Por Ruperto Concha / resumen.cl
El domingo pasado mencionábamos cómo una legión de 15 mil científicos del más alto nivel y de las principales universidades del mundo, estaban horrorizados por la estúpida apatía de esos líderes políticos del mundo ante la amenaza ya inminente de un colapso del medio ambiente, ese medio ambiente que hace posible la vida en nuestro planeta.
Pero, en el transcurso de la semana, nuevas noticias exhiben la impúdica estupidez de esos líderes políticos que siguen sintiéndose muy inteligentes y que ahora parecen dispuestos a desatar ya la Tercera Guerra Mundial. Ud. sabe: esa Guerra que va a ser la última, y en la que las potencias terminarán en empate y en el planeta finalmente reinará la paz... esa paz absoluta que se llama la muerte.
En la sede de la Naciones Unidas, la embajadora de Estados Unidos anunció que ya se agotaron las iniciativas diplomáticas sobre Corea del Norte, e hizo una entusiasta advertencia de destrucción, aniquilamiento y, al parecer, también eliminación de la gente norcoreana.
Tan eufórica como las negras Erinias de la mitología griega, doña Nikky Haley amenazó también a la China, exigiéndole que cese completamente la exportación de petróleo a Corea del Norte, porque si no... en sus propias palabras, Estados Unidos se encargará del asunto.
Tanta fue la sobredosis de belicismo de la embajadora, que el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, señaló a la prensa internacional, textualmente, que, fíjese Ud.: "Si alguien está con la tentación de arrasar militarmente a Corea del Norte, como lo dijo la embajadora de Washington, muestra con sus palabras que tiene una intención sanguinaria".
Y, agregó el canciller ruso, que tiene la impresión de que en Estados Unidos hay alguien que tiene ganas de provocar la guerra en Corea.
Al mismo tiempo, importantes medios de prensa de Estados Unidos, como la revista "National Interest", especializada en estrategia, mencionaron en tono entre soñador y esperanzado, la posibilidad de que China decida invadir a Corea del Norte, imponer un cambio de gobierno, y sentar las bases para reunificar las dos Coreas.
Bueno, ésos son los mismos que ha mencionado ya varias veces que las intervenciones militares, los golpes militares, pueden ser cosa buena y pueden permitir restablecer la democracia neoliberal, como ocurrió en Zimbabwe, África, o en Chile, Sudamérica, y como podría ocurrir en Venezuela si los militares se ponen inteligentes y saben qué es lo que les conviene.
Al leer esos artículos elogiando los golpes militares, no podemos sino preguntarnos si esos periodistas se dan cuenta de que con ello están haciendo un elogio a la corrupción de los que ejercen el poder simplemente porque "saben lo que les conviene". No por razones de justicia o de legítima defensa, sino por simple conveniencia.
Tan grave se ha vuelto el peligro de una conflagración mundial, que ya el 22 de noviembre pasado el presidente ruso Vladímir Putin comunicó a las grandes empresas de su país que deben estar preparadas para una guerra que puede estallar en cualquier momento.
En ese contexto, esta semana concluyó con la confesión del general en retiro Michael Flynn, de los Estados Unidos, de haberle mentido a los investigadores del FBI, y ocultar sus contactos con diplomáticos rusos en diciembre del año pasado, antes de que Donald Trump asumiera la presidencia.
La confesión del general Flynn de haberle mentido al FBI se refiere a un crimen que amerita ir a la cárcel por a lo menos 5 años. Pero las publicaciones hasta ahora se limitan al hecho de que el general no confesó su encuentro con el embajador ruso. Y, oiga, omiten también por completo revelar que en ese encuentro Michael Flynn había pedido, en nombre del presidente electo, que Rusia por favor se abstuviera de apoyar la moción de censura contra Israel en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, por anexarse ilegalmente territorios pertenecientes a Palestina en el valle del río Jordán.
El gobierno de Barak Obama se abstuvo de vetar la censura, y la única esperanza de bloquearla era que Rusia la vetara como señal de buena voluntad. Por supuesto, la gestión del general Flynn no tuvo éxito.
De hecho, el propio New York Times reportó que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, le había pedido a Donald Trump que actuara influyendo en otros gobiernos para evitar la censura por los asentamientos ilegales israelíes en territorio palestino.
Según uno de los principales analistas del Instituto Internacional Probidad Política, resulta impactante ver cómo el gobierno y la prensa de Israel apoyan y defienden al general Flynn, mientras la prensa de Estados Unidos lo denigra y lo califica de traidor y criminal.
