Bases para un plan urbano integral población Aurora de Chile

Por equipo técnico Población Aurora de Chile

Una contextualización de las Políticas de Desarrollo Urbano en Chile

La Aurora de Chile de Concepción se presenta como un caso clave para entender la necesidad de implementar una política urbana integrada y participativa que se haga cargo de la calidad del espacio público, la vivienda digna, el predominio del valor de uso por el valor de cambio en el suelo, las garantías territoriales y la participación ciudadana como mandata la Política Nacional de Desarrollo Urbano1.

Se trata de una población que data de más de 80 años y que posee atributos que la caracterizan como un espacio urbano único en Concepción al haber sido creada a partir de la autoconstrucción del terreno, la urbanización de los propios pobladores y por constituir un asentamiento barrial que aporta diversidad social al centro de la ciudad. Al estar ubicada en una zona céntrica del sector costanera ha sostenido una histórica tensión con el Estado chileno frente a las ideas tradicionales de la planificación urbana penquista, que plantean la extensión de la ciudad al borde del río expulsando a los pobladores.

Si bien existe una política nacional cuyos documentos e iniciativas muestran un interés del sector público por mejorar las condiciones que las políticas urbanas han estado desarrollando en el país queda mucho por avanzar en su exigencia activa desde la ciudadanía. En este sentido, se valora el hecho de que se estén creando políticas que parten por hacer un análisis crítico de la actualidad urbana, reconociendo que los instrumentos de planificación y el marco legal vigente estan siendo herramientas insuficientes para poder abordar la complejidad de las problemáticas urbanas actuales.

Sin embargo, pese a que estas políticas representan un paso importante en los aspectos técnicos de la planificación urbana, y apuntan a una visión integral de cómo poder aportar desde la institucionalidad, siguen siendo iniciativas desarticuladas con la realidad política vigente, al no contemplar, por ejemplo, los cambios constitucionales necesarios para poder hacer real las intenciones expresadas sobre todo en relación a temas de descentralización y participación directa de la ciudadanía en la toma de decisiones. Así tenemos por un lado una serie de iniciativas que avanzan hacia una idea de democratizar las políticas urbanas con el fin de paliar los problemas relacionados con la segregación y la calidad de vida, pero por otro lado una normativa que permite la ejecución de proyectos de alto impacto en diversas comunidades urbanas y rurales, donde se le dan garantías para operar al sector privado, que van por sobre el cuidado de las identidades y el patrimonio humano y natural, contradiciendose con las buenas intenciones señaladas anteriormente. Dicho de otra forma, mientras se discuten temas de relevancia nacional en el ámbito urbano y se hacen comisiones de expertos donde se conversa sobre los problemas de la ciudad, tenemos en la práctica un territorio donde los sectores públicos y privados siguen construyendo en base a lo que el mercado va requiriendo, y donde se sigue degradando la calidad de vida de los habitantes y del medio ambiente.

La pregunta entonces es, ¿qué pueden hacer las comunidades para aportar desde la práctica a cambiar el desarrollo urbano del país?. Tomar una postura crítica y activa ante las formas en que se desarrolla la planificación urbana, y por ende ante las políticas que controlan y deciden sobre las formas de habitar nuestro territorio, situándose en la discusión de estas materias desde una posición relevante a partir de sus prácticas, como es el caso de la Aurora de Chile.

El proceso Aurora de Chile como materialización de la Política Nacional de Desarrollo Urbano

Considerando que la población ha estado históricamente en tensión con el Estado, el año 2010 se configura un nuevo escenario de conflicto tras el terremoto del 27 F y de la construcción del puente Chacabuco, proyecto que volvió a abrir la discusión sobre este territorio generando las condiciones para que las autoridades y medios de comunicación volvieran a plantear la necesidad de hacer un proyecto de urbanización en el área.

Lo novedoso de este escenario es que el sector público, teniendo como mandato incorporar procesos de participación ciudadana tras la aparición de estas nuevas políticas urbanas, decide realizar en la población un Plan Integral que considerara como base reubicar a los pobladores en los mismos terrenos que ellos habían construido y habitado durante años.

Sin embargo, la visión poco integradora de la propuesta del gobierno que no consideraba la participación de los pobladores como actores fundamentales en la toma de decisiones sobre su futuro, incidió en que la Junta de Vecinos, en representación de la población, junto a un equipo de apoyo profesional, asumiera un rol protagónico en el asunto, elaborando como respuesta a la propuesta de gobierno un documento que recoge su historia y su identidad como base para construir una visión de futuro de la población y en relación con la ciudad.

