Por: Mujeres y lesbianas
La primera vez que usted, Michelle Bachelet, fue elegida Presidenta de la República, algunos sectores pensaron que cambiaría la forma de hacer política. No obstante, el tiempo demostró que las transformaciones estructurales no dependen de las características de una persona, de su historia, menos de su género. Estas requieren aniquilar al conquistador que habita en la forma de ejercer el poder, en los saberes, en el ser de las personas.
Ese conquistador -que para este caso clasifica el mundo en blancos e indígenas, en los saberes de la razón y de los pueblos originarios, en prácticas económicas productivas e improductivas, entre otras[1]- es el que naturaliza las relaciones de dominio. Éstas, siguen el dictamen de lógicas de exterminio que para mantener el estatus quo no han dudado, como usted lo ha hecho, en vulnerar y violentar a diversos sectores de la población, entre ellos, el pueblo mapuche.
Grupos hay que reconocen su lucha en contra de la violencia a las mujeres, a favor del aborto, de la diversidad sexual. Esto, en el marco de los derechos, ha ampliado la igualdad entre sexos y géneros, entre mujeres y hombres. El problema es que esto no impulsa la igualdad entre "razas", entre la sociedad chilena y pueblos originarios. Por el contrario, la algarabía que producen los logros de la agenda de derechos sexuales, oculta la violencia estatal en territorio mapuche y omite que la noción de igualdad solo habilita contenidos dictados por la cultura colonizadora occidental.
Molesta su inconsistencia. Basta pensar en que, pese a declarar públicamente que la Ley Antiterrorista fue un error de su primer gobierno, hoy la sigue aplicando. Así sigue permitiendo que lo que es ilegal para la sociedad chilena, se transforme en legal para el pueblo mapuche. Piense: perseguir; encarcelar por declaraciones de testigos sin rostro; esperar en la cárcel largos años para que se realice un juicio; vestir con ropas terroristas la lucha de un pueblo, ¿es legal o ilegal? ¿No es parecido a lo que ocurrió en dictadura?
Sabemos que lo sabe. Cuando la institucionalidad que usted representa se querella una y otra vez por "actos terroristas", lo que hace es fortalecer la existencia de un estado de excepción para las personas mapuche, transformándolas en enemigas públicas, tanto como lo fueron las personas vestidas como "terroristas" por la Dictadura de Pinochet. Le volvemos a preguntar ¿es esto legal o ilegal? Una cosa es concreta: en estas condiciones las personas mapuche son culpables hasta que se demuestre lo contrario, cuestión que es difícil en medio de tanto "testigo" sin rostro que faculta esta Ley. ¿Por qué permite que esto siga ocurriendo? Agregamos que su conducta es alegal, porque no se ajusta a ninguna indicación de lo supuestamente resguardado por el estado de derecho que defiende.
Si usted, Sra. Bachelet, es la máxima autoridad de este país ¿por qué desconoce la cultura mapuche, su compleja y valiosa diversidad, imponiendo los idearios colonizadores del Estado/Nación? El pueblo mapuche rechaza ser objeto de conquista ¿Usted no lo haría? ¿No se opondría a quien le imponga normas de cómo debe pensar y actuar? Solo piense: ¿si usted poseyera una relación de equilibrio con la naturaleza, no se opondría a la explotación extractivista de la misma? ¿qué derecho tiene de imponer el individualismo liberal a un grupo humano cuya lógica es comunitaria? ¿Lo logra comprender?
Hoy, 22 de septiembre de 2017, se cumplen108 días de la huelga de hambre de los hermanos Benito, Pablo y Ariel Trangol y el Lonko Alfredo Tralcal. En junio de este año usted pedía perdón al pueblo mapuche "(...) por los errores y horrores que ha cometido o tolerado el Estado en nuestra relación con ellos". Lo indicado es una terrorífica y triste paradoja, como muchas de sus actuancias. De hecho, algo muy parecido ocurrió durante su primer gobierno, pues Patricia Troncoso, La Chepa, mantuvo una huelga por 112 días. Al igual que ahora, no hizo nada.
El padre de Patricia se querelló contra usted, por ser responsable de la vida de su hija. Lógicamente nada ocurrió, porque ¿sabe? el racismo constituye a la justicia blanca. Hoy le exigimos que no ocurra lo mismo y que para los hermanos Trangol, el Lonko Tralcal, sus familias y comunidades se concrete:
-Juicio Justo en un plazo razonable
-No a la aplicación de la ley 18.314 o Ley Antiterrorista
-No a la utilización de testigos sin rostros
-Revocación de la medida cautelar de prisión preventiva
A lo largo del país muchas mujeres y lesbianas nos manifestemos, por lo que ya hemos mencionado: su inconsistencia, sus contradicciones, su poca densidad al analizar el llamado "conflicto" mapuche. Lo hacemos de la forma en que a su gobierno no le gusta: manifestaciones callejeras, marchas, tomas, acción directa. ¿La recuerda? Esto, por cierto, con un afán consciente y comprometido a la vez: nosotras no seremos sus cómplices. Nosotras no dejaremos morir a los comuneros, ni al Lonko Alfredo Tralcal.
Nada más que decirle por el momento.
NOTAS
[1] El conquistador al que se alude demuestra que la colonia nunca se fue y que insiste en imponer su punto de vista como universal. Éste no solo construye divisiones entre sujetos blancos e indígenas; también afecta a personas negras, migrantes, campesinas, trabajadoras. De otra forma dicho: construye divisiones entre "lo blanco" y "lo no blanco" No obstante, Sra. Bachelet, en esta carta enfatizamos aquello que se relaciona con los pueblos originarios, con "lo mapuche".