Brutalidad policial de franco: Los últimos momentos de Alexis Astorga Muñoz en Colbún

El pasado 18 de febrero en Colbún, provincia de Linares, el joven de 33 años Alexis Astorga fue asesinado por un grupo de carabineros de franco durante la fiesta de la cerveza de la comuna. Inicialmente los funcionarios de civil señalaron su intervención en un presunto robo de un auto, el cual resultó ser de la propia madre de Alexis. El grupo de carabineros, aparentemente bajo la influencia del alcohol, no solo redujo al joven con tal violencia que lo terminaron matando, haciendo caso omiso de sus llamados de auxilio, sino que además intentaron encubrir el crimen.

Por Alberto San Martín

A más de un mes de transcurrida la tragedia, RESUMEN conversó con su familia, quienes se mantienen firmes exigiendo justicia en este caso de uso excesivo de violencia y brutalidad policial.

En la ciudad de Linares, Sandra Muñoz, madre de Alexis, relató los acontecimientos previos a esa fatídica jornada. «Yo fui de paseo donde mi madre, a compartir con ella el día sábado, 17. Y el día 18 compartimos pastel de choclo, y después disfrutamos con mi hijo, salimos, estuvimos muy felices, muy contentos», recuerda.

Sandra explica que Alexis le dijo que iría a dar una vuelta. Todo esto mientras en el sector se desarrollaba la llamada «Fiesta de la Cerveza». «Yo me quedé confiada con mi mamá en la casa, de repente, no sé, sentí un presentimiento. Y salgo afuera a la calle y veo la ambulancia que iba pasando hacia el lado de la media luna, en cual estaba la fiesta de la cerveza. Había mucho ruido. Entonces yo voy y me acerco, y en la esquina de esa placita veo a mi hijo tirado en el piso. Y me dijeron que lo estaban reanimando, le tenían una máquina puesta encima para reanimarlo, que le había dado un paro respiratorio. Yo lo miro y la máquina no estaba funcionando. Mi hijo ya estaba morado, estaba fallecido», señala.

La madre de Alexis indica que su hijo «tenía unos tapones en la nariz, tenía sangre en su orejita adentro, tenía sus rodillitas todas peladas y toda la carita morada. Yo ya vi que él ya no estaba acá. Entonces yo no sabía qué le había sucedido».

Por su parte, el padre de Alexis, Fernando Astorga, explica que él se fue acercando al lugar y vio a Sandra llorando encima de su hijo: «Yo ya le toco su carita, estaba heladito, yo le dije a Sandra que ya se nos fue el Alexis».

 

Lugar donde fue asesinado Alexis Astorga Muñoz

 

En ese momento Fernando escuchó comentarios que Alexis supuestamente «venía corriendo y se cayó y empezó a convulsionar, que se estaba robando un auto. Pero les digo, ¿Qué auto estaba robando? Si mi hijo, no es ladrón, no roba nada, ¿Qué auto? Ese me dicen. Y cuando veo que era el auto de Sandra, de la mamá de él, y veo la patente en el piso».  Fernando explica que cuando llegaron, la versión que les dieron era que estaba robando un auto y que al correr, Alexis cayó y empezó a convulsionar. «Cosa que yo cuando lo vi, le vi su carita rota aquí, lo vi moradito como que murió de asfixia. Le dije yo a Sandra, para mí que el Alexis lo ahorcaron, lo ahogaron«, concluyó su padre.

Fernando señala que «cuando supieron que el auto que él le sacaba la patente era el de la mamá, que en ningún momento estuvo robando, se cambió la versión, se dio vuelta toda la situación».

 

El intento de encubrir el crimen

Deyanira Astorga, hermana de Alexis, recuerda que tuvo que dejar el vehículo estacionado en aquel lugar debido a que no había espacio junto a la casa de su abuela, a causa de la gran congestión que se generó con la Fiesta de la Cerveza. «Alrededor de las diez con cinco, porque aún tengo la llamada perdida, me llama mi padre, yo no me percato de la llamada. A las diez con seis yo vuelvo a llamar a mi papá y me dice que a mi hermano lo están reanimando. Yo comienzo a correr, a buscar el auto, porque pensaba que estaba en la posta. Pero llego al auto, miro alrededor y escucho los gritos de mi madre, desesperada. Miro al lado del auto, veo a mi hermano tirado en el suelo, la placa patente al lado de lo que era el poste de luz y el auto Chevrolet Spark, que era de mi madre, con una abolladura al lado delantero.»

Deyanira se acercó, se dio cuenta que su hermano estaba en el suelo y le preguntó a la persona que lo estaba reanimando qué había pasado. «Me dicen, tu hermano se cayó, estaba convulsionando y le dio un paro cardiorespiratorio y lo estábamos tratando de reanimar. A lo que yo me altero y grito que no, porque mi hermano tenía sus rodillas peladas, tenía moretones en su barbilla, su nariz roja con su tabique desviado, cosa que anteriormente él no tenía, y muy rojo por alrededor de acá del rostro«.