El documento que se presenta a continuación denominado "Bases para un Plan Urbano Integral Aurora de Chile", es el resultado de un proceso de 3 meses de trabajo, y fue presentado a las autoridades el día 13 de Julio del presente, con la intención de ser recogido y considerado como la base para comenzar a trabajar en un Plan Urbano Integral, con los aspectos que la población encuentra fundamentales, y con un carácter propositivo para la realización del trabajo. Cabe relevar, que el documento se sustenta en el marco de la Política Nacional de Desarrollo Urbano y que presenta una oportunidad para materializar lo que éstas políticas manifiestan.

Esta experiencia desafía a materializar la Política Nacional de Desarrollo Urbano colocando como eje del debate público la pregunta por la posibilidad de diseñar y ejecutar políticas urbanas y de planificación más participativas y equitativas en el contexto de la ciudad neoliberal, abriendo la discusión acerca de qué elementos se deben priorizar desde la ciudadanía, el mundo público y la planificación para avanzar hacia políticas urbanas más inclusivas de los puntos de vistas de los pobladores y en particular de los sectores de menos recursos.

La difusión de este documento es fundamental, porque si bien se presenta como una oportunidad para que los pobladores puedan ser parte de la construcción del proyecto de urbanización en su territorio, la única forma de llevarlo a cabo es a partir de las voluntades políticas que existan para que sea realmente considerado e implementado, teniendo como métodos de presión la organización de la población y la mediatización que este documento pueda tener en la ciudad y en el país.

Esperamos también poder contribuir a otras comunidades que estén en conflictos territoriales, para que tengan esta experiencia como base, considerando siempre fundamental la organización y el asumir un rol no solo de resistencia sino que también un rol proactivo al momento de defender los territorios que hoy día habitamos.

Revisa ACÁ el DOCUMENTO: Bases+para+Plan+Urbano+Integral+Población+Aurora+de+Chile.compressed

Adjuntamos enlaces con documentos relevantes:

Política Nacional de Desarrollo Urbano: http://cndu.gob.cl/wp-content/uploads/2014/10/L4-Politica-Nacional-Urbana.pdf

Agenda de Ciudad, Vivienda y Territorio: http://michellebachelet.cl/pdf/agenda-ciudad-vivienda-y-territorio.pdf

Propuesta para una política de suelo para la integración social urbana: http://cndu.gob.cl/wp-content/uploads/2015/05/Documento_Final_Propuesta-de-Poli%CC%81ticas_Suelo_para_Integracio%CC%81n_Social_CNDU_Mayo_2015.pdf

1 La Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU), creada en 2012 bajo el gobierno de Sebastián Piñera busca definir perspectivas a largo plazo, necesarias para orientar la construcción de las ciudades de Chile en torno a objetivos de ciudades sustentables, calidad de vida e inclusión social, hasta ahora tratados de forma marginal. Se rige a partir de cinco ejes temáticos, (1) Integración social, (2) Desarrollo económico, (3) Equilibrio ambiental, (4) Identidad y patrimonio, (5) Institucionalidad y gobernanza. Estos tienen como fundamento principal velar por las personas y su calidad de vida, para lo cual se presenta como el principal desafío un cambio cultural, "donde la valoración de lo público y las expresiones colectivas alcance un lugar preponderante, dando cuenta que las ciudades y pueblos son mucho más que la aglomeración de construcciones privadas" (PNDU). En el 2014 la Presidenta Michelle Bachelet se compromete a dar continuidad a la PNDU y crea la Comisión Interministerial de Ciudad, vivienda y territorio, que tiene como fin avanzar en la implementación de la política nacional de desarrollo urbano, creando así una Agenda de ciudad vivienda y territorio#, que define seis ejes de acción: (1) Calidad del espacio público, (2) Barrios y vivienda, (3) Institucionalidad, (4) Políticas de suelo, (5) Garantías territoriales, y (6) Participación ciudadana. De estas iniciativas cabe destacar el documento elaborado por el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU) llamado: Propuesta para una política de suelo para la integración social Urbana, y que en palabras de la presidenta tiene como fin ser "una propuesta de reforma en materia de suelo, que nos permita implementar una política que garantice integración social y se prioricen los fines sociales sobre los particulares".

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