En estos momentos los líderes del Partido Demócrata, en Estados Unidos, dan muestras de gran agitación, con la perspectiva de que la investigación sobre los contactos entre Donald Trump y personalidades de Rusia, pueda configurar un juicio de destitución contra el Presidente Trump y también contra el vicepresidente Mike Pence.
Sin embargo, según la mayor parte de la prensa de Israel, los sueños de destituir al presidente Trump no tienen ninguna posibilidad de concretarse.
Pero, paralelamente a las tensiones críticas en Corea y Estados Unidos, la situación en el llamado Cercano Oriente u Oriente Medio, parece estar también acelerando en un estúpido rumbo a la masacre y la destrucción. De partida, por invitación del gobierno de Italia, se reunieron en Roma representantes de todos los estados islámicos de la región, incluyendo a Arabia Saudita y su gran adversario Irán, además, claro, de los otros protagonistas principales, Irak, Siria, Jordania, Egipto y Líbano.
La esperanza de Italia y la Unión Europea apuntaba a establecer una base de discusión y negociación inteligente, orientada a parar la maniática tendencia autodestructiva que está arruinando la vida de los millones de habitantes de la región.
Bueno, desde el comienzo mismo de la Cumbre en Roma, el embajador de Arabia Saudita lanzó un discurso vociferante, cargado de insultos, contra Irán. Y por supuesto, el embajador de Irán replicó en términos durísimos también.
Por ahora la cumbre de Roma al menos ha servido de tribuna para otros puntos de vista más moderados, como son los casos de Qatar, Irak, Egipto y Jordania.
Paralelamente, en Ginebra, Suiza, se iniciaban las negociaciones de paz entre los grupos rebeldes y el gobierno de Siria, sobre el plan de negociaciones de retorno a la democracia elaborado por los gobiernos de Irán, Rusia y Turquía, y avalado por el embajador de las Naciones Unidas, Staffan de Mistura, de nacionalidad sueco.
También allí, desde el primer momento, una delegación de rebeldes respaldados por Arabia Saudita hizo entrega de un memorándum en que exigen que cualquiera conversación de paz sólo será aceptable con el derrocamiento inmediato del gobierno del Presidente Basher Assad, y su exclusión completa de cualquiera conversación o negociación.
O sea, el memorándum de Arabia Saudita rechazaba de antemano los términos que habían aceptado Estados Unidos, Turquía, la Unión Europea y las Naciones Unidas, además de Rusia, Irán y China.
Por supuesto, la delegación del gobierno de Siria, junto a gran número de otras delegaciones, optaron por retirarse de inmediato, anunciando que sólo regresarán a la mesa de diálogo cuando de veras exista una posibilidad de diálogo y no una extorsión amenazante.
En tanto, el enfrentamiento entre Estados Unidos y Turquía, por el juicio criminal incoado contra un traficante de oro de nacionalidad turca e iraní, por violación a las sanciones comerciales impuestas por Estados Unidos contra Irán. ¿Se fija Ud?… Estados Unidos se arroga el derecho de juzgar como criminales a personas de otros países que, en otros países, no cumplen con sanciones impuestas por Washington contra otros países.
En estos momentos parece irremediable que Turquía enfrente no sólo a Estados Unidos sino también a la OTAN y a Israel, mientras, en cambio, consolida su alianza con Rusia, Irán y China...
Y, por cierto, también parece inevitable que Estados Unidos y sus aliados de Arabia Saudita e Israel, iniciarán febrilmente nuevas operaciones clandestinas con la esperanza de hacer caer el gobierno de Tadyip Erdogán en Turquía y reemplazarlo por otro que sea más dócil.
En este otro lado del mundo, nuestra América Latina, las noticias más inquietantes vienen de Honduras, Venezuela y Argentina.
En Honduras, el gobierno de Juan Orlando Hernández, apoyado por Estados Unidos, ha decretado estado de sitio y suspensión de los derechos constitucionales de la gente, frente a las protestas populares por indicios muy fuertes de haber falseado la elección presidencial del 26 de noviembre.
Los hechos en realidad resultan impresentables. Las informaciones oficiales de la autoridad electoral, cuando se iba escrutando más del 57% de los votos, daba como vencedor, claro, al candidato de la oposición, Salvador Nasralla.
