El 25 de abril es un día feriado en Italia desde 1946, una fiesta nacional en conmoración del alzamiento de guerrillas partisanas (conformadas por comunistas, anarquistas, socialistas y demócratas) que lograron poner fin al régimen fascista y la ocupación de la Alemania nazi. Ese día Mussolini huyó de Milán y tras ser capturado por un grupo de partisanos, fue fusilado y colgado en la Plaza de Loreto.
Por Alejandro Baeza
Fue el 25 de abril de 1945 la fecha que escogió el Comité de Liberación Nacional de Italia para proclamar la insurrección en todos los territorios ocupados por los nazifascistas. «¡Rendirse o morir! era el santo y seña de los comandos partisanos». El día no sólo es una fecha importante para Italia, sino para toda Europa.
Así lo recordó el entonces el presidente del parlamento europeo, el ahora fallecido David Sassoli en su cuenta de twitter, señalando que : «Este día marca la caída del fascismo y la expulsión de los nazis de Italia. La historia de la República comienza allí, el Referéndum sancionó el fin de la monarquía y poco después nació nuestra Constitución, fundada en los valores de libertad y antifascismo».
Y es que luego del fin del régimen que encabezara Mussolini, el país vivió un proceso de democratización con una Constitución fundada en necesidad de impedir que pudiese regresar el fascismo.
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No obstante, esta fecha nunca ha gustado a la derecha italiana. Berlusconi se ausentó siempre -salvo en 2009- de actividades oficiales mientras fue jefe de gobierno. En tanto, con el actual gobierno de extrema derecha en el país, encabezado por Giorgia Meloni, acudirá al «Altar de la patria», un monumento a la «unidad nacional», mientras el segundo al mando en el partido» Hermanos de Italia» y presidente del Senado, por tanto segunda autoridad nacional, Ignazio Benito La Russa, causó polémica al admitir tener un busto de Mussolini en casa.
Pero más allá de estos casos puntuales y recientes, es un día que se celebra en toda Italia de manera popular que reconoce la necesidad de mantener viva la historia.
A diferencia de Chile, en Italia la dictadura fue derrocada, el dictador y sus esbirros fueron ajusticiados, y tras ello se instauró una república. En nuestro país, hasta el día de hoy se vive bajo el modelo de la dictadura y se trata a las personas que se alzaron en armas contra el régimen como «terroristas», a diferencia de los países europeos que son incuestionables héroes de la libertad.
Es más, el dictador Benito Mussolini encontró el final que merecía. Preso del pánico aquel 25 de abril de 1945, huyó de Milán disfrazado con el uniforme de un soldado de la Luftwaffe alemana. No obstante, fue identificado por un grupo de partisanos, los italianos que se alzaron en armas, y fue capturado para ser fusilado dos días después y su cuerpo expuesto colgado en la Plaza de Loreto de la ciudad lombarda.
El 25 de abril en Portugal: La Revolución de los Claveles
La última elección democrática en Portugal fue en 1925 de ahí en adelante se instauró una dictadura militar de carácter fascista que duro 48 años, primero con Olivera Salazar quien tras un accidente personal (1968) continuó otro militar «salazarista» (como se definía el fascismo en Portugal) Marcelo Caetano.
En los años 60 comenzó la lucha de liberación nacional en África, la victoria del pueblo argelino sobre Francia, insufla más fuerza al movimiento en el lejano sur de África. Portugal, el más débil y pobre de los países coloniales europeos, mantenía dos dominios importantes: Angola y Mozambique, las guerrillas de estos países habían causado importantes bajas y desgaste al ejercito portugués, con el apoyo del internacionalismo cubano.
La guerra colonial desangraba a la dictadura salazarista, fue así que a las 00:25 horas del 25 de abril de 1974, la Rádio Renascença transmitió «Grândola, Vila Morena», una canción revolucionaria de José Afonso, prohibida por el régimen salazarista. Aquella fue la señal para que jóvenes oficiales y soldados ocuparan diferentes unidades militares e iniciaran el levantamiento, al cual se sumó masivamente el pueblo portugués, cansado tanto de la dictadura como la guerra colonial.