La hermana de Alexis comenta que en esos momentos se acerca un testigo que le dijo: «A ustedes le están mintiendo, tu hermano no se cayó. A él lo estaban golpeando y lo redujeron con fuerza».

Tras ser Alexis violentamente reducido, los carabineros intentaron encubrir este crimen con una supuesta caída, pero testigos alertaron rápidamente sobre la brutal golpiza que había recibido el joven. Todo esto, precisamente mientras Alexis se identificaba con su nombre, su rut, y daba a conocer su diagnóstico de esquizofrenia, lo que no detuvo la violenta acción de los efectivos policiales de franco, quienes aparentemente se encontraban en una fiesta y también presuntamente en estado de ebriedad.

Frente a la misma plaza donde mataron a Alexis, este medio conversó con Carlos Luarte, testigo del crimen. «Al escuchar esa voz, esos gritos, que fueron como gritos de auxilio o de pedir ayuda, me encuentro con mi nieta, que me dice, Tata, frente hay un niño, lo tienen retenido, y me dice que iba a cruzar para saber más detalles. Estaba frente, cruzando solamente la calzada, yo diría que entre siete o ocho metros más no, desde mi posición, desde la puerta de mi casa o desde la reja de mi casa. Yo vi que, en realidad, me quedé con esa versión de que a esta persona la tenían retenida porque había sido sorprendido robando o interviniendo un vehículo particular, un auto».

Carlos, visiblemente afectado al recordar los traumáticos hechos, relata que al principio «no sabía de quién se trataba, no sabía tampoco quién los tenía retenidos, yo pensaba que eran ciudadanos comunes y corrientes porque se veían de civil».

Por su parte, la nieta de Carlos, Catalina Gonzalez, explicó que esa noche «se escuchaba al joven Alexis gritando su nombre, su rut, su diagnóstico, y que por favor llamaran a carabineros. Eso fue como el inicio de lo que yo pude ver. Estuvo alrededor de diez minutos gritando su nombre y su rut. Y ahí ya lo redujeron y habían dos jóvenes a la altura de los hombres y uno afirmándolo de los pies. Y claro, estaba amarrado».

Al consultarle a Catalina si en ese momento ella pudo percibir si Alexis aún se encontraba con vida, la testigo respondió que «sí, estaba con vida porque se movía, como que intentaba zafarse, pero lo apretaban más. Como que se movía y lo aplastaban. Y él era súper menudito, se veía súper menudito en comparación a los tres jóvenes que estaban casi encima de él, que eran súper grandes y robustos. Como que no era necesario tenerlo en el piso, ahí hay como unos ladrillitos, perfectamente se podría haber sentado ahí y tenerlo ahí o en el auto de seguridad ciudadana subirlo. No era como la necesidad de tenerlo contra el piso. A mi parecer, cuando el joven se dejó de mover, uno de los jóvenes como que lo empezó a zamorrear, lo movió y él no reaccionaba».

Catalina recuerda que «ahí ya lo dieron vuelta, le sacaron como el cinturón que le tenían en las manitos y empezaron a hacerle reanimación. Y después le sacaron lo de los pies, la cinta. Cuando llegó la familia él ya estaba en reanimación. Y después llegó la hermana. La hermana andaba en el auto que era de la mamá. Y ella como que preguntó que qué había pasado. Yo le dije, no, es que estaba robando aquí la patente. Y me dijo, no, pero si este auto es de nosotros, es mi hermano. ¿Qué pasó? ¿Qué le hicieron? decía ella. Y como que todo era confuso. Después preguntaron, ella preguntaba que qué le había pasado y todos le decían que se había caído. Y ahí fue como cuando yo quedé en shock. Yo dije, ¿Cómo le dicen a la familia que se cayó si el joven en ningún momento se cayó? Entonces ahí fue como que ya se empezó a tergiversar toda la historia».

Carlos Luarte explica que posteriormente se enteró de quién se trataba la víctima que acababa de morir en manos de los carabineros de franco. «Me entero que era un vecino al cual conocí desde niño, desde guagua prácticamente. Tenía la edad de mi hija menor. Luego divisé a un primo de él, que también lo ubico. Y escucho que él dice, ya mañana me acerco, paso a firmar, una cosa así. Y yo le pregunto, ¿Qué versión te dieron? ¿Qué le pasó a tu primo? Y él me dice que le informaron que se había caído ahí. Y las personas que estaban con él lo estaban tratando de reanimar. O sea, fue derechamente otra versión. Totalmente distinta de lo que nosotros conocimos en un principio. Que lo tenían amarrado de pies y manos. ¿Y para qué tres personas sobre su cuerpo? Me pareció totalmente una fuerza innecesaria. Y al conversar con su primo, y que le habían dado otra versión, ahí yo decidí, le dije, oye, pero no seas tonto, si esto no fue así. La realidad fue tal y tal como te estoy contando. No tiene nada que ver con las explicaciones que te están dando a ti y al resto de la familia», puntualizó el vecino.

