Búlgaros. El ejército entrenado para matar a Pinochet: "un episodio de la resistencia antidictatorial que merece estar en la memoria de nuestro pueblo"

[resumen.cl] Las diversas iniciativas destinadas a derrotar a la dictadura militar, incluyendo la de acabar con el dictador, constituyeron los hechos que progresivamente socavaron la sostenibilidad del régimen, hasta cuando ya no pudo continuar. Todas estas empresas, tienen como protagonistas a hombres y mujeres que asumieron opciones que marcaron sus vidas o las truncaron. La creencia de que a la dictadura se le derrotó en un acto eleccionario, promovida por quienes buscan posicionar un modelo de democracia encorsetada a los pilares dictatoriales, ha sido rebatida y refutada con abundantes testimonios que visibilizan una multitud de personas que desbordó el autoritarismo de entonces con proyectos y anhelos que superaban el fin de la tiranía, teniendo como horizonte el establecimiento de un orden de justicia y dignidad en el país. «Búlgaros. El ejército entrenado para matar a Pinochet», es una investigación inscrita en este caudal de ejercicios de memoria.

El periodista Mauricio Leandro Osorio es el autor de esta investigación que ha sido reconocida con el Premio Literario 2020 Escrituras de la Memoria del Ministerio de las Culturas en la categoría obra inédita. En el ejercicio de su oficio ha sido corresponsal y ha cubierto las movilizaciones sociales en Chile, el desarme de los campamentos de la guerrilla FARC y el proceso de implementación del Acuerdo de Paz en Colombia, así como ha asesorado comunicacionalmente a candidatos presidenciales en Colombia, Bolivia, Perú y Chile.

Búlgaros. El ejército entrenado para matar a Pinochet, reconstruye la historia de un grupo de jóvenes del Partido Comunista enviados a Bulgaria para recibir formación militar y así poder combatir la tiranía, además de entrar en el ejército transformando sus estructuras caracterizadas por la discriminación clasista y su doctrina de seguridad interior que convierte a la ciudadanía en potencial enemigo.

Mauricio Leandro Osorio, autor de Búlgaros. El ejército entrenado para matar a Pinochet. Fotografía: Jennifer Astudillo,

El autor comentó a Resumen que la obra es el resultado de largo proceso que "empezó cuando era estudiante de periodismo al conocer a algunas de las fuentes. Siendo mi tesis de titulación, una vez fuera de la universidad pensé necesario profundizar en este capítulo de nuestra historia reciente y en particular en este episodio desconocido sobre la resistencia armada contra la dictadura".

– ¿Qué elementos del contexto histórico de entonces crees fundamentales de relevar al momento de explicar la decisión de otorgar formación militar a militantes de entonces?

El grupo que se formó en la entonces Bulgaria socialista junto a José Valenzuela Levi --quien dirigió y planificó la emboscada de aniquilamiento contra el tirano--, eran todos militantes de la Juventudes Comunistas exiliados en Europa y que aceptaron formarse como oficiales para enfrentar a la dictadura siendo muy jóvenes, pues la mayoría rondaba entre los 19 y 23 años. Pero su decisión de integrar la entonces denominada «tarea militar» del Partido Comunista, estaba impulsada precisamente por un fuerte compromiso militante y político en derrotar la dictadura de Pinochet.

Ahora, si bien diversas organizaciones de la izquierda chilena formaron durante la dictadura a sus integrantes en país como Cuba o la Unión Soviética, cabe destacar que una de las cualidades que diferencian al grupo formado en Bulgaria, es que era un grupo mucho más pequeño y «selecto», pues el PC buscaba con ellos crear oficiales que se infiltraran en los altos mandos del nuevo ejército de Chile que se suponía debía crearse una vez terminada la dictadura. Bajo esta lógica, era inaceptable que la posdictadura siguiera con los mismos cuerpos armados que propiciaron el golpe. Para esta postura tampoco era admisible que la alta oficialidad de un nuevo ejército que se debía refundar, estuviera compuesta por oficiales formados en la Escuela de las Américas. En entrevista con Guillermo Teillier, presidente del Partido Comunista y durante los 80 encargado militar del PC, explicó que la lógica de esta alta oficialidad formada en el exilio, era otorgarle posiciones democráticas y tener oficiales con conciencia de clase dentro del ejército chileno cuando se recuperara la democracia.

