El médico, que fue guerrillero en Teoponte, y que respaldó a Evo Morales desde la fundación del Instrumento Político, antes de que fuera el MAS, está preocupado porque cree que el proceso de cambio no está cumpliendo con los objetivos socialistas con los que fue creado.
Por Mónica Salvatierra S. / El Deber
Puntualiza que este Gobierno ha tenido tres errores: no decidir políticas de fondo más profundas, especialmente en salud y educación; el gasolinazo como medida sin consenso popular y el referéndum en busca de la segunda reelección presidencial.
Optó por hacer conocer sus observaciones a su partido y él las considera autocríticas. Sin negar los avances de esta gestión al mando de Evo Morales, plantea que el proceso se reencamine, que se abra y que sea más democrático. Opina que el entorno del primer mandatario no es revolucionario y que por eso no se ven los avances sociales que ya deberían ser evidentes en 10 años de gestión. Nos recibió en su consultorio para tener este diálogo.
_¿Cómo ve el proceso de cambio liderado por el MAS en este momento?
Lo interesante no es la cantidad de cambios en el gabinete, sino la calidad del cambio. Particularmente, el de Quintana, quien salió del gabinete por una enorme presión de la opinión pública, que para el presidente se hizo insostenible. Y que, sin embargo, retorna.
Hay algo contradictorio en el nombramiento de Quintana y que puede convertirse en el incordio en el gabinete. No está en consonancia con el giro político que ha hecho el Gobierno en los últimos meses, de apertura, de concertación de diálogo, de aproximamiento.
Nosotros comenzamos como un proyecto histórico, que es el socialismo, que cada vez va adquiriendo más espacio, aún en los países capitalistas. Por ejemplo, en países del norte de Europa, toda la salud y educación es socialista, y son países eminentemente capitalistas, ya no hay enseñanza privada y la salud está bajo la tuición del Estado. Eso por principio es lo primero que deberíamos abordar. Cuba lo hizo así también. Con la evolución de la humanidad, ciertos sectores deben ser particularmente públicos y ya no privados, porque es un freno.
Nosotros llevamos ya 10 años y una de las autocríticas que hago a nuestro proceso es que en vez de ir tomando la responsabilidad del Estado en el tema de la salud y la educación, hemos ido distanciándonos. Simón Rodríguez decía que la educación debe ser gratuita, universal y obligatoria. Eso no existe en nuestro país. En 10 años ya deberíamos estar en ese camino.
Hay trabas, evidentemente, que desde las instancias del poder están frenando este postulado de nuestro propio libertador. Tenemos una salud peor que la que teníamos antes. Y eso hay que reconocerlo. La salud y la educación deben ser la primera responsabilidad del Estado y no hemos avanzado en esto cuando somos un proceso de cambio.
Hemos logrado muchas cosas, claro que sí, pero no las suficientes. Una de las cosas ha sido abrir el mercado nacional, porque hay mejoras, hay bonos, etc. Que mejoran la calidad de vida de mucha gente. Eso nadie lo puede negar.
_¿Y por qué cree que no se ha llegado al nivel que se debería haber llegado?
Porque no hay una postura, en este momento, que podamos decir revolucionaria. Hay simplemente un sector importante en el MAS que está frenando el proceso de cambio y también el proceso histórico que es el socialismo. Es nuestra obligación profundizar el proyecto histórico.
Estamos creando más burguesía. Ahora hay más acceso a la economía y los sectores que históricamente eran postergados se sienten en otro estatus social. Y dicen: "Ya no soy masista, soy de la burguesía". Esa gente es la que ha votado contra el proceso y la que va a votar contra el proceso. Y yo, como soy guevarista, me guío por las enseñanzas del Che: "Si cultivamos capitalismo, vamos a cosechar capitalismo". Eso es algo que no se está viendo. Esa es la autocrítica. No hemos tenido la suficiente fortaleza como para que esas políticas sean decisivas en el proceso de cambio.
_¿Se perdió la brújula?
Yo creo que hubo más peso de políticas asistencialistas, por el peso específico de la militancia que invadió el MAS. Los invitados ya no son invitados, son dirigentes. Hay ucesistas que son dirigentes, ¿cree que han cambiado a socialistas? No creo, no se ve y se siente que no ha sido así.
