En Santa Juana, los campesinos y el alcalde han declarado que «no pueden más». Por una parte, el edil Ángel Castro ha dicho ante la prensa que ya no tiene presupuesto para solventar los gastos que conlleva el aprovisionamiento de agua a la población campesina, y por otra, ésta ya no tiene condiciones mínimas para el sustento, pues la sequía ha secado sus chacras y los pozos para extraer agua.
Sin embargo, la autoridad opera negligentemente y la prensa elude la raiz de la situación, pues la sequía no es un hecho fortuito, sino que es provocada por las plantaciones de pino y eucalipto que absorben miles de litros de agua subterránea antes de ser talados.
Es impresionante ver cómo una zona, que hace cincuenta años aprovisionó a Lota y Coronel de alimentos sembrados y cosechados por sus campesinos que cruzaban la Cordillera de Nehuelbuta para venderlos, hoy esté clamando por agua para su subsistencia.
Hace poco tiempo Longueira y otros miembros de la clase política han reflotado el concepto de «país bananero», diciendo que Chile no es cómo los paises centroamericanos que estaban al mando de las corporaciones que cultivaban y exportaban bananas.
Viendo nuestra realidad, dónde el Estado ha permitido incluso la destrucción de los terrenos que históricamente han alimentado a nuestra Región, podriamos decir que estamos en una Región pinera o eucaliptera.
Parece urgente el impulso de una lucha por la soberanía, por el derecho de usar nuestro territorio y producir nuestros alimentos, ante lo cual tenemos a nuestras propias Unit Fruit Company pagando el silencio y la negligencia. Pero, como dice la canción… a éstas también les llega su cuartito de hora.
Foto de Archivo: Campesino de Santa Juana cosechando uva.
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