-La formación de estos militantes incluyó su participación en luchas de liberación nacional en naciones como Nicaragua y El Salvador, antes de retornar a Chile. Cuéntanos algunos de los hechos ocurridos en tales escenarios y cómo pudieron influir en el posterior desempeño en el país.

Efectivamente, los oficiales chilenos formados en Bulgaria tuvieron experiencias internacionalistas en Nicaragua, El Salvador y Colombia, así como una participación activa en las operaciones más audaces del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Sobre los hechos relatados en el libro e intentando no hacer revelaciones para quienes quieran descubrir la historia en el libro, solo mencionar que se relata aquí un desconocido episodio de espionaje chileno en Suecia, la increíble historia de una persona que sobrevivió en una explosión ocurrida en una casa de seguridad de la Villa Portales; una formación militar especializada de chilenos en Bulgaria, la Unión Soviética y Vietnam. Y también la cruda historia de la reincorporación, en una obra humana sobre el compromiso y la resistencia, donde los amores son separados por la muerte y los protagonistas son víctimas de la traición y el abandono.

-En la presentación de tu libro se hace alusión al «misterioso Señor del Sombrero». Háblanos de él.

Sobre el Señor del sombrero se sabía poco o se tenían datos erróneos. En 2001, La Tercera publicó un reportaje en el que decía que José Valenzuela Levi había sido reclutado por «un diputado comunista de apellido Canales», pero el Señor del Sombrero, encargado de reclutar a Valenzuela Levi y a todo el grupo a través de Europa, nunca fue diputado, ni el PC tuvo jamás un parlamentario de apellido Canales. Revisar los archivos judiciales, entrevistar a su familia, a sus amigos y al abogado Guillermo Montecinos, permitieron reconstruir sus vínculos con el Che Guevara, una red de financiamiento secreto desde la Unión Soviética y toda una trama que era desconocida por la propia familia y que parecía borrada como el rastro del Señor del Sombrero, quien murió el 1994.

-Sería interesante que nos pudieras caracterizar el proceso de incorporación de estos militantes a la lucha antidictatorial, considerando que en diversas ciudades ya estaban en marcha diversas iniciativas milicianas del propio PC, iniciadas con militantes que hicieron su propia escuela a través acciones de progresiva envergadura, como las relatadas por Mauricio Hernández Norambuena en su libro Un paso al Frente.

Sobre el proceso de incorporación de este grupo a la lucha antidictatorial, es necesario advertir, que son muchas historias, disímiles y un proceso de ingreso a Chile clandestinamente que se fue dando en distintos periodos. El primero en ingresar del grupo denominado «búlgaros» fue José Valenzuela Levi, que como dije, dirigió y planificó la emboscada de aniquilamiento contra Pinochet, pero hay quienes ingresaron muchos años después, otros que no alcanzaron a ingresar, fueron apresados o simplemente abandonados, cuando al mantenerse en las filias del partido --y luego de que esta organización abandonara la vía armada--, terminaron siendo marginados al interior de la misma organización.

-La presentación del libro hace referencia al intento de mostrar «luces y sombras de combatientes olvidados que sufrieron la traición, la homofobia y se cuestionaron el sentido de la existencia entre la intriga partidista y el humo de las balas». Explícanos cómo abordas la dimensión humana de quienes muchas veces son presentados como seres desprovistos de conflictos, contradicciones o incertidumbres.

Precisamente frente a la obra Búlgaros me encontraba en un desafío, por nada del mundo debía ser contada desde el lenguaje de la historia oficial o el relato concertacionista donde la resistencia armada y la movilización popular en dictadura son invisibilizadas, condenadas o vistas en segundo plano, frente a una transición que supuestamente se consiguió «a través del voto». Tampoco quería hacer un panfleto partidista, describiendo a seres impolutos, con el fin de sacralizarlos. Búlgaros es un thriller de suspenso realista y crudo, que aborda el compromiso político de este desconocido grupo a través de vivencias reales, conflictos y contradicciones desde el aspecto humano. Búlgaros. El ejército entrenado para matar a Pinochet, ya disponible en librerías, es una invitación a reflexionar sobre nuestra historia reciente y un episodio de la resistencia antidictatorial que merece estar en la memoria colectiva de nuestro pueblo.

Fotografía principal: Jennifer Astudillo,

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