_¿Hay clientelismo?
Siempre ha habido. En todas las épocas hubo prebendalismo. Pero el problema es que siempre hubo consideraciones para frenar la infiltración y es el no permitir que el invitado pase al dormitorio, acá al invitado se lo ha llevado al dormitorio. Entonces están dirigiendo las políticas prebendalistas para seguir cultivando capitalismo y burguesía.
_¿En este momento el proceso de cambio está conducido más por las visitas que por los dueños?
Resulta ser así. Revisemos el gabinete. Empecemos por el vicepresidente. Fue un invitado y una persona con la que hemos discutido en más de una ocasión. No tengo nada personal en su contra, pero el hombre no tiene una ideología revolucionaria. En una discusión por televisión, hace años, él dijo que el socialismo era inviable en Bolivia. Ya él tiene una ideología, que es el capitalismo andino, que ahora también es amazónico. Hemos tenido confrontaciones, nunca hubo una coincidencia ideológica.
Con el tema de la autonomía hemos discutido con el presidente y el vicepresidente. Yo decía que no había que ceder. La autonomía nunca fue una reivindicación de las élites cruceñas. Pero en ese momento, les estábamos regalando una consigna que les permitió reagruparse y bombardear la Asamblea Cconstituyente. Primer error.
El vicepresidente cumplió su rol, porque mucha gente en 2005 tenía miedo al MAS, pero no quería votar por los mismos de siempre. Entonces, para atraer fue la invitación que hizo el presidente al vicepresidente actual, porque era una persona que más o menos atemperaba el temor que se tenía por el MAS. Yo estaba de acuerdo. Después dije no, ya no, ya cumplió su rol. El pueblo ya votó por el socialismo en el referéndum revocatorio. Ahora estamos en un cuello de botella, en el que hay que ampliar los espacios, para recuperar la confianza en el proceso histórico.
Usted plantea que otro error ha sido el referéndum por la reelección…
Ha beneficiado más a la oposición. Considero que el vicepresidente no es oposición, está con el proceso de cambio, pero no es alguien que internamente vaya al socialismo. Él ha convertido a nuestro proceso en padre de los pobres, pero en madre de los ricos, porque los amamantamos. Ha progresado como nunca la banca privada y no ha progresado la salud del pueblo. Hay que enmendar el camino que sigue este proyecto.
_¿Por dónde se debe reencaminar el proceso?
Por el reestablecimiento de la democracia interna, que antes sí la había, pero que ahora se practica muy poco. Hay dirigentes de los movimientos sociales que lo han planteado. Esta avalancha de pedido de amnistía al general Prado, ha planteado la preocupación de muchos sectores (organizaciones sindicales); en Santa Cruz han hecho conferencia de prensa en San Julián, en Chuquisaca hay adhesiones a esta postura. No pretendo hacer facciones, lo que busco es reencauzar el proceso y agrupar a los contingentes del MAS. Porque la derecha nos va a ganar y eso sería una pérdida histórica, la pérdida de una oportunidad histórica y tenemos una gran fortaleza, un líder extraordinario como Evo Morales.
_¿Está capturado Evo Morales en un entorno que lo aleja de las bases?
Evo Morales está como todos los seres humanos que entramos en un laberinto existencial. Le ha tocado enfrentar un periodo de mucha responsabilidad no solo nacional, sino internacional. Y nosotros tenemos una gran ventaja, hemos sabido conducir los recursos del país, pero en este laberinto existencial cuando hay una buena política se da más espacio a los sectores involucrados en la economía, en las finanzas. Por eso, en ese laberinto es difícil determinar hasta dónde llevamos las políticas sociales y en qué medida favorecemos más a estos sectores financieros.
Unas veces, por su fuero interno, por su indigenismo sensorial, que es diferente al indigenismo académico del vicepresidente, el presidente tiene que optar por algunas cosas, pero indudablemente tiene que ceder en otras. Depende del equipo que lo acompaña. Hay un equipo que no es totalmente socialista.
_¿Eso pone en peligro el proceso de cambio?
