(Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos)
Los abajo firmantes somos todos de origen judío. Cuando vemos los muertos y los ensangrentados cuerpos de niños pequeños, los cortes de agua, de electricidad y de comida, recordamos el asedio del Ghetto de Varsovia. Cuando Dov Weisglass, asesor del primer ministro israelí, habló de poner a los habitantes de Gaza «a dieta» y el vice-ministro de Defensa, Matan Vilnai, habló de que los palestinos iban a experimentar «una mayor shoah» (holocausto), eso nos recuerda al gobernador general Hans Frank en la Polonia ocupada por los nazis que habló de «muerte por hambre».