 

La querella del INDH

Consultado por nuestro medio con respecto a este caso, el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos, sede Maule, Víctor Ipinza, recalcó en el hecho de que «cinco funcionarios de carabineros que se encontraban de franco, quienes sin atender a las aplicaciones del señor Astorga procedieron a reducirlo y detenerlo provocando con estas maniobras una compresión cervical externa que causó su muerte por asfixia mecánica, según consta el certificado médico de defunción del Servicio Médico Legal de Linares».

Ipinza agrega que «en este caso existe el antecedente de que quienes reducen e inmovilizan a don Alexis se habrían identificado en el lugar como funcionarios de carabineros, lo que resulta relevante para la calificación jurídica que el Instituto Nacional de Derechos Humanos interpone en su querella criminal por el delito de apremios ilegítimos con resultado de homicidio previsto y sancionado en el artículo 150-D en relación con el artículo 150-E número 1 del Código Penal. Dicha querella ya fue interpuesta, fue declarada admisible por el Juzgado de Garantía de Linares y la causa se encuentra en etapa de investigación».

 

La razón del porqué Alexis sacó la patente del auto de su familia

Fernando Astorga comenta que Alexis estudió ingeniería mecánica automotriz en el INACAP. «Y después cuando empezó a caer enfermo con su esquizofrenia bipolar, hay días que estaba muy bien y días que no, pero tenía un tiempo, tuvo un auto, un Yaris. Entonces cuando caía enfermo desarmaba completo su auto, le sacaba los focos, lo desarmaba completo, le sacaba los parachoques, le sacaba las patentes completo, completo. Y después cuando ya se recuperaba lo armaba completo. Entonces a mí me sacaba las patentes del auto porque tenía miedo que me robaran el auto, que me robaran las patentes, como se veía en la televisión que robaban las patentes, las clonaban con otro auto y él eso lo hacía como para protegerlo a nosotros».

Su padre recalca el hecho de que Alexis jamás intentó robar ningún auto. «Si ese día cuando pasó el hecho habían como más de 100 autos, si él le hubiera querido sacar, robarse un auto o sacar la patente de otro… No, él sabía que era el auto de la mamá, por eso fue, porque era el auto de nosotros solamente, no tocaba ni un auto más», concluye Fernando.

Con respecto a la búsqueda de justicia de la familia de Alexis, Deyanira señala que «hasta el momento los cinco involucrados, hay dos dados de baja, que no están ejerciendo funciones, pero hay tres que sí todavía siguen siendo carabineros, hay tres que siguen en sus funciones, dos de ellos perdieron su trabajo, pero están libres, están en la calle, están disfrutando de su vida, tienen arraigo nacional, pero más allá de eso, creo que merecen una pena más justa, no sólo por mi hermano, sino porque la sociedad, necesitamos que se haga justicia por Alexis, por todos los que estamos involucrados, nuestra familia está destruida. Necesitamos transparencia en este caso, que como dije yo desde el principio hubo algo extraño, desde el primer minuto que nosotros llegamos ahí se nos cambió la versión, exigimos transparencia y algo de justicia por el asesinato de mi hermano, nada nos va a devolver al Ale, nada, pero exigimos por último que las cinco personas involucradas paguen con cárcel».

 

La sombra de la impunidad

Durante estas semanas, la familia de Alexis ha realizado constantes vigilias, marchas y velatones en Colbún y en Linares, exigiendo justicia y cárcel para los carabineros de franco responsables.

El caso de Alexis Astorga, vuelve a poner en alerta el uso excesivo de la violencia por parte de Carabineros, especialmente cuando se le pretende darle mas atribuciones a una institución profundamente cuestionada por sendos crímenes contra los Derechos Humanos y con un largo historial de corrupción a todo nivel.

Deyanira apunta que «se usó una brutalidad policíaca tremenda. Cuatro o cinco personas para reducir a un joven de un metro sesenta fue exagerado. Creo que deberíamos reformar un poco lo que es el poder que se le da a carabineros».

La hermana de Alexis recuerda que «en este caso, se vulneró el derecho de una persona con esquizofrenia. Creo que deberíamos pensar si un civil, una persona común y corriente hubiese estado en el lugar de esos cinco carabineros de franco reduciendo a otra persona, ellos ya estarían detenidos, estarían presos. Pero como estas personas eran carabineros, los involucrados están en libertad en sus casas. O sea, hay una injusticia tremenda tanto en el caso de mi hermano como entre muchos otros casos».

Fernando también se refiere a la sombra de impunidad que suele rodear a los crímenes que comenten carabineros «Es el miedo que tengo yo que con mi hijo no se haga la verdadera justicia que debe hacerse. Ya no se está haciendo. Están los cinco carabineros libres, solamente dos de baja».

Fernando apunta más allá: «Para mí la responsabilidad nace del carabinero que tomó el parte, del paramédico que dio el parte, que mi hijo convulsionó y le dio un paro. De ahí sale la responsabilidad hasta arriba, hasta los altos mandos, donde se han cubierto todo. Para mí ha perdido la fe actualmente en Carabineros, pero con el dolor que tengo yo ya creo que ver un carabinero me duele mucho».

Estas leyendo

Brutalidad policial de franco: Los últimos momentos de Alexis Astorga Muñoz en Colbún