Yo creo que sí, porque ese equipo en su mayoría fue el que convocó al 21 de febrero. Yo hice campaña por el sí. Fui a los barrios, pero no a hablar, sino a escuchar lo que decían los dirigentes. Nos dimos cuenta de que no iba a ser fácil y si se ganaba iba a ser con un margen muy estrecho. Vi venir el resultado.
No era solamente por la telenovela de la Zapata. Evidentemente tuvo su influencia, era por ciertas políticas que no se han aplicado.
_¿El presidente escucha las críticas, lo escucha a usted?
No, yo creo que el presidente está muy presionado, por supuesto. Quienes están cerca de él son quienes deben presionarlo más. Entonces se alejan más las voces diferentes. Por ejemplo yo con el presidente no hablo hace más de un año. Antes era cotidiana nuestra comunicación y había discusiones y propuestas. Pero evidentemente la presencia de un grupo de gente, todos los días, por supuesto que tiene más efecto que la gente que lo ve de vez en cuando.
_¿Qué dice de las críticas que dicen que está endiosado?
Todo líder es endiosado, depende de cada líder para no creerse Dios. Para asentarse bien en la realidad. Hay muchos líderes como Fidel Castro, Raúl Castro o el Che, pero no llegaron a endiosarse. No creo que Evo esté endiosado, está rodeado y blindado por un equipo que no es socialista.
_¿Usted plantea que si hubiera un nuevo referéndum para la reelección puede afectar el proceso?
Si persistimos o nos encaprichamos con un segundo referéndum, es el suicidio del MAS, más aún si se considera esa fórmula de que Álvaro vaya a la Presidencia y evo a la Vicepresidencia. Es una peregrina idea, estúpida diría yo. La gran mayoría del MAS no votaría por una fórmula así. Tenemos un líder que hay que preservar, forjarlo y hacerlo crecer como líder. Debe ser líder entre 2020 y 2025. Es joven y puede candidatear otra vez. Si postula el 2019, se murió el líder y se murió el proceso. Esa es mi preocupación.
_¿El proceso no avanzará sin Evo Morales?
Sin un líder es difícil que un proceso cuaje. En todo país, no solo en Bolivia.
_¿Y cree que otra persona puede ganar elecciones como candidato del MAS?
Puede, siempre que el líder se conserve. Mantengamos el líder.
_¿Álvaro García Linera debería estar fuera del proceso?
No fuera, pero no en la posición que está. Es uno de los hombres que más poder concentra en el Gobierno. Poniéndome a pensar, es el hombre más poderoso de este país y el que define las políticas, sin que haya democracia interna en el MAS. Hay el Conalcam, pero todo llega cocinado, no hay discusiones. Por ejemplo, el gasolinazo. Si se lo hubiera discutido en los barrios, esa medida habría sido ventajosa, pero la despilfarramos. Es más, se actuó neoliberalmente, negándolo primero y se lo lanzó en Navidad.
_¿Por qué cree que el vicepresidente tiene tanto poder?
Porque también es hábil. El presidente tiene muchos compromisos internacionales que no puede evadir, no se puede en esta época de la globalización. Él tiene esas funciones que son muy importantes en este momento. Ese espacio que deja Evo en el país es llenado por alguien y es el vicepresidente. Si tuviera un proyecto socialista, por supuesto que lo acompañaría bien, pero si no, y estamos viendo los resultados.
_¿Y la corrupción, cómo la ve y por qué existe en este Gobierno?
Toda la vida ha existido la corrupción. Imagínense en 2005 había 1.500 millones de dólares de reserva y 10 años después hay 15.000 millones de dólares de reservas. ¿Cuándo hubo eso en Bolivia? Es un fenómenos que no se da por casualidad, sino porque la corrupción del pasado no existe. Se le cortaron las uñas a los grandes, pero la corruptela proliferó y por supuesto que la derecha la hará más visible, por todos los medios posibles. ¿Quiénes se llevaban el dinero que ahora hemos ahorrado? Los presidentes y los vicepresidentes. Nosotros debemos cortar la corrupción porque no estamos para compararnos con la derecha, sino para gobernar un país al que le negaron lo que ahora es posible.
_¿Qué le diría a Evo si lo tuviera al frente?
Hola Evo, lo estás haciendo bien, pero hay que hacerlo mucho mejor. Se puede
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