inteligencia, las cosas tendrán que resultar bien. Por supuesto, algunas veces habrá errores, pero la inteligencia también implica la capacidad de reconocer los errores y corregirlos, y, con eso, las cosas van mejorando.
Sin duda, las grandes potencias tienen a su disposición una gran Inteligencia, que además tiene a su disposición todo un arsenal tecnológico para reducir la posibilidad de error, tomar más rápido las decisiones, y disponer de los medios para ponerlas en práctica.
Pues bien... estamos finalizando la segunda década del Siglo 21. La humanidad tiene a su disposición toda la ciencia, la tecnología y los recursos para resolver prácticamente todos los problemas tradicionales que durante milenios provocaron guerras, miserias y destrucción.
Pero, oiga, ¿por qué, entonces, se producen estas noticias que hablan de fracaso, de abusos, de corrupción, de resentimiento y de una debilidad de la especie humana que aparece como si fuera impotente y desprovista de inteligencia?
Quizás la paradoja más clara es la que se está dando en Brasil en estos momentos, donde una elección democrática quizás le entregue el poder supremo a un individuo que es antidemocrático y admira la dictadura.
Pero Brasil es sólo un detalle en la cacofonía estridente de las noticias. Vamos viendo.
Ayer en la mañana, en Pittsburg, Estados Unidos un tipo, identificado como ultraderechista, atacó a balazos a los judíos que asistían al oficio religioso en su sinagoga. Alcanzó a matar a once de ellos y dejó a varios otros malheridos, antes de entregarse a la policía.
Poco antes, la gran prensa había mostrado un horror pánico al denunciarse que alguien estaba mandando decenas de bombas por correo a las casas de personajes del Partido Demócrata, comenzando por el célebre multibillonario Jorge Soros.
De inmediato el comentarista noticioso Chuck Todd, de la red de TV MSNBC, poniendo su mejor cara de inteligente, dijo... "Me temo que estas bombas sean una operación de los rusos, que tratan de dividir nuestra nación".
Bueno, al poco rato habían capturado al terrorista postal, que resultó ser una especie de deficiente mental de 56 años, llamado Cesar Sayoc, mestizo de filipina con mexicano, que había sido luchador y striptisero para despedidas de soltera, y tenía antecedentes policiales por delitos menores.
Según la policía, ese tal Sayoc se mostró muy colaborador. Declaró que sus bombas sólo eran para asustar a los enemigos del Presidente Donald Trump. También según la policía, las mencionadas bombas eran tan rudimentarias que difícilmente habrían podido llegar a hacer explosión.
Pero el grotesco incidente sirvió a la oposición en su intento de frenar el inesperado aumento de la popularidad de Trump y del Partido Republicano, que volvió a alcanzar el 50%, cuando faltan sólo 9 días para las elecciones parlamentarias en Estados Unidos.
Para muchos analistas políticos, el aumento de popularidad de Trump se relaciona con el intenso rechazo de mucha gente ante la inmigración ilegal, que aparece como una invasión violenta de gente que desafía las leyes de Estados Unidos.
De hecho, provocó un huracán de condenas en las redes sociales el que las caravanas de inmigrantes de Honduras y otros países centroamericanos hayan rechazado el ofrecimiento del gobierno de México de acogerlos legalmente, incluyendo a sus familias, en los estados del sur mexicano.
Ahora las caravanas han aumentado en número y se estima que en ellas participan entre 7 mil y 10 mil personas, que, desafiando las amenazas de Washington, insisten en su propósito de entrar al territorio de Estados Unidos.
¿Qué inteligencia está dirigiendo ese intento de gente desesperada que marcha hacia el fracaso? ¿Qué inteligencia está buscando una solución práctica y civilizada ante ese hecho?
Pese a lo antojadizo del estilo presidencial de Donald Trump, hay hechos netos, concretos y muy reales que en parte explican sus decisiones. Por ejemplo, ya está claro que el enorme desarrollo y crecimiento de China, en lo que va del siglo 21, ha provocado en Estados Unidos la pérdida de 3 millones 400 mil puestos de trabajo bien remunerados, sobre todo en la parte industrial de Estados Unidos.
Y eso naturalmente se vincula con el déficit comercial de Estados Unidos ante China, que el año pasado fue de 375 mil millones de dólares, y en lo que va de este año, ya supera los 225 mil millones. Y eso, a pesar de las famosas sanciones económicas y la guerra comercial contra China.