Pero súbitamente se suspendió por completo toda entrega de información sobre los escrutinios, y sólo volvió a informarse tras casi un día entero de suspensión, dando súbitamente cifras nuevas en las cuales el candidato Hernández aparecía arrasando hasta superar la ventaja que había mostrado Nasralla.
A juicio de observadores internacionales, resulta prácticamente increíble el cambio de tendencia den los votos escrutados después de tantas horas de ocultamiento completo del proceso electoral.
Las protestas han ido en aumento y hasta las últimas horas del viernes se había constatado un trágico saldo de 5 ciudadanos muertos a manos de la policía antidisturbios y varias docenas de lesionados.
La situación en estos momentos parece alejada de cualquiera solución fácil, y de hecho la posibilidad de una reelección de Hernández sólo cuenta, internacionalmente, con el apoyo de Estados Unidos y de la OEA, mientras que los gobiernos de la región y la Unión Europea consideran más bien la posibilidad de anular estos comicios y convocar a una nueva elección en un plazo razonablemente cercano.
En Venezuela, las autoridades, junto a los representantes de la giganta petrolera Gazprom, de Rusia, asociada a la estatal Petróleos de Venezuela, detectaron un gigantesco fraude protagonizado por un grupo de ejecutivos venezolanos y estadounidenses, en que fueron sustraídos más de 600 millones de dólares, en una conspiración que duraba ya alrededor de 3 años.
Hasta ahora han sido detenidos 65 altos ejecutivos, y están quedando en evidencia acciones que van más allá del simple robo de dineros del estado o de petróleo, y configuran la existencia de una bien planificada operación de sabotaje con fines de desestabilizar económicamente al gobierno.
Por ahora, Estados Unidos está solicitando al gobierno de Venezuela que se permita a los detenidos de nacionalidad estadounidense recibir visitas y asistencia legal de profesionales norteamericanos mientras se desarrollan los procesos judiciales.
Y, en Buenos Aires, la Cumbre de la Organización Mundial de Comercio, la OMC, comenzó con protestas de los gobiernos participantes, por la decisión del presidente argentino Mauricio Macri, de impedir el acceso, o incluso negar la visa de entrada, a periodistas y observadores que habían sido ya autorizados por la OMC.
El gobierno de Macri impidió la entrada de 63 observadores y periodistas que habían sido aprobados por el organismo internacional. De hecho, los gobiernos participantes en el foro mundial tuvieron que dar explicaciones y pedir excusas a las instituciones afectadas, señalando claramente que el gobierno argentino no ha entregado razones que justifiquen ese bloqueo.
Entre los países afectados se cuentan: Bélica, Finlandia, Suiza, Holanda, Chile y Filipinas.
Podemos ver, a la luz de las noticias, que la supuesta inteligencia de muchos de los actuales líderes de la geopolítica mundial, ha sido incapaz de resolver en términos reales los angustiosos problemas que afectan a las naciones.
En el caso del Oriente Medio, el profesor Nabil Fahmi, ex ministro de exteriores de Egipto, recalcó que la tragedia del mundo islámico de origina principalmente en la incapacidad mental de los líderes cuando se trata de diagnosticar los problemas y las necesidades y buscar las respuestas y soluciones.
La tendencia, en cambio, es a culparse unos a otros y derivar fácilmente a la violencia. Una violencia que viene desgarrando a su gente desde que comenzó la intrusión extranjera en la vida de esas naciones y de la gente común.
Muchos líderes astutos, hábiles maniobreros, creen que su astucia y su habilidad, que les sirve a ellos para mantenerse en el poder, es la verdadera inteligencia necesaria para conducir a una nación.
El efecto, invariablemente, es corrupción. Es reemplazar las decisiones propias de una inteligencia auténtica, por mezquinas decisiones que con frecuencia no son más que pillería, que permiten recaudar mucho dinero y afianzarse como sobrevivientes de una política apolillada.
Desde Corea del Norte hasta Buenos Aires, desde las legendarias ciudades de las Mil y Una Noches, Bagdad y Damasco, hasta la destrozada Libia y sus mercados de emigrantes convertidos en esclavos y proveedores de órganos para trasplantes…
¿Dónde podemos mirar, con ojos y con esperanza confiada?…
¿Hay una guerra entre la honesta inteligencia y la turbia pillería que está corrompiéndolo todo?
Hasta la próxima, amigos. Cuídense. Es necesario. Hay peligro.
*Fotografía enfrentamientos en Honduras por fraude electoral. AFP / obtenida de rcinet.ca