Por Vicente Lagos Isla
Ya estábamos acostumbrados a las frases y comentarios desafortunados de Axel Kaiser, sin embargo su última intervención fue demasiado lejos. La columna de opinión del autodenominado intelectual neoliberal, recientemente publicada en el Diario Financiero, demuestran el nivel de falta de empatía que puede tener la clase alta en Chile.
El fiel «pensador» de la rancia elite chilena, violó todo criterio ético y moral en un texto donde afirmaba que la crisis sanitaria que tiene conmocionada a toda la sociedad chilena, era algo positivo para el país. El escritor que se ha destacado por negarse a una nueva constitución, sorprendió desagradablemente con su último texto.
Kaiser comienza su columna con una frase que refleja una absoluta falta de compasión con las victimas del virus: «Sin descartar su aspecto trágico, el coronavirus fue lo mejor que pudo pasarle políticamente a Chile».
Axel Phillip Kaiser Barents-Von Hohenhagen, sí, ese es su nombre de emperador alemán, demostró con esta frase hasta qué punto los ricos del país pueden llegar a tener nula compenetración y compasión con el sufrimiento que existe en la sociedad chilena. Incluso en una crisis tan profunda y dolorosa como la que vivimos hoy.
Durante las últimas semanas, con la crisis sanitaria por Covid-19, la opinión pública en redes sociales ha disparado contra los «cuicos» del país, quienes han sido los que han traído la enfermedad desde el extranjero y la han esparcido, en muchos casos, de forma irresponsable entre la población.
Las frases de Axel Kaiser demuestran la nula conexión con el dolor de muchas familias en la actualidad y en los difíciles meses de invierno que vienen. Sufrimiento de una población chilena que en su mayoría no puede acceder a la salud, alimentación y condiciones de verdaderos «príncipes» que tienen la gran oligarquía del país, a la que Kaiser pertenece. Privilegios que les permiten enfrentar mejor el virus, e incluso dejar de trabajar si así lo requieren.
Axel Kaiser, ha demostrado nuevamente hasta qué punto puede llegar la indolencia, inmoralidad y falta de humanidad de la clase social a la que representa. La historia no olvidará este tipo de comportamiento y frases que reflejan hasta qué punto el «cuiquerio» en Chile puede ser tan indolente y falto de empatía con la sociedad. Luego se llenan la boca hablando de libertad, de la gente, de la paz, pero cimientan el atropello, fomentan la violencia y avalan un sistema que aumenta la desigualdad, todo en beneficio de los más ricos del país.