Según la "Inteligencia" de Washington, la guerra comercial contra China, y los 250 mil millones de dólares en tarifas de castigo a los productos chinos, debería haber tenido un efecto rápido y demoledor. Una especie de Blitzkrieg, una guerra relámpago, que habría forzado a los chinos a la obediencia.
Pero China resultó lejos más ser más fuerte de lo esperado y, aunque disminuyó su crecimiento económico a sólo un 6,5%, sigue superando el débil crecimiento de Estados Unidos, que sólo llega al 2,3%. Es decir, se trata de una guerra comercial que puede prolongarse muchísimo, con efectos desastrosos también para la economía de todas las demás naciones.
Bueno, ¿qué inteligencia eligió esa guerra? ¿Qué inteligencia está preparándonos para los efectos que nos empobrecerán a todos?
Durante las últimas semanas, la economía financiera de Estados Unidos ha estado hundiéndose más y más. Ya hace dos meses hubo un desplome de las bolsas de valores que tuvo por efecto anular, hacer desaparecer en pocos días todas las ganancias que se habían acumulado durante más de un año.
En los últimos días el desplome se repite, y los analistas del banco Goldman Sachs prevén que se está produciendo una burbuja especulativa similar a la de la gran crisis de 1929, ésa en que llovieron los millonarios, y va a explotar a muy corto plazo.
En Europa y el Sudeste Asiático, los bancos centrales están diversificando sus reservas monetarias, reemplazando velozmente sus dólares por otras monedas, a la vez que se inició una verdadera carrera para comprar lingotes de oro. De hecho, las compras de oro ya aumentaron en un 42% en lo que va del año.
Y, dado que los depósitos de oro no producen tasa de interés como los bonos, se entiende que ahora hay un temor creciente, un miedo creciente, de que el dólar pueda colapsar. El oro al menos representa seguridad absoluta. De allí que en estos momentos, según cifras del Consejo Mundial del Oro, las compras de lingotes han alcanzado, a junio pasado, un millón 360 mil millones de dólares. O sea, un 10% del total de las reservas internacionales de todos los bancos centrales.
Y, por supuesto, la ansiedad de los gobiernos del mundo desarrollado se proyecta también sobre el llamado "oro negro": el petróleo y su hermano el gas natural. De hecho, esta semana, representantes de los gobiernos de Europa y del Sudeste de Asia confirmaron un acuerdo sobre el levantamiento de todas las sanciones contra Irán, y ello desafiando las sanciones de Estados Unidos.
Asimismo, en opinión del Presidente de la British Petroleum, Bob Dudley, advirtió que cualquiera nueva sanción de Estados Unidos contra las petroleras de Rusia, tendría un efecto desastroso para toda la economía mundial.
Y los supuestos aliados de Estados Unidos en contra de China: Japón, la India y Australia, ya dejaron en claro que no quieren participar en una guerra contra China, y menos si es contra la alianza de China con Rusia e Irán.
De hecho, esta semana, por primera vez en más de un siglo, Japón inició un acercamiento estratégico y comercial con China, cuando el primer ministro japonés, Shinzo Abe, viajó a Beijing a entrevistarse con el presidente Xi Lin Ping.
India, por su parte, desechó las amenazas de Washington y confirmó la compra de misiles interceptores rusos S-400, además anunció que compra cuatro fragatas rusas y confirmó el contrato con Rusia para la construcción y equipamiento de seis plantas nucleares de generación de electricidad, por un valor de 120 mil millones de dólares actuales.
Al margen de eso, la India también confirmó la compra a Irán de petróleo, sin hacer uso de dólares, desafiando también en eso las presiones de Washington.
Bueno, ¿cómo es eso de que las Inteligencias de Europa, la India, China, Rusia, y sus aliados, parecen funcionar mejor que la Inteligencia de Estados Unidos?
Y, finalmente, ¿qué desastre de inteligencia fue la que tuvo un efecto de terremoto en todo el Oriente Medio, por el asesinato del escritor y periodista Jamal Khashoggi a manos de esbirros de Arabia Saudita?
