[resumen.cl] Este viernes por la mañana, ejecutivos de la empresa BiobíoGenera acudieron a la playa La Cata de Lirquén, frente a la cual, ésta busca emplazar el proyecto GNL Penco Lirquén [Octopus], el cual consiste en un terminal gasífero, desde donde se dispondría un gasoducto destinado a transportar el combustible hacia Bulnes, donde se proyecta construir una central producción energética a partir de su combustión.
Los representantes del proyecto gasífero se hicieron acompañar de un contingente de Carabineros de Fuerzas Especiales, quienes, según representantes de la Coordinadora Penco Lirquén, habrían acordonado la playa, impidiendo el acceso de cualquier persona a ésta. Ante esta situación, pobladores del Barrio Chino de Lirquén y estudiantes del Liceo Ríos de Chile, espontáneamente se reunieron a protestar contra la visita de los gestionadores del proyecto energético que rechazan, por sus perjudiciales efectos ambientales y sociales, y también por la vulneración del derecho de transitar libremente por un lugar público, en ese momento cercado y reservado exclusivamente para los ejecutivos de BiobíoGenera.
El saldo de esta movilización, de acuerdo a los manifestantes, fue de cuatro estudiantes detenidos y golpeados por carabineros. Dentro de este grupo, un niño de 14 años pasará la noche detenido para mañana ser llevado a la Fiscalía, en Concepción, donde se le imputará de maltrato de obra a carabineros. Los padres del niño han denunciado que no se les ha entregado ni dado a conocer el certificado de la constatación de lesiones y estiman que la acusación de la que será objeto está destinada a justificar las agresiones recibidas por los efectivos policiales.
El 30 de mayo había ocurrido una situación similar. En el mismo lugar y ante la visita de miembros de empresa BiobíoGenera, Carabineros de Fuerzas Especiales también bloqueó el paso de cualquier persona.
Ante las sucesivas manifestaciones de la comunidad denunciando los diversos efectos que tendría la instalación de este terminal gasífero, los empresarios han desistido de intentar convencer con los típicos argumentos falaces que caracterizaron sus primeras intervenciones, tales como la provisión de mayores puestos de trabajo y medidas de compensación beneficiosas para quienes tienen en la bahía su fuente de sustento.
Actualmente, el proyecto está paralizado, luego que la Corte Suprema revocara la Resolución de Calificación Ambiental que le fue otorgada por los Seremis de la Región del Bío Bío el pasado 2016. Este fallo fue emitido por la Corte al acoger el recurso de protección presentado por la agrupación indígena Koñintu Lafken Mapu de Penco, la cual denunció al Servicio de Evaluación Ambiental de haber suspendido de manera arbitraria e ilegal la consulta indígena del proyecto. Este fallo, provocó que las faenas de la construcción de la Termoeléctrica El Campesino del Bulnes se detuvieran, evidenciando que el terminal gasífero, el gasoducto y la central de producción de energía son, en realidad, un solo proyecto, lo cual ha sido negado sistemáticamente por la institucionalidad ambiental.