[resumen.cl] El 18 de Octubre se celebraran las elecciones presidenciales en Bolivia, luego que un golpe militar derrocara al presidente Evo Morales. El golpe de estado tuvo como excusa un supuesto fraude electoral en la reelección de Morales, denunciado por la OEA. Sin embargo, centros investigadores internacionales, incluso del propio Estados Unidos, reconocieron tras el golpe que Evo Morales había ganado legítimamente la elección.
Presionada por las huelgas y bloqueos de caminos, la dictadura Boliviana encabezada por Jeanine Áñez, se vio obligada a convocar elecciones presidenciales para este 18 de octubre. Impedido Evo Morales de ser candidato, el MAS -partido que gobernó Bolivia ante de la dictadura-, levantó la candidatura del economista Luis Arce, quien no solo aparece en todas las encuestas como el candidato más votado en la primera vuelta, sino que además lo hace con una holgura suficiente -más del 40% de los votos y 10% de diferencia sobre el segundo- lo que le permitiría ser investido inmediatamente como presidente de Bolivia, sin necesidad de recurrir a una segunda vuelta.
Las esperanzas de la derecha boliviana y de la embajada norteamericana, es forzar la segunda vuelta y allí unir a todos los candidatos de derecha en contra del candidato del MAS y poder derrotarlo.
Debido a la catástrofe sanitaria y a los escándalos de corrupción en el manejo de ésta, Jeanine Áñez, quien aparecía como la principal candidata de la derecha, se ha hundido en las encuestas, es por ello que presentó su renuncia. Sin embargo, no está claro donde se irán sus votos, si a Carlos Mesa el ex presidente derechista quien trata de ocupar el centro político o a Luis Fernando Camacho, líder de la extrema derecha de la región de Santa Cruz.
Según las encuestas solo Mesa podría impedir la elección directa del candidato de MAS. No obstante, es difícil que Áñez logre direccionar a todo su electorado.