Los efectos de esa demencial acción criminal recién están comenzando a hacerse sentir, y día a día van surgiendo nuevas informaciones. De hecho, recién ayer se confirmó que los analistas de la CIA se habían esforzado inútilmente en evitar que el príncipe Mohammed bin Salmán fuera designado heredero del trono saudita.
Como habíamos analizado antes, Arabia Saudita no tiene el cuerpo del difunto escritor, y no puede aceptar que los implicados en el asesinato sean extraditados para su investigación y juicio en Europa o Turquía.
Ya no se trata simplemente de investigar a los autores materiales y a quienes resulten cómplices intelectuales. Se sabe que un asesor personal del príncipe bin Salmán se comunicó en videoconferencia con el jefe del grupo de esbirros que perpetró el crimen. Ello hace casi imposible imaginar que bin Salman pueda haber sido inocente.
Arabia Saudita tendrá que pagar un altísimo precio por la imbecilidad criminal de su "Inteligencia". Y sin duda los efectos de las negociaciones de Arabia Saudita serán muy decisivos para la futura correlación de fuerzas en el Medio Oriente, lo que implica a Israel, a Siria y a todo el ajedrez estratégico mundial.
Por lo pronto, ya Arabia Saudita dio un vuelco muy chocante para las expectativas de Washington, al unirse, esta semana, a Rusia y China creando un nuevo súper fondo de inversiones para financiar megaproyectos en Asia.
Asimismo, Arabia Saudita ahora dio su visto bueno para que los países árabes reasuman relaciones diplomáticas y de cooperación con Siria, directamente con el régimen del presidente Bashir Assad.
Y, finalmente, el rey Salman envió al príncipe Khalid al-Faisal, gobernador de la Ciudad Santa de la Meca, a iniciar unas largas y misteriosas conversaciones con el presidente turco Tayyip Erdogán.
Es posible que de esas conversaciones de altísimo nivel podrá surgir una reconciliación con Turquía. Se dice que Arabia Saudita comprometería inversiones de hasta 30 mil millones de dólares en Turquía.
¿Qué implica este acercamiento de Arabia Saudita con el bloque de alianzas oriental? ¿Qué significa eso para Estados Unidos?
El viernes se reunieron los jefes de gobierno de Alemania y de Francia con los presidentes Wladímir Putin y Tayyip Erdogán, para analizar el término de la guerra en Siria, incluyendo el retiro total de tropas extranjeras que no hayan sido invitadas por el gobierno sirio.
El resultado fue categórico: el territorio de Siria será respetado en su totalidad, se instará a Estados Unidos para que saque sus tropas y corte el envío de armas y vituallas a los territorios rebeldes de Idlib. Asimismo, Alemania ya ordenó el retiro de sus propios efectivos y sus aviones que estaban participando en la coalición con Estados Unidos en Siria.
Al mismo tiempo, el gobierno de Italia ya estableció nuevas relaciones de colaboración con Moscú, a la vez que confirmó su propuesta para la creación de un mega puerto comercial en Trieste, en la costa norte del mar Adriático, como puerta de ingreso de China a los mercados de Europa Central.
¿Tendrá la Inteligencia de la OTAN algo que aportar a esta nueva correlación de fuerzas que en realidad es una nueva arquitectura de convivencia internacional?
¿Tratará Estados Unidos de instalar sus misiles nucleares en países de Europa, sabiendo que Rusia instantáneamente apuntará a esos países con sus propios misiles nucleares?
En medio de esa ráfaga de noticias, de las estamos mencionando sólo algunas, encontramos que las elecciones de hoy en Brasil, como decíamos, no son más que una parte de un dramático proceso de transformación a nivel mundial. Si llegara a ganar Jair Bolsonaro, el pueblo brasilero tendrá muy poco tiempo para darse cuenta de que ese oscuro capitancillo de paracaidistas en realidad no es un nacionalista.
Y que su programa económico, que la derecha chilena está aplaudiendo, finalmente no va más allá que la venta a corporaciones privadas transnacionales, de las empresas, las tierras y los yacimientos minerales que son la riqueza de aquel país.
Inteligencia y astucia... ¡no son sinónimos! La inteligencia construye, diseña y realiza. La astucia sólo codicia y tiende a ser corrupta. Pero a veces nos damos cuenta demasiado tarde de la diferencia que hay entre inteligencia y astucia.
Hasta la próxima, amigos. Cuídense, hay peligro. La tontería es extremadamente peligrosa.