Por Palos Pal Puente
Programa emitido el 8 de junio
Durante esta semana se han discutido importantes temas como la libertad de prensa y también el derecho a expresión. En toda democracia que se valga de defender los derechos de sus ciudadanos y fortalecer sus instituciones; la libertad de prensa e información debe ser garantizada. Por lo anterior, es que ha sido tan delicado que una Presidenta de la República, se querelle contra la denuncia que hacía la revista ¿Qué pasa? Frente a los procesos de bullado caso CAVAL; donde se señalaba que Michelle Bachelet había recibido dinero en esa transacción. Esa misma prensa que le había servido para enterarse del caso en que se vio envuelto su hijo, era incómoda porque cruzaba los límites tolerables a su parecer. Esto ha generado un extenso debate del que nosotros no podemos escapar, sobre todo en tiempos donde los medios de comunicación, como prensa, diarios independientes y redes sociales están en la mira.
Ahora bien, hagamos un pequeño recorrido sobre los medios de comunicación en Chile. En nuestro país la mayor parte de los medios (95%) están aglutinados en dos grupos: COPESA (¿Qué Pasa?; La Tercera; La Cuarta) y por otro lado El Mercurio, a través del diario de mismo nombre y la mayor parte de la prensa regional (Austral de Los Ríos). Esto corresponde a un proceso de concentración económica de los medios de comunicación, que ha tenido evidentes consecuencias para el acceso a información; ya que en su mayoría no son medios precisamente críticos al sistema, y a través del falseamiento de información, y la instalación de temáticas como la "delincuencia" contribuyen a perpetuar el status quo; no hay variedad ni debate de perspectivas; es un duopolio ficticio, ya que a fin de cuentas es un Monopolio Ideológico. Por otro lado también en esta relación de grupos económicos tenemos insignes casos en la televisión con Canal 13 que pertenece al grupo de Lucksic; sí el mismo de Alto Maipo y Caso CAVAL.
Es necesario profundizar que este duopolio informativo está íntimamente ligado a un funcionamiento empresarial también, tal como sucede en Canal 13. Por ejemplo, el dueño de COPESA es Álvaro Saieh, empresario nacional que además de controlar este consorcio, es dueño de UNIMARC, CorpBanca, entre otras empresas. Por otro lado, Agustín Edwards; proviene de una familia que históricamente ha Estado ligada al poder en Chile, muestra de aquello es que a través del "El Mercurio" fue el principal responsable de boicot comunicacional que vivió la Unidad Popular. ¿Cómo vamos pedir que los mismos dueños de empresas sean críticos a ese modelo? En ese sentido, es que los medios de comunicación se transforman en uno de los brazos más importantes del poder.
En este marco es que la prensa independiente (que presenta un posicionamiento más crítico al sistema) lucha por situarse día a día en un medio que es hostil a su crecimiento, como una contra hegemonía. Si no fuera por ese esfuerzo poco se podría cubrir y "viralizar" en tiempos de Facebook, los abusos de autoridad, amenazas, torturas y represión que difícilmente recogerían los medios al que nos hemos referido anteriormente. Esto es precisamente lo que se debe destacar en tiempos donde se habla de libertad de prensa está en la palestra, no defender de forma binaria si se está de acuerdo por lo publicado por ¿Qué pasa? Y molestó tanto a la ciudadana Bachelet. Aquí es necesario situar el debate.