Canadá y Dinamarca ponen fin a "La guerra del Whisky"

El pasado 14 de junio Canadá y Dinamarca pusieron fin a más de 50 años de disputa sobre la soberanía de la isla Hans o Tartupaluk (nombre en lengua Inuit), en lo que se conocía como «La guerra del Whisky».

Joaquín Pérez

La Isla deshabitada de apenas 1,3 kilómetros cuadrados, ubicada en el círculo ártico entre la isla canadiense de Ellesmere y el territorio autónomo Groenlandia, bajo dominio danés, se encontraba en disputa desde hace cinco décadas, luego que el tratado marítimo entre Dinamerca y Canada la dejara excluida para una discusión posterior.

El nombre que adquirió el conflicto diplomático se debe a que, el año 1984, cuando un ministro danés visitó el islote colocó una bandera de su país y una placa que decía «Bienvenidos a esta isla danesa», dejando una botella del aguardiente danés. La acción fue replicada por Canadá, quienes quitaron la bandera danesa, pusieron la canadiense y cambiaron la botella de aguardiente danés por una de whisky canadiense.

De ahí en adelante esta acción se repitió en varias ocasiones por los dos bandos en disputa, que solo perjudicaba al pueblo Inuit (esquimales) que transitan por la ínsula en sus rutas migratorias.

Finalmente, la isla fue dividida de Norte a sur en partes iguales a través de un falla natural. La ministra canadiense de relaciones exteriores, Mélanie Joly, señaló: «Este es realmente un día histórico. Hemos discutido la soberanía sobre Tartupaluk durante más de 50 años. Tras intensas negociaciones en los últimos años, hemos llegado a una solución. Nuestros esfuerzos demuestran el firme compromiso común de resolver pacíficamente las disputas internacionales», agregando que «estamos acabando con la disputa que muchos llamaron la ‘Guerra del whisky’. Creo que fue la más amistosa de todas las guerras. Es una victoria para Canadá, para Dinamarca y Groenlandia, y también para los pueblos indígenas».

Fotografía extraída de JeppeKofod

 

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